MURCIA. -¿Confía en que saldrán adelante los presupuestos de la Comunidad?
-Yo creo que sí, pero con retraso y tensiones. Hay grupos que se van a posicionar y harán peticiones exigentes. Deberían estar ya hechos pero hay una negociación entre el PP y Ciudadanos que luego tiene que convalidar Vox. Eso no va a ser fácil. No solo son números económicos sino ideológicos.
-Usted conoce el tema de primera mano, como antiguo consejero de Hacienda.
-Cuando yo estaba en el Gobierno había mayoría absoluta, era más fácil. Lo complejo era poner de acuerdo a las distintas consejerías. Si a esto le añades una complicación adicional y externa, pues peor. Pero al empresariado también le preocupa el Gobierno nacional, con una coalición con un partido de izquierdas y de ideología neocomunista. Lo social está muy bien pero se necesiten recursos o se desestabiliza la economía. Y en una economía nacional, si gastas más de lo que ingresas alguien te tiene que financiar para atender tus gastos. Aumentar el endeudamiento no interesa.
-Y como ve las cuentas de la Comunidad, porque también hay una deuda abultada, la dejó usted en 7.600 millones de euros en 2015 y ahora supera los 9.800 millones de euros y el 30% del PIB.
-Está claro que Murcia está mal financiada. Eso ya se sabe. Se tenía que haber resuelto ya. Esto presiona mucho las cuentas. Y ahora ha surgido lo del Mar Menor, que necesita atención porque es el mayor problema medioambiental que posiblemente hemos tenido. Eso va a drenar recursos de otros temas. El modelo de financiación es malo.
- Y teniendo eso en cuenta, ¿cree que la Comunidad está siendo razonable en su nivel de endeudamiento?
-Es una pregunta compleja. De los últimos presupuestos, he visto es que la presión de la deuda es importante. Se están atendiendo unas cuestiones y se están dejando de atender otras. Y las de inversiones se están aplazando en exceso y están infradotado la Región.
-¿Cómo cuales?
- Por ejemplo, las pymes tienen un sobre coste financiero en comparación con las de otras regiones. Y existen otros sobre costes por la falta de infraestructuras. Hay que intentar minimizar eso para que los costes sean mínimos y nuestras empresas más competitivas. En la actualidad, los recursos de los que dispone el Gobierno regional son insuficientes para una atención a las empresas que sí están prestando en otras comunidades autónomas.
-Eso provoca que el empresariado de la Región esté en desigualdad respecto a otras comunidades, claro.
-Sí, está en desigualdad y competir es más difícil. Lo que tratamos desde la posición de Aválam es que ese sobre coste financiero no exista, que lo asuman desde la Comunidad y conseguir el crédito para las empresas a coste cero. Por ejemplo, en Baleares, las pymes que se financian a través de la SGR les cubre siempre y en todos los casos los costes del aval y, además, subsidian el tipo de interés. Si una Pyme en Murcia tienen que pagar un 1,5% al banco y un 0,8% por el aval, le suma casi un 3%, cuando una empresa balear es cero. Así no pueden competir en igualdad de condiciones en el mercado.
-La Administración regional se ha planteado retirarse de Aválam. ¿Cómo ha quedado ese capítulo algo controvertido de sus relaciones?
-Bueno, yo creo que eso fue un calentón que ha quedado en nada. Sería ir en contra del sistema. Nadie lo entendería que dejarán a las pymes sin atender y que tuvieran que ir a las SGR de otras comunidades.
-Fue a raíz de su subida de sueldo (de 72.000 a 97.000 euros anuales). ¿Está paralizado?
-A mí me gusta ser transparente. Mi antecesor cobraba un sueldo y lo razonable es que yo tuviera el mismo. Me ofrecieron menos y lo acepté con el compromiso de que cuando la sociedad se recuperara, a mí se me restituiría el sueldo de mi antecesor. Pasaron tres años y cuando alcanzamos ese crecimiento, exigí el compromiso. Pero de momento no se ha cumplido.
-¿Debido a la postura de la Comunidad?
-Sí, fue la que se opuso cuando llevaba 19 años pagando a mi antecesor ese sueldo. Pero yo dije que renunciaba a la subida si había un voto en contra. Y así fue. Para mí no era cómodo ir en contra de nadie. Eso no quiere decir que no volveré a la carga. Es un sueldo normal en el sector financiero. En mi actividad profesional yo he ganado el doble que en política. Lo hice porque me gusta no porque necesite la política para tener un sueldo alto.
-¿Se considera mal pagado?
-Sí, en términos relativos, sí. Me han bajado el sueldo.
-¿Echa de menos su etapa política?
-No, he estado en política porque me atraía. Para un economista, administrar recursos públicos y encontrar el equilibrio entre dar a los ciudadanos y ver lo que debes pedir es interesante. El menor esfuerzo impositivo para conseguir el mayor beneficio de prestaciones. Ese es el tema, qué exijo para atender a los que lo necesitan. Es bonito.