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EL RINCÓN DE PENSAR… EN LA EMPRESA  / OPINIÓN

Empresa y sistema

31/05/2021 - 

MURCIA. En el artículo anterior defendía que una empresa es algo más que un negocio. Como escribí, en mi opinión los tres aspectos que nos permiten dar ese "salto" son:sistemática, constancia yseguimiento.  

Y hoy me gustaría reflexionar un poco sobre el primero de ellos.

Para centrar el tema, traigo dos definiciones del diccionario, la segunda de ellas por referencia de la primera.

Por sistemática, la RAE entiende: "Que sigue o se ajusta a un sistema”, y en una segunda acepción: "Dicho de una persona: Que procede por principios, y con rigidez en su tenor de vida o en sus escritos, opiniones, etc".

Y por sistema: "Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí". 

Suelo recurrir con frecuencia al diccionario porque me parece una buena manera de centrar los temas: saber exactamente de qué estamos tratando.

Y si vamos a reflexionar sobre la sistemática en la empresa (sistema o sistemática de trabajo), destacar de entrada algunos aspectos que esos términos llevan implícitos en su significado propio.

"EN EL FONDO SOÑAMOS CON CONSEGUIR EL MÁXIMO DE BIENESTAR CON EL MÍNIMO ESFUERZO, PERO TAMBIÉN SOMOS CONSCIENTES DE QUE NO NOS COLMA"

Me refiero a "principios", "rigidez" y "se ajusta". Ciertamente tres conceptos que hoy en día no tienen mucho predicamento. Nuestra sociedad ha desarrollado en los últimos decenios toda una "cultura" (y escribo deliberadamente el término cultura entre comillas) contraria a ellos.

Los que tenemos cierta edad podríamos fijar el inicio temporal de esta cultureta (término que también recoge la RAE, y refleja mejor a qué me quiero referir).

Justo durante mis años universitarios hubo una persona que representó como nadie el "pelotazo". Y recuerdo cómo entre los estudiantes de los últimos cursos de la Facultad de Económicas de Valencia, y los recién licenciados, se puso de moda la gomina, que este personaje lucía como nadie. Desde luego no voy a juzgarlo. Ni lo pretendo, ni tengo elementos suficientes para ello, y ya lo hizo la Justicia. Pero además, sufrió un ataque mediático y sobre todo político, sin precedentes hasta entonces.

El caso es que desde finales de esa década de los 80, esa "cultura del pelotazo" se estableció en nuestro país, y además halló campo abonado en cierta parte de la clase empresarial, y sobre todo en gran parte de la clase política.

El daño que esta cultureta ha hecho en nuestra sociedad resulta evidente. Creo que no hace falta poner ejemplos. Y si somos capaces de verlo con un poco de objetividad reconoceremos que afecta a todos los "colores" y a todos los sectores. Porque no hay nada más evidente que cuando algún político es "comprado", siempre hay un comprador… Aunque a veces el comprador no aparezca en la prensa, e incluso se libre de pasar por los Tribunales.

Pero soy optimista y retomo el hilo del artículo.

Me parece que estamos superando esa "cultura". Y la superación viene precisamente por el reconocimiento de que el "pelotazo" ni es empresa ni –de verdad- nos llena de auténtica satisfacción.

Es cierto que en el fondo todos soñamos con conseguir el máximo de bienestar con el mínimo esfuerzo, pero también me parece que -precisamente cuando esa cultureta se ha extendido- somos conscientes de que no nos colma.

Por eso veo cada vez más empresas, y en especial pequeñas y medianas, con verdadera cultura empresarial.

Empresas que apuestan por un sistema de trabajo ordenado y metódico, sin perder (aunque en un equilibrio no fácil de conseguir) esa flexibilidad y capacidad de adaptación necesarias siempre, pero quizá especialmente en la actualidad.

Muchas veces lo más importante es la concienciación y la decisión. Porque una vez tomada ésta, establecer esos sistemas de trabajo no es tan complicado, y además podemos aprovechar otras necesidades de la empresa para hacerlo, como la necesidad que nos impone el mercado de conseguir alguna certificación, la decisión de implantar un ERP que nos facilite la gestión global y el control, etc.

Quizá son esas oportunidades las que podremos aprovechar para "renovar" de verdad nuestro negocio y convertirlo en una empresa.

Javier Giner Almendral 

Economista

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