MADRID. Tres son los retos lanzados a los emprendedores por Eria, un nuevo vehículo de corporate venturing creado por el grupo energético y de telecomunicaciones Estabanell con el que quieren dar entrada a la innovación abierta en la empresa y la colaboración con startups. Los retos son: soluciones que den respuestas al reto de la generación de energía renovable; al de la distribución de la misma y al de la comercialización. Atendiendo a estos desafíos, Estabanell trata de consolidar su posición en el mercado, pero como indica Josep Solé, director de Eria, los retos coinciden con las tres problemáticas principales que han de resolverse en el sector de la energía.
En lo que atañe a la generación de energías renovables refiere Solé el papel bastante relevante que juega ya España en el entorno europeo “con momentos en los que somos capaces de generar entre un 80 y 90% de la energía que consumimos con la eólica o la fotovoltáica”. En este sentido, vaticina también la diversificación y el uso progresivo de otras fuentes alternativas de energías limpias como la biomasa o el biogás, la undimotriz o la geotérmica.
Soluciones como Bioo, donde generan electricidad a través de la tierra e interruptores biológicos que permiten activar luces, pantallas y sonidos gracias a la interacción con plantas; o Absorved, capaz de transformar el CO2 en biocombusltible, allanan este camino.
En cuanto a la distribución, anticipa Josep Solé la aparición de numerosas soluciones disruptivas en los próximos años. Se trata de buscar el balance entre la oferta de la energía generada y la demanda. Sucede que a veces la producción supera al consumo y a la inversa con el agravante de que la alta concentración de parques eólicos o solares en zonas específicas puede sobrecargar las redes de distribución existentes.
Almacenar la energía sobrante para usarla cuando hace falta continúa siendo un gran reto de la industria. Las baterías de litio se alzan, por ahora, como la alternativa triunfante, aún sabiendo que tienen una vida limitada y que la extracción del material es bastante costosa. Reciclar las baterías de litio para otros usos es la propuesta de valor con la que sale al mercado la startup alicantina GDV Mobility, cofundada por Germán Agulló. La empresa ha construido una fábrica en la que se reparan y reacondicionan hasta el 75% de las baterías que les llegan evitando la contaminación por litio e impulsando la economía circular.
También en Cyclomed han desarrollado un sistema de almacenamiento superconductor, “con una densidad de potencia inigualable, lo que le hace candidato en ciertas aplicaciones que necesiten regulación dinámica de frecuencia y tensión”, afirman.
La digitalización de la red eléctrica es otro asunto ávido de soluciones teniendo en cuenta que nos dirigimos a una economía cada vez más electrificada. Para que el IoT, las smart cities o el coche autónomo funcionen hay que implementar soluciones digitales que permitan monitorizar el flujo de la energía así como recopilar y analizar grandes volúmenes de datos procedentes de la sensorización en tiempo real.
Un perfil nuevo de consumidor en el sector energético que apunta Solé es el que se conoce como prosumidor, palabro que surge de la suma de dos conceptos: el de productor y consumidor. Teniendo en cuenta que cada vez más usuarios se suben al carro de la producción de energías renovables, bien para el autoconsumo, bien por contribuir a la descarbonización de la economía, al prosumidor se le presupone mayor conocimiento e interés por el sector que a la media. A estos no les vale con recibir la factura del consumo eléctrico y pagarla sin más, requieren información y valor añadido.
En esta dirección apuntan startups como Bamboo Energy, para que los agregadores y minoristas independientes administren de manera eficiente los recursos de flexibilidad distribuidos, o Hobeen una startup apoyada por Lanzadera que, “enmarcada en un modelo de negocio B2B2C, desarrollan tecnología enfocada en la eficiencia energética para ofrecerla a las empresas y que estas, a su vez, ponen en manos de sus clientes y empleados para ayudarles a reducir sus facturas, así como su huella medioambiental”, en palabras de Mario Fernández Iglesias, CEO y socio mayoritario de la compañía.
“Hobeen -continua el CEO- destaca en el mercado por ser la primera plataforma creada en España que combina no sólo la monitorización, el control y la gestión del hogar; sino que también ofrece formación, recomendaciones, inteligencia y ‘big data’ que le permite al usuario ahorrar aún más en sus facturas”.
Y para impulsar el autoconsumo se crean también startups como Solfy donde se presentan como el primer marketplace de España que impulsa el autoconsumo de energía solar. La startup alcanza ya una facturación de 3 millones de euros. El enfoque innovador de Solfy ha permitido a la empresa lograr la máxima personalización de soluciones energéticas para cada cliente, manteniendo los precios más competitivos, lo que ha sido fundamental para cumplir la promesa inicial de alcanzar los 3 millones de euros en su segundo año de actividad.
Solfy cierra este año con un hito importante, el de haber sido seleccionada para formar parte del hub Norrsken, aceleradora sueca que acaba de abrir un centro en Barcelona y que se dirige a emprendedores con impacto social y ambiental que lideran empresas sostenibles en crecimiento. “Es un claro ejemplo del compromiso de Solfy con la sostenibilidad y la innovación en el sector energético”, explica el CEO y cofundador de Solfy, Sergio Balcells.