Embargos a lo Bestia coquetea con el capital riesgo para financiar su plan de expansión

MURCIA. Embargos a lo Bestia tiene un un ambicioso plan encima de la mesa por el que pretende abrir 90 tiendas en los próximos 5 años. No obstante, en estos momentos no cuenta con recursos propios suficientes como para acometer esta estrategia, y la financiación bancaria no se encuentra precisamente en su mejor momento. En consecuencia, la firma con sede en Totana se encuentra ahora explorando la entrada de inversores para ganar liquidez.

En concreto, Embargos a lo Bestia ha llamado a la puerta del capital riesgo y de los 'family offices', es decir, aquellas familias empresariales que han acumulado un gran patrimonio tras triunfar en su sector y quieren diversificar sus inversiones. 

En estos momentos, la compañía ya ha iniciado las conversaciones con algunos socios potenciales, aunque por el momento aún no hay ningún acuerdo cerrado: "Hemos demostrado que el modelo de negocio funciona y que tiene una rentabilidad alta", celebra en conversaciones con Murcia Plaza uno de los fundadores de Embargos a lo Bestia, Bruno Dureux.

Asimismo, incide en que han logrado alcanzar la rentabilidad en cada nueva tienda que consiguen abrir, por lo que las nuevas incorporaciones tan solo redundarían en más beneficio ahora que la estructura logística ya está creada: "El volumen y el escalado es muy importante en este modelo. Cuanto más grande eres más capacidad de negociación tienes con los proveedores y se consigue más rentabilidad", incide.

Expectativas para 2023

En cualquier caso, y a falta de cerrar la entrada de nuevos socios, Embargos a lo Bestia reconoce que este 2023 es "un año para ser prudentes" y no "lanzarse a lo loco", por lo que es posible que mantenga su ritmo habitual de 5 o 6 aperturas anuales o que incluso quede reducido. En consecuencia, a partir del 2024 tendrá que meter la directa para alcanzar las 15 o 20 inauguraciones por ejercicio que le permitirían lograr el ansiado objetivo de incorporar 90 tiendas en 5 años.

En cuanto a la facturación, la firma cerró el 2022 con unas ventas de 40 millones de euros, 10 millones por encima de lo obtenido en el año anterior. Este crecimiento, marcado en el 30%, es la evolución prevista para el presente ejercicio, aunque dependerá en buena medida de la cantidad de aperturas que realicen. Asimismo, espera lograr una cifra de negocios de 150 millones en 2028, un 225% más, cuando se complete la estrategia para cuadruplicar su número actual de tiendas.

Expansión a Portugal

En estos momentos, la visión de futuro de Embargos a lo Bestia pasa por realizar una gran expansión en España, donde se ubican los 26 locales que mantiene abiertos. "En las poblaciones de más de 40.000 habitantes ya tiene hueco una de nuestras tiendas. En consecuencia, solo en Andalucía se podrían instalar 40 establecimientos y en España cabrían más de 400", señala Dureux.

No obstante, la compañía no descarta llegar a Portugal en un futuro no muy lejano, pues cuenta con la estructura logística para habilitarlo y ya tienen clientes en el país que utilizan el comercio online pese a que la página web no está traducida. En consecuencia, el primer movimiento será habilitar una opción en portugués, tras lo que estudiarán la acogida y se plantearán el desembarco en la nación vecina.

En cualquier caso, su prioridad sigue siendo el mercado nacional, donde un ingrediente indispensable es encontrar oportunidades adecuadas para instalar su negocio, para lo que buscan ubicaciones específicas con locales de entre 1.200 y 2.000 metros cuadrados. En concreto, su espacio ideal es a la entrada o salida de las ciudades, pues son zonas de gran tránsito de personas pero que no tienen el coste tan elevado como los centros comerciales: "Nosotros vendemos un producto de bajo coste y eso nos obliga a no tener grandes gastos en alquiler", relata Dureux.

Aunque aún no tiene proyectos concretos en marcha, Embargos a lo Bestia sí está interesada en crecer la Región que la vio nacer. Así, a las 8 tiendas que ya opera en la Comunidad murciana espera sumar alguna más en la zona del Mar Menor, que podría estar ubicada en Los Alcázares o San Javier, para aprovechar el comercio que generan las segundas residencias. Asimismo, además de este territorio prioritario, la firma con sede en Totana espera también ganar presencia próximamente en la zona del Altiplano.