MADRID (EP). El PP ha propuesto eximir a la banca del nuevo gravamen planteado por el Gobierno y limita el referido a las energéticas cuya actividad esté centrada en los combustibles fósiles a los beneficios extraordinarios, es decir, cuando un año una entidad gane más del 20% más que el ejercicio anterior, todo ello con el fin de adoptar una postura "más cercana a Europa" y evitar conflictos con Bruselas.
Sus propuestas, registradas como enmiendas a la proposición de ley de PSOE y Podemos para gravar de manera temporal a empresas del sector energético y financiero, buscan que lo que se grave sean los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas y no la facturación, como propone el Gobierno.
Esto se debe a que, según los 'populares', son dos conceptos "muy diferentes", puesto que si bien una empresa puede registrar una facturación de 1.000 millones de euros, esta puede incurrir en pérdidas.
Así, el PP propone gravar con hasta un 33% los beneficios extraordinarios de estas empresas. Dichos beneficios se considerarán extraordinarios siempre que excedan en un 20% de los obtenidos en ejercicios anteriores.
A su juicio, las iniciativas puestas en marcha por el Gobierno tienen que adecuarse a la postura de Bruselas, ya que de no ser así se podría incurrir en riesgos, como que el gravamen sea declarado 'contranorma', exigiéndose así la devolución de la recaudación más intereses.
Por el lado energético, el PP plantea focalizar el gravamen en actividades relacionadas con combustibles fósiles como el gas, el petróleo o el carbón.
Sin embargo, aboga por sacar a la banca del nuevo gravamen y para ello esgrime el reciente informe del Banco Central Europeo (BCE), que se mostró crítico sobre el impuesto español. En opinión del PP, los dos socios del Gobierno de coalición deberían escuchar a la autoridad monetaria y retirar el gravamen.
Como alternativa, los 'populares' sugieren la creación de un fondo de aportaciones de la banca que sustituiría al impuesto, así como un paquete de ayudas.