LONDRES (EP). El informe interno realizado por Sue Gray sobre las fiestas en Downing Street durante la pandemia de coronavirus señala que el Ejecutivo británico incurrió en "fallos de liderazgo" y pide que se depuren "responsabilidades" en el seno del Gobierno.
El documento, que ha sido entregado este miércoles al primer ministro, Boris Johnson, indica que "independientemente de la intención inicial" de los eventos registrados, "la mayor parte de las reuniones que se produjeron no respetaron las restricciones y directrices sanitarias impuestas en aquel momento" debido a la pandemia.
Así, Gray ha asegurado que existen indicios de que "un gran número de individuos" se han visto implicados --algo que también queda respaldado por la investigación de Scotland Yard-- y ha resaltado que a pesar de la "presión a la que eran sometidas las autoridades y los asesores", las pruebas sobre "actitudes y comportamientos inconsistentes" prevalecen.
"Los eventos que he investigado no deberían haberse producido. Podemos deducir que muchos de los adjuntos que acudieron a estas reuniones consideraron que podían asistir porque así lo hacían sus superiores", recoge el informe, que indica que "a los eventos investigados asistieron líderes del Gobierno".
Entre las fiestas investigadas por Gray, que comenzaron en mayo de 2020, destacan varias en el jardín de Downing Street, en dependencias del edificio o en el Ministerio de Educación.
La funcionaria británica ha insistido en la importancia de "depurar responsabilidades" y ha manifestado que "los altos cargos en el centro de la cuestión (...) deben cargar con la responsabilidad de lo sucedido".
"La población tiene el derecho a esperar los mayores estándares de comportamiento en este tipo de lugares y claramente lo que ha sucedido se queda bien corto", ha advertido.
El informe incluye diversas imágenes de los encuentros, además de algunos extractos de las conversaciones de WhatsApp que mantuvieron los altos cargos de Downing Street de cara a esas reuniones, en las que bebieron y comieron pizza.
En algunas de las fotografías aparece el propio Johnson levantando un vaso para brindar durante una fiesta celebrada el 13 de noviembre de 2020 durante la que fuera la fiesta de despedida del entonces director de comunicación del Gobierno, Lee Cain.
Además, el informe apunta a que la fiesta sorpresa de cumpleaños de Johnson en 2020 duró 20 minutos y en la que los presentes consumieron comida y bebida, algunas alcohólicas. El encuentro se produjo entre las 14.25 y las 14.45 y el premier británico estuvo allí "todo el tiempo", si bien Johnson había defendido hasta ahora que él tan solo estuvo nueve minutos.
En este sentido, el documento refleja, a su vez, un consumo "excesivo" de alcohol en determinadas ocasiones, lo que llevó a que algunos de los presentes se "emborrachara" y se percibieran "manchas de vino en las paredes".
Durante una intervención ante la Cámara de los Comunes, Johnson se ha disculpado y ha defendido el trabajo del Gobierno durante la pandemia, al tiempo que ha asegurado que "se dio prioridad a ayudar a la población".
Asimismo, ha dado las gracias a Gray por su trabajo y ha vuelto a pedir perdón por "la pequeña reunión" que tuvo lugar en la oficina del Gabinete y por la que ya ha sido multado. "Soy completamente responsable de todo lo que ocurrió allí", ha añadido.
No obstante, ha aclarado que "esta es su oportunidad de explicar lo que cree que sucedió" y ha manifestado que el resto de eventos que se nombran en el informe no pueden ser abordados por su parte porque "simplemente no estaba allí".
En este sentido, ha resaltado los cambios realizados en el seno del Gobierno desde entonces y ha destacado las palabras de Gray al respecto. "He aprendido de lo sucedido y quiero decir que a pesar de los fracasos de Downing Street, de los que me hago completamente responsable, sigo pensando que los altos cargos en cuestión, cientos de ellos, miles, algunos de los cuales han sido multados, son buenos trabajadores que hacen lo mejor por su país", ha sostenido.
El líder de la oposición, Keir Starmer, ha defendido que el informe representa un "monumento a la arrogancia" del Gobierno de Johnson, al que ha acusado de "creer que las reglas impuestas sobre los demás no se aplicaban a ellos".
La diputada laborista Angela Rayner, pos su parte, ha hecho hincapié en que lo sucedido "no se puede justificar". "El Downing Street de Boris Johnson esta podrido", ha indicado en su cuenta de Twitter.
El líder de los liberaldemócratas, Ed Davey, ha hablado de "duros fracasos en el liderazgo de Johnson" y ha indicado que "no está preparado para estar al frente del país". "Cualquier otro primer ministro se habría visto obligado a dimitir tras un informe así", ha asegurado.
Para Gray también se ha incurrido en un "trato inaceptable" a los miembros del equipo de seguridad y ha alertado de que aquellos miembros del personal que "habían presenciado o habían sido objeto de comportamientos que les preocupaban (...) se veían incapacidades de denunciarlo adecuadamente".
"Me han alertado de numerosas ejemplos sobre faltas de respeto hacia el personal de seguridad y de limpieza. Esto es inaceptable", ha aseverado, si bien ha admitido que recientemente se han introducido medidas para poder presentar quejas u observaciones de forma electrónica, ya sea en persona o a través de Internet.
"Espero que esto realmente facilite una cultura que acoja y crea la atmósfera propicia para poder hablar a todos los niveles", ha manifestado Gray, que ha dicho sentirse "orgullosa de ser funcionaria" a pesar de lo sucedido.
En sus conclusiones, Gray ha expresado que "entiende que muchos se sorprendan ante la posibilidad de que este comportamiento tuviera lugar en el seno del Gobierno", pero ha afirmado que aún así considera que "dicha actitud no refleja la cultura de todo el Ejecutivo y la Administración en aquel momento".
"Miles de personas en todo el país trabajaron incansablemente en unos momentos sin precedentes y sigo estando orgullosa de haber servido al país en el sector público durante la pandemia", ha destacado.
Sobre la posibilidad de tomar medidas, ha aclarado que "no está en su mano" y que su informe es un documento que "invita a la reflexión". "Las medidas a tomar deben ser consideradas por otros", ha dicho.
Aunque ha expresado que no le cabe duda de que "muchos han aprendido de esta experiencia, ha incidido en que, en su opinión, es necesario que lo sucedido se tenga en cuenta a la hora de considerar imponer acciones disciplinarias.