MADRID (EP). Un análisis de 50 años de datos publicado en la revista The Lancet revela que las embarazadas que ganaron más peso del recomendado en la actualidad presentaron un mayor riesgo de muerte por cardiopatía o diabetes en las décadas siguientes.
El grupo, dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, estudió un amplio conjunto de datos nacionales que abarcaban desde el momento en que una persona daba a luz hasta las cinco décadas siguientes, evaluando las tasas de mortalidad para mostrar los posibles efectos a largo plazo del aumento de peso durante el embarazo.
Se detectó un mayor riesgo de muerte en todos los grupos de peso estudiados -incluidas las que se definían como de peso inferior al normal, peso normal o sobrepeso antes de sus embarazos-, pero no se descubrió ningún aumento del riesgo entre las que habían sido obesas. Hinkle supone que es posible que la ya elevada tasa de mortalidad de este grupo haya influido.
"Esperamos que este trabajo conduzca a mayores esfuerzos para identificar formas nuevas, eficaces y seguras de ayudar a las embarazadas a lograr un aumento de peso saludable -señala la autora principal del estudio, Stefanie Hinkle, profesora asistente de Epidemiología y Obstetricia y Ginecología en Penn-. Demostramos que ganar peso durante el embarazo dentro de las directrices actuales puede proteger contra posibles impactos negativos mucho más tarde en la vida, y esto se basa en la evidencia de los beneficios a corto plazo tanto para la salud materna como para la salud del bebé".
Al igual que en sus trabajos anteriores, que mostraban vínculos entre complicaciones en el embarazo y mayores tasas de mortalidad en los años siguientes, Hinkle y sus colegas examinaron datos del Proyecto Colaborativo Perinatal. Este proyecto catalogó los datos de una cohorte racialmente diversa de personas que dieron a luz en las décadas de 1950 o 1960 y vinculó sus registros a los datos de mortalidad que se extendieron hasta 2016, aproximadamente 50 años después.
Analizaron información de más de 45.000 mujeres que incluía sus índices de masa corporal (IMC), los cambios de peso a lo largo del embarazo y compararon estos datos con las recomendaciones modernas. A continuación, relacionaron esas cifras primero con las muertes por cualquier causa y, después, con las muertes por causas cardiovasculares o relacionadas con la diabetes.
Las recomendaciones modernas sobre el aumento de peso durante el embarazo se establecieron en 2009 y están directamente relacionadas con el peso de una persona al inicio del embarazo. Van de 13 a 18 kilos para las personas consideradas de "bajo peso" según los estándares del IMC a 5 a 10 kilos para las consideradas "obesas". En la actualidad, casi la mitad de las embarazadas ganan más peso del recomendado.
Aproximadamente el 39% de las personas de la cohorte habían muerto en 2016, y la tasa de mortalidad aumentaba en correlación con el IMC previo al embarazo: las que tenían el IMC más bajo morían en menor proporción que las que tenían el IMC más alto.
Entre las que tenían "bajo peso" antes del embarazo pero aumentaron más de la cantidad (ahora) recomendada de peso, el riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiacas aumentó un 84%. Entre las consideradas de peso "normal" antes del embarazo (aproximadamente dos tercios de la cohorte), la mortalidad por todas las causas aumentó un 9% cuando ganaron más peso del recomendado, y el riesgo de muerte por cardiopatía aumentó un 20%. Por último, las mujeres consideradas "con sobrepeso" tenían un riesgo de muerte un 12% mayor si aumentaban de peso más de lo recomendado, con un aumento del 12% en el riesgo de muerte por diabetes.
El aumento de peso durante el embarazo no se produce sin motivo, ya que el acceso a la atención sanitaria, la nutrición y el estrés pueden ser factores importantes. Pero ahora que tienen una idea más clara de los riesgos a largo plazo asociados a un aumento de peso poco saludable, Hinkle y sus compañeros esperan encontrar más datos que ayuden a abordar el problema.