El banco central estadounidense no descarta rotundamente una subida adicional en 2023 y espera un entorno de tipos menos benigno para 2024
MADRID. Al igual que en la reunión de junio, la Reserva Federal americana (FED) volvió a pausar en septiembre la subida de tipos. Todo ello reafirmando la proximidad del fin del ciclo del endurecimiento de la política monetaria y aumentando la cautela ante una posible sobrerreacción para controlar la inflación.
No obstante, el contenido de la reunión fue más duro de lo esperado. El banco central estadounidense no descarta rotundamente una subida adicional en 2023 y espera un entorno de tipos menos benigno para 2024.
La solidez de la actividad económica y del mercado laboral vuelve a generar dudas sobre la posibilidad de rebajar rápidamente la inflación a niveles del 2%. Sin embargo, el efecto atrasado de la política monetaria podría generar desequilibrios en la economía, generando un problema mayor frente al objetivo de la estabilidad de precios.
La reacción del mercado fue leve en la mayoría de activos, al ser una decisión ampliamente descontada, si bien los tramos cortos de los bonos soberanos sufrieron al atrasarse las expectativas de recortes hasta finales de 2024. Lo hicieron presionando a la baja las cotizaciones de las compañías de crecimiento más sensibles a estos movimientos.
Carlos del Campo pertenece del equipo de Inversiones de Diaphanum