MURCIA. El ferry que atraca en el puerto de La Ribera y en el de Tomás Maestre en La Manga verá renovada su flota con una subvención europea de cerca de 200.000 euros que permitirá adquirir un nuevo barco eléctrico más ecológico y sostenible.
El nuevo barco que se incorporará a la flota ribereña es un modelo que permite el ahorro en combustible, lo que se suma a la mayor disponibilidad de pasajeros que podrá llevar en él: de los 70 que actualmente puede albergar una embarcación como las que ahora hay, pasará a tener 120. Sin embargo, se adquirirá un barco distinto al planteado, de un precio algo menor.
Antonio Fernández, empresario de Ferry Mar Menor, afirma que "estamos al 25% del año pasado: si antes llevábamos 500 pasajeros al día, ahora tenemos poco más de 100". Fernández recalca que también han disminuido los horarios de viaje, eliminando la franja nocturna. "Antes estábamos hasta la una o las dos de la mañana, pero con esto del coronavirus no nos queremos arriesgar. Ahora tenemos un horario más pequeño, pero también más seguro".
La empresa no estima ampliar los horarios y restaurarlos este verano. "Será ya de cara al próximo verano cuando todo vaya mejor. Estamos pendientes de las vacunas que puedan surgir. Ha cambiado la dinámica del país y todos esperamos una pronta recuperación de la economía", dice el empresario marítimo.
La línea regular, que funciona todos los días del año, sólo se ha visto paralizada con el estado de alarma y las primeras fases del desconfinamiento, cuando el gobierno de la Nación estimó oportuno detener los transportes de este tipo. Los empleados que sufrieron un ERTE se encuentran ahora nuevamente trabajando, lo que la empresa celebra.
"No destaco nada bueno: todo es negativo", confiesa Fernández. "Un negocio de este tipo te limita en gente, en facturación. Hay un gran número de gastos fijos, como la revisión anual de un barco, que cuesta 10.000 euros y es obligatoria. Queremos seguir teniendo a la gente que tenemos. La actividad debe seguir manteniéndose, aunque sea a costa de nuestro dinero particular. No siempre se está para ganar".
Un gran empuje lo recibe del consistorio municipal de San Javier, que dota de 75.000 euros al año a la empresa para el mantenimiento del transporte. "Sin esta subvención no podríamos proseguir la actividad", comenta Antonio Fernández. Sin embargo, durante la pandemia y la "nueva normalidad", las instituciones "no se han portado ni bien ni mal, no nos podemos quejar; ni hemos pedido ni nos han ofrecido".