CARTAGENA. El acceso a una vivienda digna es uno de los grandes quebraderos de cabeza de las instituciones, conscientes de los precios prohibitivos que el mercado marca en muchas ciudades. Cartagena no es ajena a esta circunstancia. En el caso de la trimilenaria, el actual contexto de inflación dificulta todavía más un escenario en el que se dan otras dos circunstancias que afectan al sector inmobiliario.
La falta de suelo es uno de los retos a los que se enfrenta el sector. Por primera vez en muchos años, el número de viviendas acabadas es superior a las iniciadas, lo que indica un problema evidente de oferta que empuja los precios al alza, dificultando el acceso a la vivienda de muchos sectores de población. Entre estos sectores la población joven es la principal perjudicada. "Debemos poner en marcha medidas para facilitar el acceso a este sector de población, que es el más demandante de vivienda, ya que son los jóvenes los que suelen lanzarse a la compra de vivienda para empezar su proyecto de vida", manifestó el consejero de Fomento, José Ramón Díez de Revenga durante la feria inmobiliaria 'Reside'. "Sigue habiendo más demanda que oferta", apuntan desde InmoCartago. "Apenas se ha construido en los últimos años. Esto afecta especialmente a la gente joven, que se tiene que ir a localizaciones más periféricas para poder encontrar una vivienda que puedan afrontar", añaden desde la inmobiliaria Cartagena Homes.
La mano de obra cualificada es otro de los problemas estructurales que vive el sector. La paralización de la actividad durante la pandemia ha provocado que gran parte del sector de la población que se dedicaba a la construcción haya derivado hacia otro tipo de empleo. Una situación parecida a la que vive la hostelería. "Seguimos teniendo problemas. La única opción que hemos encontrado es formar a nuestros propios empleados con sesiones formativas semanales", apunta Ana María Díaz, de AZ 55 Arquitectura. "Simplemente, no hay trabajadores. Es un problema porque nadie quiere ser albañil. Y es algo que, me temo, se va a mantener en el tiempo", añade Diego Costa, otro empresario de reformas. Los distintos actores del sector tratan de formar a los empleados existentes para paliar la falta de mano de obra, que amenaza seriamente al futuro de la construcción.
"En Cartagena hay problemas con el acceso a la vivienda en general. Apenas hay oferta para el alquiler y la vivienda nueva es muy cara para lo que podemos considerar clase media. Es un caos", cuentan desde Cartagena Homes. "A la gente le cuesta encontrar un alquiler que pueda afrontar. En los últimos meses sí hemos notado menos intención de comprar. Antes había operaciones que salían de forma más o menos rápida y ahora no", añaden.
Este contexto también afecta a los universitarios. La afluencia de alumnos ERASMUS, cada vez más numerosos en la UPCT, congestiona todavía más el mercado inmobiliario, incapaz de absorber toda la demanda que le llega. “Muchos padres han valorado incluso poner una reclamación en el Ayuntamiento porque encuentran muchas dificultades para encontrar un piso en el que vivir durante su etapa universitaria”, añaden desde las inmobiliarias. El aumento del parque inmobiliario se antoja clave para solucionar los problemas de vivienda en Cartagena.
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