tiempos para la reflexión / OPINIÓN

El territorio regional, el ayer y el hoy

18/09/2023 - 

En estos tiempos en que tanto se habla de territorios y regiones históricas hemos de recordar que la ahora Región de Murcia es solo una parte del territorio que la conformaba en el siglo VI. En aquel entonces se conocía como Civitate de Aurariola y su capital se encontraba en Oriola (Orihuela), un territorio que comprendía el norte de la actual Almería, Murcia, Alicante y más de la mitad de Albacete.

Este territorio mantuvo su capital en Oriola durante 259 años, del 572 al 831. Posteriormente se conformó en el reino de Tudmir y, por ultimo, en la Cora de Tudmir. Terminada la nueva ciudad de Mursiya, construida por Teodomiro en el año 825, Abd al Rahman II,  la nombró en el año 831 a capital de la Cora de Tudmir.

Miguel Barcala Candel, en su libro el reino de Tudmir, indica que en todas las crónicas árabes, incluso después de desaparecido Tudmir como reino, se denominaba a esta región como “país” por conformar una unidad histórica y geográfica.

La configuración territorial de la Cora de Tudmir, luego reino musulmán de Murcia formado a la caída del califato, la recoge el mapa de al-Udri del año 1003, y esta conformada con una base eminentemente natural que, a grandes rasgos, se correspondía con la cuenca hidrográfica del Segura, desde el valle de Almanzora por el sur y al de Vinalopó por el norte.

 

Este es prácticamente el mismo territorio que configurará el Reino de Murcia en el momento en que se produce su incorporación a la Corona de Castilla en 1243. Pero las diferencias entre Castilla y Aragón arrastraron al reino de Murcia a una situación inestable, modificando reiteradamente su territorio en razón de los acuerdos de cada momento, siempre en perjuicio del reino de Murcia. 

Como ya se puede constatar en el mapa de 1778, el reino de Murcia había perdido una gran parte del territorio con el que se incorporará al reino de Castilla, y estaba configurado en tres esferas jurisdiccionales: realengos, señoríos y lugares de órdenes.

En realengos se incluían la ciudad de Murcia, la ciudad de Cartagena, Fuente Álamo, Mazarrón, la ciudad de Lorca, Hellín, Tobarra, Albacete, Fuensanta, la Gineta, la Roda, la ciudad de Chinchilla, Fortuna, Sax, Almansa y la ciudad de Villena.

En órdenes, de Santiago-Cieza, Moratalla, Caravaca, Liétor, Férez, Letur, Socovos, Lorquí, Villanueva, Ulea, Ojós, Ricote, Blanca, Abarán, Totana-Aledo, Pliego y Bullas-; de San Juan -Calasparra y Archena-; de Calatrava -Abanilla-, y Señoríos de, Duque de Montalvo: Alhama, Librilla, Mula y Molina, y de Marques de Albudeite -Albudeite.

El 25 de septiembre de 1799 se promulgaba el Real Decreto por el que se creaban las provincias marítimas: Cartagena, Alicante, Oviedo, Santander, Cádiz y Málaga, aunque todas ellas se mantenían en la división de Javier de Burgos de 1833, a excepción de Cartagena que dejaba de ser provincia. En el año 1927, casi cien años después, se ampliaba el número de provincias con la creación de la provincia de Las Palmas, y se conformaban las 50 provincias actuales.

Todo este gran territorio, también llamado el Sureste, incluía a las provincias del extremo sudoriental de la península Ibérica: Albacete, Alicante, Almería y Murcia, que han mantenido desde siempre fuertes vínculos económicos, culturales y comerciales propios de sus relaciones de vecindad. Cabe remarcar que hay comarcas naturales que comprenden el espacio político de varias provincias como es el caso de la Vega del Río Segura y las zonas de Cieza-Hellín o las de Lorca y Huércal-Overa.

Estos vínculos de vecindad culturales, comerciales y geográficos han determinado un modelo económico con muchos elementos comunes que se han visto alterados, al menos en su integración política, por la nueva configuración del Estado de las Autonomías.

En el III Plan de Desarrollo Económico y Social del Sureste Español, en los trabajos realizados por la Comisaría del Plan de Desarrollo Económico y Social, que ha servido de base para la elaboración del texto del III Plan para el cuatrienio 1972-1975, se plantea como realidad histórica y se estudian conjuntamente las provincias del Sureste (Albacete, Alicante, Almería y Murcia).

"La realidad histórica, territorial y poblacional de la Región de Murcia demanda y precisa de la recuperación de la trimilenaria Cartagena como provincia"

Los datos que se aportan del estudio que la comisión llevo a efecto para su realización constataban que a partir de los años 60 la Región no se incorporó al desarrollo que iniciaba España, especialmente en las zonas turísticas, a pesar de su excelente situación geográfica. Asimismo, recoge la exclusión de la Región de Murcia en las previsiones en infraestructuras al confirmar su exclusión del Plan REDIA, así como su situación en la educación, puntales ambos fundamentales para el desarrollo.

Como se puede constatar a lo largo de la historia, la que fuera Civitate de Aurariola, Reino de Tudmir, Cora de Tudmir y, finalmente, reino de Murcia, fue reduciendo su territorio de manera continuada, hasta finalmente con la creación de las provincias, aunque se mantenía la vieja denominación su territorio se reducía al de las provincias de Albacete y Murcia.

Con la configuración del Estado de las Autonomías, la Región también perdía Albacete, al integrarse esta en la Comunidad de Castilla la Mancha, y el territorio de la Región de Murcia se ajustaba al espacio territorial de la provincia de Murcia, obviando una realidad histórica que les unía desde siglos, tanto económica, como social y cultural.

La realidad histórica, territorial y poblacional de la Región de Murcia demanda y precisa de la recuperación de la trimilenaria Cartagena como provincia, que ya lo fue, y configurar a la Región con dos provincias: Cartagena y Murcia. Igualmente se debe afrontar la realidad de La Manga del Mar Menor y su entorno con la creación de un municipio propio.

                                                                                                              www.angelmartinez.es