La Región crece, pero lo hace por debajo de la media nacional a pesar de que todos los informes confirman su potencialidad de desarrollo en la industria y los servicios. Por tanto, el reto al que se enfrenta el Gobierno regional es transformar las debilidades en oportunidades, y ello es posible por la capacidad de desarrollo con la que cuenta.
Conocedores de esta doble realidad, el Gobierno regional debería convocar a partidos políticos, empresarios y sindicatos para, a través del diálogo, alcanzar los acuerdos precisos para resolver juntos los dos hechos independientes, aunque absolutamente complementarios y vitales, y que han condicionado y siguen condicionando el desarrollo de la Región:
(1) Acabar con el histórico retraso en su incorporación a los grandes ejes de comunicaciones portuarias, ferroviarias, viarias y aeroportuarias. Que el Gobierno cumpla el PITVI 2012-2024 como ha reclamado la Región en el acuerdo del 6 de marzo de 2020.
(2) Sustituir el enfrentamiento por el consenso y la negociación, acordando un plan de actuaciones para transformar las debilidades en fortalezas y oportunidades para los inversores y crear empleo y riqueza.
La realidad es que la Región, aunque aporta al total nacional el 3,21% de los ocupados, solo aporta el 2,67% al PIB. En cuanto a los ingresos medios anuales netos por persona en 2022 (según la encuesta del INE del primer trimestre de 2023), la Región solo alcanza el 81,73% de la media nacional y solo supera a la Comunidad de Extremadura, como se puede constatar en el mapa.
Los datos de la EPA del tercer trimestre de 2023 muestran que el total de ocupados de la Región se ha incrementado sobre el segundo trimestre en 6.200 personas y se sitúa en los 671.100, lo que supone el 3,16% del total nacional (en 2021 era el 3,23%). El paro se ha incrementado en 10.100 personas y se sitúan en 103.800 las personas que buscan un empleo que no encuentran.
Mientras, las empresas demandan profesionales que tampoco encuentran. El total de parados en la Región representa el 3,64% del total nacional (en 2021 era el 3,12%), y la tasa de paro es del 13,39% (solo por debajo de Andalucía, Extremadura y Canarias), lo que la sitúa por encima de la media nacional del 11,84%, mientras la tasa de productividad regional se establece en el 85,42% de la media nacional.
"La deuda de la Región es consecuencia de la infrafinanciación a que ha estado sometida por el Estado, y es este quien debe asumirla"
¿Para cuándo un plan extraordinario de formación que les permita una nueva oportunidad, utilizando los Centros de Formación de empresarios y sindicatos, entre ellos la FREMM, que es un referente nacional en formación y reinserción?
El cuadro nos permite constatar la evolución de la Región en el contexto regional, nacional y en la Unión Europea, entre los años 2000 y 2021. En dicho periodo el PIB por habitante en la Región ha crecido 1,19 puntos menos que a nivel nacional y los datos que se anticipan, si no se actúa, muestran que seguirá creciendo por debajo de la media nacional.
Según la Contabilidad Regional de España (CRE), en el año 2018 el PIB de la Región crecía el cero por ciento y la media nacional el 2,3%. En 2019 la Región crecía el 2,3% y la media nacional el 2%. En 2020, año de la crisis generada por la pandemia del COVID 19, la Región decrecía el -0,1% y la media nacional lo hacia en el 11,3%, y en 2021 el PIB de la Región crecía el 5% y la media nacional lo hacia en el 5,5%.
El crecimiento del PIB en 2022 y las previsiones para 2023 y 2024, publicadas el 10 de octubre por el BBVA Research, confirman el crecimiento del PIB del 4,8% en 2022, 0,7 puntos por debajo de la media nacional del 5,5%. Para 2023 estiman un crecimiento del 1,8%, 0,6 puntos por debajo del crecimiento medio nacional del 2,4%, y la estimación para el año 2024 es del 1,8%, al igual que la media nacional.
El 31 de octubre la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) hizo publica su estimación de crecimiento del PIB por comunidades autónomas para el tercer trimestre de 2023, confirmando el menor crecimiento de la Región que la media nacional, al crecer el PIB en tasa interanual el 1,5%, lo que supone 0,3 puntos menos que la media nacional del 1,8%.
En este contexto, la Región se encuentra con una deuda que se sigue incrementando y que a mediados de 2023 superaba los 12.000 millones de euros, consecuencia principalmente de la infrafinanciación a que ha estado sometida por el Estado, y es este quien debe asumirla, pues de lo contrario la Región no podrá seguir prestando los servicios a que esta obligada. A pesar de que nos encontramos en momentos de incertidumbre y desasosiego, es preciso dejar de ser oposición para ser el motor de la recuperación.
Todos conocemos del total compromiso del presidente López Miras para con la Región y, dada la situación nacional y regional de incertidumbre, sería preciso convocar a partidos políticos, empresarios y sindicatos, y consensuar un plan por la Región. Un plan de actuaciones con objetivos, plazos y medios, para incentivar el desarrollo de la actividad productiva y, en consecuencia, la creación de empleo y riqueza, concretando tiempos ciertos en la respuesta a los proyectos empresariales, implantando el silencio administrativo positivo para que estos se cumplan y haciendo de la Región un referente en la atracción de inversores y talento.
Asimismo, se debe conseguir negociar con el resto de las comunidades una financiación autonómica que responda a las necesidades reales de los servicios a prestar para que esta no siga penalizando su desarrollo. También es necesaria la programación de la realización de las Infraestructuras ferroviarias, viarias y el nuevo puerto de El Gorguel (para que se cumpla el PITVI 2012-2024, como se reitera en el acuerdo del 6 de marzo de 2020), y poner en valor todas las ventajas comparativas con las que cuenta. Sin acuerdo, difícilmente podrá salir la Región de la situación actual, y hacerlo realidad debería ser el principal compromiso de todos, y liderado por el Gobierno de la Región.