MURCIA. "Mis pinturas recurren al primitivismo de la infancia. Con el tiempo he podido ver al ser humano como un eterno niño, como un gran fauno desbordado por las pasiones". Así se refería el artista Manolo Belzunce (Lorca, 1944) a su icónica colección de obras tituladas Primer día, que expuso en la galería Babel de Murcia en 1998. Han pasado unos cuantos años desde entonces y en este que acaba cumple 80 este pintor que siempre ha dejado salir la mirada de ese niño que llevaba dentro; que ha expresado sus sentimientos y atracción sobre África -ya fuera con pinceles o con sus propias manos-; y que ha bebido de grandes maestros, siéndolo también él para artistas más jóvenes de la Región.
Con motivo de este aniversario, la galería Babel ha preparado un regalo, que más que para el artista es para los propios murcianos, ya que ha inaugurado una exposición con obra de Belzunce que abarca 18 años de pintura, desde 1987 a 2004, y que se podrá ver hasta el 11 de enero.
Manolo Belzunce: 80 aniversario muestra las grandes constantes de su trabajo -esas que han hecho posible que el espectador sepa inmediatamente que está ante una pintura de su autoría-, aún en lo ecléctico de la elección de sus temas y siempre desde su expresionismo figurativo. Así ocurre con obras como Primer día, La rama, África I, África II, Adán y Eva, Cazadores africanos, La sombra del Fauno, Anfiteatro romano, La divina comedia I, La divina comedia II, La partida y El artista y la modelo. Son cuadros que muestran la temática africana del artista, pero también otros temas emblemáticos de su pintura y su pensamiento. Así, en la colección de piezas reunidas también queda patente la herencia plástica que el artista aceptó y con la que homenajea a Picasso, Matisse, Courbet, Schiele, Manet y Delacroix, entre otros.
Javier Cerezo, director de Babel, ha querido recordar la biografía de este lorquino inquieto, asegurando que "de Manolo Belzunce se sabe tanto como se desconoce". Señala, por ejemplo, que su madre nació en Melilla y que "los orígenes marroquíes del artista fueron construyendo un entramado de sentimientos que formarían parte de sus aspiraciones y su identidad". Apunta, asimismo, que en 1996 Manolo Belzunce regresó a Murcia después de vivir durante 22 años en Cataluña, Francia, Bélgica y Holanda, así como que ese año la Galería Babel le organizó la exposición individual titulada La sombra del fauno, "a través de la cual el artista mostraba su obsesiva nostalgia por África".
"Fauno, uno de los dioses indígenas de la antigüedad, era promotor de la agricultura y la ganadería y, por tanto, uno de los dioses de la fertilidad. Fertilidad también es una de las palabras que definen a nuestro artista a juzgar por la intensa actividad productiva y expositiva que ha mantenido desde joven", explica Javier Cerezo, quien también indica que en ese año del regreso a Murcia, la Babel colaboró con él para que su obra estuviera expuesta en la Galería Dedato de Amsterdam y en el Centro de Arte Palacio Almudí de Murcia.
Añade el director de la galería murciana que "Belzunce se ha identificado durante muchos años con la figura de Fauno. En sus obras de los años 90 vemos a un creador romántico a quien le interesa el mundo de los dioses clásicos y, a la vez, investigar sobre las desafiantes pasiones humanas. En 1997 la Galería Babel pudo exhibir de nuevo en su sala las obras de Belzunce y llevarlas también a Artexpo Fira de Barcelona". Apunta, asimismo, que "con nuestro apoyo sus pinturas se pudieron ver, así mismo, en la Stads Galería en la ciudad de Gouda, Holanda, en la Galería Centaur de Londres, en el Palacio de San Esteban de Murcia, en la Sala Millares de Madrid, en el Centro de Arte Palacio Almudí de Murcia, en la Casa de Cultura de Yecla y en la Galería Jandro de Palma de Mallorca".
En 1998, Belzunce expuso en Babel su icónica colección de obras tituladas Primer día, con la que indagaba en la antigüedad de los orígenes del hombre y que en palabras del propio Belzunce "recreaba el origen africano de la Humanidad". "Aquella colección de obras también mostraron el acta de nacimiento de una nueva forma de pintar que el artista experimentó desde primeros de los años 90. Podríamos decir que Primer día inició un nuevo círculo creativo", que ahora espectadores, coleccionistas, galeristas, críticos, periodistas, editores y directores de museos "debemos mantener viva".
La Galería Babel ya llevó a cabo la primera retrospectiva del artista en 1998 con su exposición Imágenes del deseo, donde sus personajes, conflictos y escenas llevan hasta Dante Alighieri, Balzac o Baudelaire, por ejemplo. Hay también en estas pinturas una muestra del gusto inabarcable del artista por títulos cinematográficos como El nadador, La parada de los monstruos o El tercer hombre, recuerda Cerezo, cuya galería también contribuyó a finales de los años 90 y principios de los 2000 a llevar esta nueva generación de obras de Belzunce a Florencia, Palma de Mallorca, Madrid, Barcelona, Roma, Londres y México.