MURCIA (MP/ Efe). El municipio de Murcia ya tiene sus Presupuestos para 2024 con unas cuentas que alcanzarán los 500 millones de euros en ingresos (unos 43 millones más que en 2023), mientras que los gastos previstos serán de 491,2 millones de euros. Y es que el Pleno del Ayuntamiento ha aprobado las cuentas del equipo de Gobierno del PP entre grandes críticas de los grupos de la oposición, que consideran que las consideran "papel mojado", ya que arrojan un remanente negativo de tesorería de casi 100 millones de euros.
"Cuando lleguemos a la liquidación, buscaremos la solución", defendía el concejal de Gestión Económica, José Francisco Muñoz, quien insistía en la necesidad de aprobar las cuentas públicas para hacer frente así a las subidas salariales fijadas por ley, así como a las obligaciones de prestación de servicios y actualización de los contratos con las concesionarias.
Sin embargo, tanto para PSOE como para Vox, que han votado en contra, el hecho de sacar adelante estas cuentas sin haber aprobado antes la liquidación supone que "estos presupuestos no servirán para nada" puesto que no contemplan ese "agujero", y deberán rehacerse, como informa la agencia Efe.
Muñoz ha recordado las grandes cifras de este presupuesto, que por primera vez supera los 500 millones en ingresos, mientras que los gastos se quedarán en 491 millones de euros, con un superávit de 10 millones de euros, recuperando así la "senda del equilibrio presupuestario".
Con estas cifras, ha detallado, el gasto por habitante ascenderá a 1.047 euros, frente a los 986 millones del año pasado, y se contemplan también "inversiones globales" por valor de 45 millones de euros, sin recurrir al endeudamiento, sino ordenando remanente de inversión y apostando por la venta de parcelas municipales, por valor de 17 millones de euros.
El 78% del presupuesto, ha dicho, estará destinado a "políticas activas de protección de las personas", con aumentos en los gastos corrientes de educación, familia y deportes, entre otras.
Con respecto a estas cifras, el portavoz socialista, Ginés Ruiz, ha resaltado que los ingresos están "absolutamente hinchados", algo que refleja, ha dicho, el informe de la intervención que acompaña a los presupuesto y que pone en duda el incremento previsto, que se deriva, según el proyecto, de un aumento en la recaudación fiscal por unos 31 millones de euros, y de la venta de parcelas municipales.
Ruiz criticaba que la subida de ingresos de las cuentas públicas, que este año superan por primera vez los 500 millones de euros, se debe en exclusiva a la subida de impuestos y tasas municipales, con los que se recaudarán 31 millones de euros más que el año pasado.
Además, advertía de que las inversiones previstas, por un importe de unos 19 millones de euros, dependen por completo de la venta de terrenos y parcelas de titularidad municipal. El servicio de intervención, apuntaba, ya ha advertido de que no podrá alcanzarse esa cifra con la enajenación de bienes, por lo que las ejecuciones no se llevarán a cabo.
A este segundo capítulo se fían unos ingresos de unos 17 millones de euros, una cifra que Ruiz se ha mostrado confiado en que no se alcanzará y que, incluso si se alcanzara, sería negativo para el Ayuntamiento, ya que "está vendiendo el coche para comprar gasolina".
Muñoz defendía que ya hay comprometidos unos 10 millones por esas ventas, fondos que se destinarán a financiar las inversiones que contempla el presupuestos, que no recurrirá, ha explicado, a endeudamiento para financiarlas.
En la misma línea que el PSOE, el concejal de Vox José Mariano Orenes, ha lamentado que se plantee "vender el patrimonio del Ayuntamiento para pagar fuegos artificiales", e insistía en que las cuentas no contemplan una capacidad para "hacer inversiones reales", deja "sin recursos a las pedanías" y contempla unos ingresos que “no se los cree” ni el propio concejal del ramo.
Orenes se ha referido también al informe de la intervención municipal que cuestiona que sea posible llegara a esos ingresos y ha advertido de que no sabe si sería mejor que ese aumento fuera real, porque la carga la soportarían los ciudadanos a través de una subida de impuesto, o si no lo es, porque "iremos a la quiebra".
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