MURCIA (MP). Los resultados del ensayo clínico de Prevención con Dieta Mediterránea (PREDIMED) dirigido por el Dr. Ramon Estruch y publicado en el New England Journal of Medicine señalan que seguir una dieta mediterránea suplementada con 28 gramos de pistachos al día, es decir, unas 49 unidades, puede contribuir a reducir de manera significativa los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares. Éstas son la primera causa de mortalidad en nuestro país.
Y es que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares provocan la muerte de 17,9 millones de personas al año y son responsables del 32% de las defunciones de todo el mundo. De ahí, la importancia del PREDIMED que determina que el consumo regular de pistachos puede promover cambios favorables en la dieta, reducir la presión arterial y, por ende, contribuir a la pérdida de peso.
Para realizar el ensayo clínico del PREDIMED, unas 7400 personas siguieron una dieta mediterránea. Esta dieta integraba 30 gramos de pistachos diarios o, en su defecto, un litro de aceite de oliva a la semana. Los resultados demostraron una reducción del 30% del riesgo de episodios de enfermedades cardíacas; el mismo que el que ofrecen las estatinas, un fármaco destinado a reducir el colesterol.
Las grasas insaturadas, su gran número de vitaminas y minerales, así como otros nutrientes hacen del pistacho un gran aliado del corazón, capaz de reducir los episodios cardíacos. Al ser rico en tiamina, contribuye a la función normal del corazón; su aporte de magnesio colabora a una función muscular natural; mientras que su componente de hierro contribuye al transporte común de oxígeno por todo el cuerpo y a la formación de glóbulos rojos.
El reciente estudio de la Universidad de Cornell confirma la alta capacidad antioxidante de los pistachos que rivaliza con la de alimentos tradicionalmente considerados antioxidantes como los arándanos, granadas, cerezas o remolacha. Son ricos en luteína y gamma-tocoferol; y, una alta fuente de cobre, manganeso, selenio, zinc, riboflavina y vitamina E, por lo que contribuyen a proteger las células del estrés oxidativo.
Rico en grasas monoinsaturadas e insaturadas, ácido oleico y linoleico, el pistacho contribuye a mantener los niveles normales de colesterol en sangre según el estudio realizado por el Dr. Vellingiri Vadivel en colaboración con la Universidad de Hohenheim y la Universidad de Nairobi.
Incorporar pistachos a la dieta es una óptima forma de conseguir mantener el peso. Los estudios realizados demuestran que el consumo de un puñado de pistachos al día ((28 gramos) no inciden en el peso, sino que permiten controlar el peso. Ricos en fibra, tienen un alto poder saciante evitando el hambre entre horas.
Los pistachos presentan los niveles más altos de fitoesteroles de todos los frutos secos, proporcionando 214 mg/100 g. Los esteroles vegetales contribuyen a mantener los niveles normales de colesterol en la sangre, con el efecto beneficioso que obtienen al menos 0,8 g/esteroles estanoles de todas las fuentes de alimentos que se consumen a diario.
Los pistachos también pueden inhibir la respuesta inflamatoria gracias a la lunasinas y el inhibidor Bowman-Birk. Ambas tienen una actividad antiinflamatoria y antiangiogénica favorable para ayudar a controlar la diabetes tipo 2.
El pistacho es una alta fuente de potasio que contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal; riboflavina, que favorece el transporte de oxígeno y la formación de glóbulos rojos; ácido fólico y vitaminas B6 que ayudan a la formación normal de la sangre; y, vitamina K, imprescindible en la coagulación normal de la sangre.
La presión arterial alta también constituye un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. El pistacho es una rica fuente de potasio que contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal. Por su parte, el hierro, presente en los pistachos, ayuda a la formación y al mantenimiento de los niveles de riboflavina en la sangre, favorece el transporte de oxígeno y la formación de glóbulos rojos. Junto al hierro, el cobre contribuye a transportar el oxígeno por todo el cuerpo. El ácido fólico y las vitaminas B6 de los pistachos ayudan a la formación normal de la sangre y al mantenimiento de la riboflavina; sin olvidarnos de la vitamina K, imprescindible en la coagulación normal de la sangre.