CARTAGENA. Solo cuatro meses después de la inauguración oficial de la nueva plaza del Galúa, un proyecto dentro de la estrategia La Manga Abierta 365 y en el que se han invertido 786.772 euros, la imagen que ofrecen los cuatro miradores dista de aquella de su presentación.
El óxido y la corrosión han acabado inundando las barandillas de esta superficie, que ocupa un espacio de 1.500 metros cuadrados. Cualquiera que se atreva a apoyarse y contemplar el Mediterráneo en este exquisito lugar, lo único que se podrá llevar a casa es una buena mancha en la ropa.
Estos días un operario ha estado retocando las barandillas con una capa de pintura antióxido, pero los vecinos denuncian que el problema seguirá patente y volverá a salir a la luz en una zona en la que la sal y el viento harán que la corrosión vuelva a salir en estos soportes que deberían haber sido colocados con material no oxidable pero, curiosamente, son todo lo contrario.
No son pocos los vecinos de la zona que se preguntan en estos momentos y visto el resultado unos pocos meses después, cómo y quién decidió utilizar elementos corrosivos en esta zona y piden responsabilidades a los gobernantes -en este caso al Ayuntamiento de Cartagena que se encargó de la supervisión técnica del proyecto y de la ejecución de la obra- y a la empresa que la llevó a cabo.
La actuación, recordemos, supuso la creación de un espacio distribuido en nuevos miradores e itinerarios peatonales junto al mar, un graderío con bancos de madera y escaleras de piedra natural, nuevo mobiliario urbano para crear zonas de sombra, la mejora de los accesos a los miradores y a la playa para personas con movilidad reducida, la creación de 400 metros cuadrados de vegetación, la renovación de la iluminación de la zona con 43 puntos LED y la renovación de la red de agua potable y una red de riego para la nueva vegetación.
Con un presupuesto de adjudicación de 786.772 euros, fue cofinanciado por los Fondos FEDER (80%) y la Comunidad Autónoma (20%). Por su parte, el Ayuntamiento de Cartagena colaboró tanto con la cesión de los espacios como con la supervisión técnica del proyecto y de la ejecución de la obra.