MURCIA. Sin lugar a dudas Rogelio Manresa fue la persona que trajo el alumbrado eléctrico a las calles de Murcia, lo cual cambiaría la vida de sus habitantes para siempre. Mayor de cinco hermanos se licenció en Derecho, una profesión que llegó a ejercer durante algunos años compaginándola con sus proyectos.
Impulsador de la sociedad La Electromotora por la que desde 1902 se comenzó a generar electricidad desde El Molino del Marqués. El proyecto base comenzó con 300 farolas y fue tal el éxito que rápidamente comenzó a expandir la idea a otras zonas de la Región, como en el entorno de Los Almadenes en Caravaca (1910), en donde se solicita permiso para aprovechar del mismo modo los saltos de agua. Este hecho le provocó un conflicto con el gerente de la que hasta entonces generaba electricidad mediante carbón, la empresa Lebón, de Eugenio Lebón; un representante de la misa –Manuel Garrigós- le llega a disparar dos balas sin llegar a acabar con la vida de Rogelio. La prensa de la época lo resumía así:
Lamentable suceso. Esta tarde a las cinco de la tarde ha ocurrido un suceso desagradable en la plaza de González Conde que afortunadamente no ha tenido graves consecuencias. Nuestro amigo D. Rogelio Manresa, representante de la sociedad 'La Electromotora' y D. Manuel Garrigós, encargado de las instalaciones de la compañía Lebón, se han encontrado en el sitio referido y seguramente por asuntos de las compañías que representan, discutieron acaloradamente, vinieron a las manos y el Manuel Garrigós disparó dos tiros de revolver sobre su contrincante. Afortunadamente, los disparos no han causado al Sr. Manresa más que pequeñas erosiones.Lamentamos el percance, alegrándonos que el suceso no haya tenido importancia.
Pero la vida de Rogelio Manresa no fue siempre sencilla pues sobre su figura recae una leyenda a partir de la cual comienza a tener unos problemas terribles de salud. Se dice que tras las navidades del año 1942, es decir en 1943, se cruza con una mujer por el entorno de la Catedral de Murcia quien le pide una limosna. Habiéndosela negado esta señora le desea que le entre un mal tan grande que se muera con inmensos dolores. La expresión que utilizó fue "malos perros te devoren el cuerpo".
A partir de ese incidente sin importancia aparentemente nuestro protagonista comienza a perder peso poco a poco, perdiendo en años venideros además fuerza, masa muscular hasta quedarse en los huesos, muriendo en 1948. Los especialistas hablaron de que fue víctima de una caquexia, deduciendo de ella que padeció cáncer, aunque esto último es solo una hipótesis ante la aparición de desnutrición, atrofia muscular, fatiga y debilidad, lo que comúnmente se conoce como “quedarse en los huesos” pero en esta ocasión de forma literal. A día de hoy la enfermedad que sufrió este murciano distinguido y que acabó con su vida sigue siendo un misterio.
Hoy podemos visitar su mausoleo en el Cementerio de Nuestro Padre Jesús de Espinardo, del que hemos de destacar que posee un estilo gótico del siglo XV y que se ubica en el lugar en el que su padre –Pedro Manresa, notario– había comprado en la calle Fuensanta en 1883. Ese estilo y sus semejanzas con otros panteones en Hellín o Orihuela nos lleva a pensar que arquitectos como Pedro Celdrán llevaban en sus proyectos maquetas ya prefabricadas con los diseños, siendo el de Rogelio Manresa uno más, con las pequeñas diferencias que caracterizarían a la familia del abogado murciano. El tipo de edifico elegido para la construcción del panteón es una iglesia, de planta rectangular con una fachada de arco apuntado flanqueada por finos baquetones bajo un pequeño rosetón, muy típico en el gótico francés.
* Santi García es responsable de Rutas Misteriosas y autor del libro 'Murcia, Región Sobrenatural'