MURCIA. Aún hoy en día resulta sencillo encontrar rebaños en los campos de la Comunidad murciana. No hay más que pasear por las zonas más rurales para observar al ganado pastando en las praderas junto a al pastor y los perros, garantes ambos de su seguridad. Y es que, pese a todos los inconvenientes que acarrea este oficio, el pastoreo aún se resiste a desaparecer en la Región.
En especial, la ganadería extensiva aún destaca en la comarca del noroeste, la zona donde se cría la oveja segureña, un garante de calidad de origen autóctono. No obstante, tanto la cantidad de horas que requiere esta labor como la necesidad de pasar los días y las noches a la intemperie son factores que pueden desmotivar a los más jóvenes para heredar el testigo.
Por tanto, y para garantizar un relevo generacional efectivo, nació a comienzos de este 2021 la Escuela de Pastores de la Región, un proyecto puesto en marcha por la Comunidad Autónoma a petición de las voces del gremio. Esta iniciativa cierra el ejercicio con ocho cursos impartidos y un total de 82 alumnos formados para que puedan desempeñar esta profesión.
También la pandemia y el confinamiento han impulsado un cambio en la percepción de muchos murcianos que "quiere volver a los oficios naturales y entrar en contacto con la naturaleza", según explica Alfonso Gálvez, presidente de Asaja: "Hay jóvenes a los que la vida urbana no les termina de llenar".
Pese a lo tradicional del pastoreo, lo cierto es que también ha conseguido incluir con éxito el uso de las nuevas tecnologías a la hora de dirigir el rebaño. En concreto, se implantan chips en el ganado para poder controlar la ubicación de cada animal a través del teléfono, de forma que resultan muy sencillos de localizar si se desvían de la ruta. Asimismo, la geolocalización también supone un avance para dirigir la ruta con mayor eficiencia y planear los recorridos previamente.
En cualquier caso, todos estos avances aún conviven con las técnicas más clásicas que tienen más que probada su efectividad. Entre ellas, sobresale la labor de los perros adiestrados para guardar las ovejas y evitar que se alejen del rebaño, así como protegerlas de los peligros que puedan encontrar. De esta forma, se consigue una fusión perfecta entre tradición y modernidad.
Ubicada en la pedanía caravaqueña de Archivel, la Escuela de Pastores de la Región proporciona con sus cursos la formación necesaria para desarrollar esta labor de manera adecuada. Por tanto, educa en herramientas tan imprescindibles como el conocimiento de las vías pecuarias, el manejo del rebaño, los alojamientos ganaderos, el control de plagas o la nutrición animal.
"La idea que alienta esta escuela es favorecer la profesionalidad y el empleo en este campo, combatiendo los problemas de relevo generacional y mejorando la sensibilidad de la opinión pública respecto al pastoreo, una actividad milenaria vinculada al óptimo mantenimiento del medio ambiente y de la cultura rural", indica el consejero de Ganadería, Antonio Luengo, sobre esta institución educativa.