MURCIA. El Museo Ramón Gaya de Murcia abre a sus visitantes una ventana a las obras que guarda en su almacen con la exposición que ya se puede visitar en la Sala Velázquez de la pinacoteca. La muestra Ramón Gaya en los fondos del museo supone una ocasión de conocer una parte de esas muchas obras que no forman parte de la exposición permanente, pero sí de la historia del pintor murciano. Hay que tener en cuenta que la colección del museo está compuesta por más de 500 pinturas. De todas ellas solo están expuestas unas 51 de Ramón Gaya y 27 de los amigos con los que se formó y de los cuales quiso Gaya que hubiera representación en su museo: Pedro Flores, Luis Garay, Juan Bonafé, Cristóbal Hall, Darsie Japp y Wyndham Tryon. El resto de obras se encuentran en los almacenes, ocultas a la mirada del visitante.
El museo informa que esta nueva exposición dejará constancia de la enorme variedad y riqueza de registros y obra que tiene Ramón Gaya. De esta manera, se podrá ver La mujer del pozal, una obra no catalogada (y hasta la fecha nunca publicada). Se trata de una litografía que acaba de cumplir cien años. La realizó un jovencísimo Ramón Gaya cuando aprendía el oficio de litógrafo en el taller de su padre, con tan solo 13 años. Eran los tiempos dorados de esa Murcia de Juan Guerreo, Jorge Guillén, Verso y Prosa, Pedro Flores, Luis Garay, los pintores ingleses…, recuerda elMuseo Gaya.
También se sacará a la luz un autorretrato; homenajes a los maestros de antaño, como la interpretación o 'comentario' al cuadro de Rubens La sagrada Familia del Museo Del Prado, "su debilidad", o El niño de Vallecas del mismo Museo y del cual decía Gaya: "Velázquez es esa nota más alta. Y el Niño de Vallecas es una nota muy alta dentro de la obra de Velázquez". También una vista de Venecia, la ciudad que cambió a Ramón Gaya, de la cual escribiría: "Venecia es 'un lugar' de pintura, 'un suelo' suyo, un pedazo de 'tierra firme' suya"; un guiño o 'divertimento' del pintor a las vanguardias que abandonó en su juventud; los cuadros de tema que abordó en Roma (tanto obras mitológicas o religiosas) y que son de un formato más grande al habitual en el pintor murciano.
Se trata del universo de Ramón Gaya desplegado en esta muestra en la que encontramos obras de las cuatro etapas en las que cabe dividir su obra: juventud, exilio, regreso a Europa y madurez. "Es sólo una pequeña parte de lo que oculta el Museo, lo que se encuentra entre bambalinas y que con este nuevo ciclo expositivo, iremos mostrando progresivamente", apuntan desde el museo.
Aunque los almacenes de un museo sean lugares 'invisibles' para el público general, tienen igual protagonismo que el resto de las salas expositivas, jugando un papel activo y vertebrador dentro de la programación de un museo y de las exposiciones fuera del mismo. "Sin un almacén en orden no se puede gestionar una colección. Se trata por tanto de un espacio primordial, vital; el lugar donde late un museo y cuyo principal cometido es favorecer la conservación y difusión", señalan desde la pinacoteca murciana.
Añaden que "con esta exposición queremos poner de manifiesto la importancia del almacén, de esos espacios del Museo Ramón Gaya que están en continuo cambio de dinamización y de revisión; que exigen un esfuerzo de instalaciones de seguridad, orden, iluminación adecuada, diseño de mobiliario concorde a las obras, señalización, control de accesos, digitalización…"
"Aunque no podamos hacer accesibles estos espacios al público general, queremos invitarte a que veas parte de ellos y de la enorme riqueza que atesoran y guardan en esta nueva exposición en la Sala Velázquez", apuntan, al tiempo que adelantan que "quedan en los almacenes -para futuras muestras- muchas obras de Ramón Gaya, pero también de artistas como Soledad Martínez, Carmelo Pastor, Cristóbal Hall, Pedro Serna, Luis Garay, Ramón Pontones, Joaquín o Eduardo Rosales entre otros".