MURCIA. El Real Murcia, que tras perder por 1-3 ante el Córdoba Club de Fútbol en el Enrique Roca es el duodécimo clasificado del grupo 2 de la Primera RFEF con tres puntos sumados en dos jornadas, comenzó la temporada con la misma inercia que le llevó la pasada campaña a quedarse fuera de la promoción de ascenso a Segunda División, es decir perdiendo en su estadio, de donde en la Liga 2022/2023 se escaparon nada menos que 28 puntos.
Los granas, que figuran a tres puntos del dúo de cabeza, que forman el Club Deportivo Castellón y la Unión Deportiva Ibiza, tienen que hacer de su campo "una fortaleza", según dijo su entrenador, Gustavo Munúa, en la previa.
Sin embargo, esa pretensión y ese deseo no estuvieron acompañados de los hechos en el arranque del campeonato y el Murcia se mostró débil cuando seis días antes había sido capaz de ganar remontando por 1-2 en el campo del Recreativo Granada en el estreno del curso.
No es algo nuevo sino más bien habitual y es que los de la capital del Segura, que en el ejercicio anterior fueron sextos con 56 puntos y se quedaron a cuatro de acceder a la promoción de ascenso, sólo sumaron 29 como locales por los 27 que acumularon como visitantes.
Los murcianistas ganaron siete partidos, empataron ocho y perdieron cuatro, con 23 goles marcados y 15 encajados ante su público y fueron el conjunto con menos puntos logrados en casa de los 12 primeros clasificados del grupo.
A domicilio obtuvieron también siete triunfos, igualaron seis partidos y cayeron en seis, con 26 tantos a favor y 18 en contra.
"Tenemos que corregir muchas cosas en defensa y hay que seguir trabajando para mejorar", indicó Munúa al término del choque en un Enrique Roca en el que se congregaron con 11.750 espectadores en una tarde noche lluviosa y va siendo norma que los partidos con gran afluencia de aficionados al estadio grana no acaban bien para el conjunto pimentonero.