El ministro Garzón quiere dejar ‘fuera de juego’ a uno de cada dos salones de apuestas de la Región

MURCIA. Con 363 salones de juego y casas de apuestas, la Región es uno de los territorios españoles con mayor proporción de este tipo de establecimientos. La ley regional de 1995, elaborada tras la reciente asunción de competencias en juego, apenas limitaba esta actividad por lo que su desarrollo fue progresivo. Aunque posteriores órdenes, reglamentos y decretos fueron desarrollando la norma, la aparición de salones de juego parecía no tener límite. Así, en 2013, cuando la Administración regional actualizaba la Ley de 1995 para reconocer los nuevos juegos online, en la Región se registraban 184 salones de juego, de los que 149 tenían la consideración de casa de apuestas.

Cinco años después, en 2018, el número se había duplicado hasta los 356 locales de juegos y apuestas; siete exclusivamente de juego y cinco de apuestas. Fue en ese momento cuando la Administración regional, con el apoyo del sector, decidió paralizar la concesión de licencias, a excepción de aquellas cuyo procedimiento ya se hubiera iniciado. En este momento, el número de máquinas tipo B instaladas y en funcionamiento es de 6.559, que se dividen prácticamente por igual entre salones y cafeterías. Además, hay cerca de otro medio millar autorizadas, pero que están en los almacenes sin utilizar y otra docena de máquinas tipo C (con apuestas y premios de mayor cuantía), especialmente en el único casino que hay en la Región.

Prácticamente una máquina de azar por cada 210 habitantes.

Existen además cinco bingos, tres en Murcia y dos en Cartagena.

El anunciado nombramiento de Alberto Garzón como futuro ministro de Consumo con competencias sobre el juego ya ha puesto en alerta al sector y esperanzado a las asociaciones que luchan contra la ludopatía. Las restrictivas normas que previsiblemente querrá imponer para armonizar las distintas leyes regionales podrían hipotéticamente acabar con la mitad de los salones de juego en la Región.

Estos establecimientos en Murcia se rigen por la Ley regional de 1995 actualizada en 2013 que únicamente establecía una distancia mínima entre locales de 400 metros y no mencionan ninguna separación de centros educativos. Sin embargo, sí regula la prohibición expresa de la entrada a estos locales a menores de 18 años.

El borrador sobre el que está trabajando la consejería de Hacienda de Murcia cambiará estos criterios y fijará una distancia mínima entre locales de un kilómetro y de 500 metros a cualquier centro educativo de Primaria y Secundaria.

Alberto Garzón y sus socios de grupo en Unidas Podemos ya barajan ir más allá y ampliar la zona de exclusión a centros educativos, deportivos, hospitales y otros, y fijar una distancia mínima de un kilómetro, por lo que acabaría con más de la mitad de los locales actualmente abiertos en la Región; y aunque la norma no tuviera carácter retroactivo salvo a costa de importantes indemnizaciones por cierre, al menos sus licencias no serían renovadas cuando concluyeran las autorizaciones.

Los expertos coinciden en señalar que el problema de la ludopatía, y especialmente entre los más jóvenes, no se solucionará decretando el cierre o sacando fuera de las ciudades los salones de juego y apuestas, pues en el caso de Murcia la apertura de nuevos locales está paralizada y la próxima normativa será aún más restrictiva; sino actuando de forma singular sobre el juego online que sí escapa al control de las comunidades autónomas y es competencia nacional.

En cuanto a la existencia de menores en los salones de juego, el año 2019 acabó con apenas diez denuncias; y es que los más interesados en que los menores no entren son sus propietarios, que se enfrentan a sanciones de hasta 30.000 euros por la mera presencia de un menor en su establecimiento y de hasta 300.000 euros si se encuentra jugando.