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libro 'Atención del ictus en la Región de Murcia. Presente y futuro'

"El mejor tratamiento para el ictus es lograr no tenerlo": la Fundación Casaverde presenta su estudio de la Región

16/11/2021 - 

MURCIA (EUROPA PRESS). La Fundación Casaverde ha presentado este martes en el Aula de de la Fundación Cajamurcia el libro 'Atención del ictus en la Región de Murcia. Presente y futuro', que contiene las conclusiones de los expertos que intervinieron en la jornada del 3 de octubre de 2019 y reuniones posteriores, responsables y profesionales altamente cualificados del sector de la salud de la Región de Murcia. Este documento recoge la visión del paciente y el impacto social y económico que tiene esta enfermedad en la población y en los presupuestos.

El consejero de Salud, Juan José Pedreño, ha presentado este estudio en el que se muestran los resultados en salud de la Región de Murcia en los últimos 11 años, desde que se puso en marcha el programa de atención al ictus, así como la percepción de los pacientes, lo que permite conocer su valoración para continuar mejorando la asistencia que se les proporciona.

En su intervención, Pedreño ha insistido en la "importancia de la prevención mediante hábitos de vida saludables, y de la detección temprana del ictus, porque de ello depende que aumente el número de personas que, tras este episodio, mantienen una buena calidad de vida y que se reduzca el número de fallecimientos por esta causa". Con unas medidas de prevención adecuadas, son hasta un 80%.

Asimismo, ha recordado que cerca del 50% de los pacientes que han sufrido un ictus lo superan con mínimas secuelas gracias a la puesta en marcha de programas de atención y prevención como el 'Código Ictus'.

Un 65% de los episodios de enfermedad cerebrovascular se corresponden a ictus isquémico. Suponen la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda en los hombres, tras las enfermedades isquémicas del corazón.

La Región cuenta con dos unidades de ictus, una en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y otra en hospital Santa Lucía de Cartagena, en las que se trabaja de manera multidisciplinar para disminuir las secuelas y la mortalidad por esta enfermedad.

El presidente de la Fundación Casaverde, Alberto Giménez Artés, ha remarcado que "aunque hemos avanzado mucho en el tratamiento de la fase aguda, no alcanzamos los esfuerzos necesarios para la fase de prevención, con campañas necesarias de concienciación entre la población en general, de la necesidad de autocuidarse".

"Históricamente se comprende esta focalización en la fase aguda, pero en general, en una sociedad avanzada, no podemos olvidar el concepto de salud definido en la OMS que no solo es ausencia de enfermedad, sino calidad de vida", ha señalado Giménez.

Ha recordado que el ictus es la primera causa de discapacidad porque estamos demasiado centrados en la fase aguda, olvidando las fases de convalecencia y rehabilitación. Para la realización de este estudio en la comunidad de Murcia se organizó un equipo de 20 profesionales compuesto por neurólogos, médicos rehabilitadores, servicios de urgencia, atención primaria, fisioterapia, y trabajo social, sin olvidar la visión de pacientes afectados.

La presentación del libro corrió a cargo de los doctores Ana Morales Ortiz, coordinadora Unidad de Ictus Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca y Coordinadora del Plan Regional del Ictus de la Región de Murcia y Juan Reyes Fernández Fernández, rehabilitador del Hospital Universitario Reina Sofía.

Morales Ortiz ha manifestado que "no podemos olvidar nunca que el mejor tratamiento para el ictus es conseguir que no tenerlo. Como comentamos en el documento, mejorar la prevención primaria es prioritario. Según datos de la OMS más de un 80% se podría prevenir, porque es debido a factores y estilos de vida modificables. En la atención en la fase subaguda y crónica en nuestra región, es quizás en lo que más haya que mejorar en estos momentos".

Por su parte, Reyes Fernández ha expresado, entre otras cuestiones, que "a nosotros los rehabilitadores, junto con todo nuestro equipo, nos corresponde luchar para que las secuelas, traducidas en discapacidad, que nuestros pacientes puedan sufrir una vez superada la fase aguda del ictus, sean las mínimas posibles, y es nuestro empeño y deseo que esto se cumpla".

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