El Lobo de Cs puede acabar de tractorista

MURCIA. Le llaman ‘el Lobo’ y quizá su papel lo sea como secretario de Organización de Ciudadanos. Los secretarios de Organización son los doses o los treses de los partidos, los que se parten la cara, los malos de la película, ¡vamos! En realidad aglutinan más poder que nadie y quitan y ponen, elaboran listas, defenestran candidatos y, si tienen algo de corazón, capaces de hacerse el harakiri o inmolarse en beneficio del partido.

Todo apuntaba a que Francisco Hervías iba a ser de estos últimos, pero dijo aquello de me voy pero me quedo. ¿? O sea, que salió sin salir, dimitió sin dimitir, acompañaba a Rivera pero siguió con Arrimadas. ¿En qué quedamos, oiga?

Hervías apenas había cumplido 31 años (por supuesto el Catecismo no condena la juventud como pecado salvo que lleve al onanismo) cuando asumió con mano férrea el papel de sargento mayor en Cs. Desde entonces se ha granjeado más enemigos que amigos aunque los pelotas le siguieran haciendo la ola por cada asamblea en la que se dejaba caer.

El jueves próximo (el 19 si no me fallan las cuentas) ni la proximidad de la Navidad le va a salvar. Parte del partido en Murcia (o lo que quede de él) se la tiene guardada y no creo que estos tiempos ‘de paz y amor’ le libren de algún abucheo. No llegará a ser como la que el Tsunami Democràtic prepara para el día antes en el Nou Camp porque en Ciudadanos aún la gente es educada, pero tampoco va a ser chiquita.

A Hervías le tienen ganas y en el peor de los casos puede volver a su natal Tossa de Mar como tractorista siempre que acredite que su destreza en labores agrícolas sea tanta como en hacer limpiezas en Ciudadanos. Iguales al menos a aquellas que realizaba el señor Lobo de Tarantino (Pulp Fiction) con cadáveres ensangrentados.

Y ¿por qué tractorista? El jueves lo veremos.