como ayer / OPINIÓN

El Himno de la Coronación de la Virgen de la Fuensanta 

El último gran triunfo de Jara Carrillo

5/09/2024 - 

MURCIA. Será ya de noche cuando la Virgen de la Fuensanta se llegue hasta una plaza de Belluga inundada de murcianos y alcance luego la de la Cruz (Hernández Amores en el decir oficial) para penetrar en la Catedral a los sones del himno nacional, interpretado por el magnífico órgano construido por el maestro Merklin en 1857.

Y sucederá hoy, en la fecha de bajada oficial septembrina más tardía posible. Porque conviene recordar que las idas y venidas desde el Santuario que marcan la feria de la ciudad giran en torno a la celebración, el domingo siguiente al día 8, de la festividad de la Patrona de Murcia. Con lo cual la fecha oscila entre el 9 y el 15. Dos días después, siempre en martes, tiene lugar la multitudinaria Romería, y dos jueves antes, entre el 30 de agosto y el 5 de septiembre, la bajada desde el monte.

Tras las oraciones pertinentes y las palabras de nuestro obispo diocesano, se cerrará el acto religioso de bienvenida con la interpretación del Himno de la Coronación, que antes enseñaban en los colegios y ahora cada vez conoce menos gente.

Tiene el himno pasajes muy emotivos, como al final, cuando se afirma: “Eres Fuensanta el consuelo de este murciano jardín”, porque ese es uno de los aspectos que mueve la devoción a la Virgen, la de ser consoladora en los momentos de aflicción. Y esa expresión del fervor murciano hecho poesía se debe a la inspiración del gran poeta, escritor y periodista Pedro Jara Carrillo, que triunfó en el concurso convocado al efecto con ocasión de la Coronación Canónica de la Patrona en el año 1927.

Si Jara Carrillo, director del diario ‘El Liberal’ durante los últimos 16 años de su vida, fue el autor de los versos que forman el Himno, el de la música fue el compositor y director en dos etapas de la Banda del Regimiento de Infantería de Marina de Cartagena, Jerónimo Oliver, circunstancia que le permitió presentarse al concurso, ya que era una de las exigencias ser natural de la entonces provincia o residir de forma estable en ella.

Si el éxito de Jara Carrillo fue acogido con general complacencia, pese a la categoría literaria de otros concurrentes al concurso, la concesión a Oliver de la parte musical fue más controvertida, y una carta en la prensa de un buen número de compositores planteó que el músico aragonés afincado en Cartagena había obviado algunas exigencias técnicas del concurso, y el jurado, sin embargo, había dado por buena su propuesta.

Lo cierto es que no hubo vuelta atrás, y la música de Oliver fue, y es, la que acompaña a las inspiradas estrofas de Jara Carrillo

Lo cierto es que no hubo vuelta atrás, y la música de Oliver fue, y es, la que acompaña a las inspiradas estrofas de Jara Carrillo. Y que el programa previsto siguió su curso con la llegada desde el Santuario del monte de la Patrona, pero no el segundo jueves de Cuaresma, como sucede en la actualidad, sino en un día tan singular como el Sábado de Gloria, reconvertido en Sábado Santo tras la reforma litúrgica de Pío XII, aprobada en 1955.

No es cuestión baladí, porque con la antigua liturgia la actual Vigilia de la noche del Sábado se celebraba por la mañana, lo que daba paso a la celebración de la Resurrección y dejaba el paso libre a un hecho tan inusual en esa fecha como la llegada de la Virgen, que fue recibida a las siete de la tarde por las autoridades religiosas, civiles y militares, como sigue ocurriendo, en la iglesia del Carmen, y allí tuvo lugar el estreno público del Himno de la Coronación, interpretado por alumnos de las escuelas del barrio carmelitano dirigidos por el citado autor de la música, Jerónimo Oliver.

Y luego se volvió a cantar durante la breve procesión hasta la Catedral y, finalmente, tras el ritual de bienvenida en el primer templo diocesano, como sigue ocurriendo.

Pero la gran puesta en escena del Himno tuvo lugar unos días después, en el Teatro Romea, con el llamado ‘Retablo escénico mariano Fuente-Santa’, cuando sólo faltaban cuatro días para el gran día de la Coronación, que requirió de una segunda representación a la vista de la cantidad de público que no logró localidad para la primera.

El desarrollo del retablo contó con una sinfonía a gran orquesta de ‘El primer día feliz’, zarzuela del eminente compositor murciano Fernández Caballero (el mismo al que se dedicó el monumento sito frente al teatro en 1935); salutación a cargo del deán de la Catedral, el conocido orador sagrado Julio López Maymón; una loa escrita en verso por Jara Carrillo y, acto seguido, el Orfeón femenino del Conservatorio cantó el Himno a Murcia (mucho menos conocido que el de la Fuensanta y obra también, en 1922, de Jara, con música de Emilio Ramírez).

Cada vez que, como sucederá hoy, se canta el ‘Himno de la Coronación de la Virgen de la Fuensanta’ se venera a la Patrona de Murcia, pero a la vez, sin percibirlo, se honra la memoria de un gran poeta

Tras esta interpretación fue el turno de la tabla primera, con el título ‘La Reconquista’, escrita por Andrés Sobejano. Incluyó una ‘Canción galaica’, original del maestro José Salas. Luego, la tabla segunda: ‘De Murcia al Cielo’, escrita por Enrique Soriano, seguida del ‘Nocturno’ de los ‘Cuadros Murcianos’, del citado Ramírez.

La tabla tercera se tituló ‘La Cómica de la Cueva’, escrita por Dionisio Sierra; y la cuarta ‘El Santuario’, por Leopoldo Ayuso. Otro intermedio musical, en este caso ‘El Paño Murciano’, de Falla, precediendo a la tabla quinta: ‘La Generala’, de Andrés Bolarín, y la sexta, llamada ‘La Romería’, debida a Francisco Frutos Rodríguez.

La apoteosis final se denominó ‘Triunfo de María Santísima de la Fuensanta’, a cargo de todos los personajes de las distintas tablas e interpretación a gran orquesta y masa coral, del Himno a la Virgen. 

Fue el último gran triunfo de Pedro Jara Carrillo, que falleció en su bonita casa, situada a la entrada del Malecón, junto al río (hoy reproducida aceptablemente tras su ruina y demolición) el 4 de octubre de ese mismo año, cuando sólo contaba con 50 años de edad.

Cada vez que, como sucederá hoy, se canta el ‘Himno de la Coronación de la Virgen de la Fuensanta’ se venera a la Patrona de Murcia, pero a la vez, sin percibirlo, se honra la memoria de un gran poeta.


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