CARTAGENA (EFE). El grupo de bebidas Zamora Company cerró el ejercicio 2020 con pérdidas debido al deterioro del valor de sus marcas en un contexto marcado por la pandemia, y registró una caída de su facturación del 17 %, hasta los 172,2 millones de euros. En agosto pasado sus previsiones eran de una caída aproximada del 20%
Los responsables de la compañía, que no han hecho público su resultado neto y se han limitado a señalar que fue negativo, han destacado que la bajada en ventas de la empresa fue inferior a la media del sector, ya que la industria española de los espirituosos vio cómo sus ingresos caían más de un 30 % el pasado año y en el vino el retroceso rondó el 18-20 %.
"Procedimos a un deterioro de las marcas por prudencia, y fuimos lo más agresivos posible. Por eso tuvimos pérdidas contables, esperamos revertir la situación ya en el próximo ejercicio", ha apuntado el director general de la firma murciana, Emilio Restoy, durante una rueda de prensa telemática.
El Ebitda de Zamora alcanzó los 27 millones de euros, un 3,8 % por debajo del dato de 2019, una disminución menos pronunciada de lo esperado gracias a una "eficiente gestión de los costes" y a la inferior inversión realizada en hostelería como consecuencia del cierre de bares y restaurantes por las restricciones.
De su facturación, casi el 56 % procedió de su negocio de bebidas espirituosas y el resto lo aportaron sus bodegas; además, su actividad internacional resistió mejor la crisis y pesó un 47,5 % en sus ventas, mientras que España cayó con más fuerza y representó el 52,5 %.
El director general de la empresa -con sede en Cartagena y propietaria de las marcas Ramón Bilbao, Licor 43, la ginebra Martin Miller's, la sangría Lolea y Mar de Frades, entre otras- ha detallado que en el mercado nacional cerca del 80 % de sus ingresos proceden habitualmente de la hostelería, frente al 20 % que suponían las ventas en supermercado, por lo que el impacto de la covid-19 ha sido muy superior.
En otros países como Alemania, por el contrario, las proporciones se invierten y ocho de cada diez euros proceden del súper.
Preguntado por si este trasvase del consumo de fuera a dentro del hogar llevará a la firma a cambiar su estrategia en España, Restoy ha garantizado que continuarán invirtiendo en hostelería al ser fundamental para trasladar la imagen de marca, aunque ha reconocido que reforzarán su actividad en supermercados.
"Tenemos una oportunidad ahí", ha señalado el directivo, quien también ha citado el fuerte repunte del comercio "online" de bebidas -en el caso de Zamora incrementó su negocio más de un 300 % en 2020 por esta vía- como un canal cada vez más relevante al que atender.ç
De cara a 2021, las previsiones oficiales del grupo pasan por crecer un 7 % en facturación respecto al año pasado y caer un 16 % respecto a 2019, aunque Restoy ha incidido en que durante los cinco primeros meses del ejercicio están muy por encima de sus cálculos iniciales.
"Veo difícil cerrar como en 2019, pero sí vamos mejor de lo previsto... Hoy te diría que no es imposible", ha avanzado.
La compañía ya anticipa que el consumo nocturno de bebidas alcohólicas "tardará más en recuperarse" y apunta a un cambio de hábitos donde el "tardeo" y el consumo diurno salen reforzados.
"Vemos que aumenta el consumo de copas después de comer o cenar y en el mismo establecimiento, eso se va a mantener", ha pronosticado el directivo.
En cuanto al vino, Restoy detecta también "una oportunidad", ya que muchos hogares redescubrieron este producto durante el confinamiento y se acostumbraron a abrir una botella "no sólo en ocasiones especiales, sino también a lo largo de la semana para desconectar del día a día".