MURCIA (EFE). El grupo de bebidas Zamora Company, con sede en Cartagena, estima una caída de su facturación superior al 20 % para este 2020 como consecuencia de la pandemia, en contraste con las previsiones que manejaba a principios de año, cuando estimaba un crecimiento próximo al 10 %.
Así lo ha avanzado en una entrevista con Efe el director general de la compañía, Emilio Restoy, quien ha apuntado que en caso de confirmarse ese porcentaje de bajada se trataría de un dato relativamente positivo, teniendo en cuenta que se espera un desplome del mercado más pronunciado todavía.
La empresa cerró el ejercicio 2019 con ingresos de 200 millones de euros, por lo que sus cálculos más optimistas pasan por terminar el año en el entorno de los 160 millones.
Restoy ha asegurado que desde el punto de vista financiero el grupo "no tiene problemas" gracias a una política "austera" en lo que a deuda se refiere, y ha explicado que el retroceso será mayor en el área de espirituosos que en vino; la compañía es dueña de marcas como Licor 43, Pacharán Zoco o Bodegas Ramón Bilbao, entre otras.
Con presencia en 70 países, en 2019 destacó el crecimiento de Licor 43, considerado el "buque insignia" de la firma y que mejoró ventas en Alemania, Holanda, Estados Unidos y México.
La covid-19 irrumpió cuando hasta marzo la firma crecía cerca de un 18 % en ventas, lo que ha obligado a cambiar su estrategia de forma radical: de apostar por la hostelería a tener que reorientarse hacia el canal supermercado y el comercio por internet.
"Nosotros somos, según Nielse, la empresa del sector más expuesta a la hostelería, porque es ahí donde se construye marca, pero ahora es el sector más afectado. El coronavirus nos ha obligado a movernos", ha detallado Restoy, quien recuerda que la rentabilidad en el supermercado es inferior a la que se obtiene en el restaurante.
Pese a tener que trabajar con márgenes inferiores, el grupo Zamora descarta entrar en "la batalla de los precios" que se avecina para los próximos "12 o 18 meses" debido a la crisis económica aparejada a la covid-19.
El director general de la empresa ha reconocido que contar con enseñas populares entre el público ha sido fundamental para aguantar el tirón estos meses, ya que el consumidor ha mostrado que en estas épocas busca marcas "que conoce y en las que confía".
Otra línea de negocio que ha permitido capear el temporal ha sido su tienda "online", en la que desde marzo se han multiplicado por siete los pedidos respecto al momento pre-pandemia.
Además, al calor del repunte registrado en el comercio electrónico detectan oportunidades en materia de "experiencias", por lo que han sacado catas virtuales a través de la red.
"Si esto me lo dicen antes de la pandemia me habría reído, y sin embargo está funcionando espectacularmente", ha reconocido Restoy, que también admite su sorpresa al detectar que existe un nicho de mercado que demanda "calidad" y "lujo accesible".
La mejor prueba son los resultados de Lalomba, una bodega con vinos "premium" -a un precio medio de unos 60 euros la botella- cuyas ventas crecen más de lo previsto pese a que comenzó su actividad poco antes de marzo.
Restoy, que también es vicepresidente de la Federación Española del Vino (FEV), subraya que la industria de las bebidas se sitúa entre las más perjudicadas por la pandemia, especialmente por la caída de las ventas en hostelería.
"Las cosas no van bien (en alusión a los rebrotes) y hay miedo sobre qué pasará en otoño. Nos hace ver el fin de año con muchísima preocupación", ha señalado el ejecutivo, que lamenta el cierre del ocio nocturno por su impacto en el negocio de los espirituosos.
"Muchas de las medidas aprobadas lo que hacen en la práctica es potenciar el botellón y las fiestas en casas de amigos", dice emilio restoy, director general de la compañía
"Muchas de las medidas aprobadas lo que hacen en la práctica es potenciar el botellón y las fiestas en casas de amigos. Somos el país de Europa con las medidas más estrictas en hostelería, y con diferencia. Lo que hace falta es hacer que se cumplan las normas (...) Pasa como los ayuntamientos que prohíben el botellón, cuando está prohibido ya", ha criticado.
Sólo en la segunda mitad de julio, la empresa ya detectó una caída de sus ventas de botellas de bebidas alcohólicas superior al 50 %, y su previsión es que los cierres de pubs y discotecas se disparen.