MURCIA. Con un lenguaje propio y duro; con una marcada personalidad; con fuerza y hasta con rabia; con una paleta cromática de colores oscuros; con un dominio excepcional de la técnica; experimentando con la materia y las texturas… Así pintaban los artistas de El Paso, que se unieron en un grito por la libertad a finales de los cincuenta, sin perder ninguno de ellos los rasgos individuales que los caracterizaban. El arte como lucha es el título de la exposición que se inaugurará este jueves (20.00 horas) en el centro cultural Las Claras de la Fundación Cajamurcia, que acogerá hasta el 12 de abril la obra reivindicativa de Rafael Canogar, Martín Chirino, Luis Feito, Juana Francés, Manuel Miralles, Manuel Rivera, Antonio Saura, Pablo Serrano, Antonio Suárez y Manuel Viola.
Pillamos en plena faena a la comisaria de la muestra, María Toral. Desembalando y distribuyendo las obras en un espacio expositivo con el que se muestra encantada. “La planta de arriba, con esas dimensiones, permite que se luzcan grandes obras como las de Saura; mientras que la planta de abajo es maravillosa para exposiciones colectivas, porque cada artista puede tener su propio espacio”, dice con entusiasmo, al tiempo que se declara “muy fan” de este grupo de artistas, por “cómo pintaban, cómo pensaban y cómo se expresaban”.
Y eso es precisamente lo que quiere transmitir la comisaria con este montaje. “Es una exposición que busca ser didáctica, porque se trata de unas figuras que han contribuido a la libertad en el arte que ahora tenemos. Ellos trabajaron en un periodo de nuestra historia bastante oscuro, que se refleja en su paleta cromática". A través de una cronología que formará parte de la muestra "vamos a destacar todos los logros que consiguieron, cómo se forma el grupo, el primer manifiesto, las exposiciones que protagonizaron, las muestras internacionales en las que participaron, como la Bienal de Venecia… Con el fin de que el espectador conozca el significado de lo que está viendo, ya que fue un grupo muy importante para nuestra historia y son figuras que han influido decisivamente en lo que se hizo después en España”, explica la comisaria.
La experta señala que “El Paso nació con la misión de situar España dentro del escenario cultural y dar voz a muchos artistas silenciados y a un pueblo que no tenía libertad; ser el altavoz en el extranjero del arte español”. Para ello, añade, este grupo de artistas utilizó "un lenguaje propio, duro y oscuro, matérico”. Mientras recorre las obras, que apoyadas en la pared esperan ser colgadas, muestra su admiración por cada uno de los artistas. “Tienen mucha fuerza. Yo veo en algunas de ellas rabia. Es como una catarsis, como el grito que no podía dar una sociedad sin libertad”. De pronto, se detiene al comprobar que uno de los cuadros está al revés y, rápidamente y ataviada con guantes de trabajo, lo coloca correctamente. “Los conozco perfectamente”, afirma.
María Toral también destaca que en El arte como lucha hay bastante obra que viene de colecciones particulares, muchas de ellas murcianas, “lo que resulta muy interesante, porque de otra forma resultarían muy difíciles de ver. De hecho, algunas son casi inéditas”. Otras proceden del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA). La experta indica igualmente que “hemos intentado ser muy respetuosos y estrictos con el periodo cronológico del grupo y contar con cuatro o cinco obras de cada autor para que, setenta años después y a través de ellos, seamos conscientes de la historia”.
La comisaria transmite su pasión por el arte cuando habla de artistas que, como en el caso de Canogar, conoce desde niña. No en vano, es hija del pintor Cristóbal Toral y ha crecido viendo como en su casa se reunían Eugenio Granell, José Caballero, Antonio López, Caballero Bonald, Paco Nieva… “Juego con ventaja -reconoce- por haber crecido rodeada de esa sensibilidad especial. Para mí ser comisaria es un placer, porque sigo ligada con todos ellos”.
El montaje se inicia con la figura indiscutible de Antonio Saura -"¿qué decir de Saura? Impresionante"-, quien escribió el primer manifiesto y diseñó el logo del grupo. Continua con Manuel Rivera, "con obras suyas difíciles de ver fuera de esta exposición"; con piezas procedentes del MACA de Juana Frances, "una mujer artistas que en 1958 trabajó codo con codo con los más grandes, siendo su obra impresionante, las texturas que utiliza, las arenas, las materias..."; frente a ella, la obra de su marido, el escultor Pablo Serrano, quien se encuentra representado mediante unos dibujos -"es interesante mostrar su faceta de dibujante, como también lo hacemos con Chirino"-, además de tres piezas escultóricas. Junto a él, el mayor del grupo, se encuentra el más joven, Canogar, que empezaba a forjarse como un gran artista y expresarse a través del informalismo.
En la planta inferior, se puede contemplar la obra de Miralles, "uno de los que más experimentan junto a Ribera en técnica, en lenguaje, en su forma de trabajar"; y Chirino, con dos esculturas y dos dibujos (prestados de su Fundación). Destaca entre la obra expuesta de Viola, "un fantástico cuadro cedido por el MACA", apreciándose la pincelada muy gruesa y la textura de este gran pintor. Con Feito "volvemos al tema cromático: negro, marrones, blancos... y a la materia ". El recorrido termina con Antonio Suárez, "uno de los pintores más desconocidos, lo que no es justo porque su trabajo es fantástico, tiene una expresividad muy potente que transmite esa desesperación de cuando no hay libertad en la vida".
El último espacio de la sala está dedicado a mostrar un periódico murciano que informa de una exposición que realizó El Paso en los años 50 y que ha aportado Cristóbal Belda, así como el primer manifiesto y la última carta del grupo dando las razones de su disolución; textos que escribieron en la revista de Cela, Papeles de Son Armadans; y frases de los artistas para que "los espectadores entiendan cómo pensaban, lo que era el arte para ellos, que iba más allá de lo estético".
"Se puede decir que fue un grupo que murió de éxito, porque se llegó a decir que estaba siendo utilizado por el régimen franquista y los artistas no se pusieron de acuerdo en seguir participando en esas exposiciones internacionales". Cada uno siguió por su camino, a su paso, pero todos ellos labrándose unas carreras que han hecho historia en el arte español.
'Suite Vollard. Picasso. Colecciones ICO' es una de las escasas series completas de esta famosísima obra, considerada la más importante del grabado contemporáneo
