Cuenta la leyenda que mientras las mesnadas del rey castellano, atacaban Úbeda para apoderarse de ella, Alfonso VIII, animado por la victoria lograda en la batalla de las Navas de Tolosa, tras cercar la ciudad encomendó a uno de sus capitanes, la vigilancia del flanco sur, Álvar Fáñez -conocido por ‘El Mozo’ y quizá descendiente del que fuera famoso compañero de El Cid- se distrajo de sus funciones y estuvo muy entretenido ‘faciéndole’ el amor, que no la guerra, a una bellísima mora a la que había sorprendido realizando sus abluciones vespertinas en el Guadalquivir. Y que, a la mañana siguiente, cuando el rey le preguntó irritado qué dónde demonios había estado durante el asedio en lugar de acudir a rendir la ciudad, éste, precursor de las encamadas pacifistas, ni corto ni perezoso tuvo el salero de responder: “Por esos cerros, señor, por esos cerros”, en clara referencia a los ‘Cerros de Úbeda’, sin darse cuenta que tales cerros no existían.
Mal no le fue al capitán Álvar Fáñez con aquella salida, pues posteriormente sería visto -según diversas fuentes- protagonizando nuevas correrías en Valencia y, quizás por eso, desde entonces, los ‘Cerros de Úbeda’ se han convertido en uno de los lugares comunes más frecuentados de este país por los expertos en evasivas, por los maestros del escaqueo y por los geómetras de la tangente, como es el caso de muchos de nuestros actuales ministros/as y, de modo muy especial, del der führer Sánchez y de su segundo, der reichsführer Iglesias.
Sánchez y su ‘minúsculo’ consejo de gobierno cuando no nos mienten -que es la norma habitual y establecida por decretazo- suelen utilizar casi siempre esta respuesta como excusa a casi todo, aunque no por el mismo motivo que nuestro legendario capitán, que, aun cuando por aquellas fechas ni existía ni se pensaba en la zapateril “Alianza de Civilizaciones”, ya se preocupaba y se ocupaba de mantener unas buenas y beneficiosas “relaciones” con el mundo árabe. Por todo esto:
* Ante la notoria realidad actual en la que por desgracia y “obra y gracia” del ejecutivo de Sánchez, España no solo es el país del mundo con el mayor número de fallecidos por el Covid-19 por cada millón de habitantes, sino que además el Institud of Certified Management Accountants, de Australia, califica la gestión de la crisis sanitaria del Gobierno de España como la peor del mundo al hacer caso omiso, el pasado 30 de enero, a la alerta de emergencia internacional emitida por la Organización Mundial de la Salud(OMS … La frase del capitán Fáñez -convertida en uno de los refranes más socorridos cuando se es consciente de haber metido la pata hasta el corvejón y no saber que decir para justificar lo injustificable- aparece por “arte de birlibirloque” diciéndonos: “Por esos cerros, señor, por esos cerros”…
* Ante la compra en China de 640.000 test de diagnóstico rápido, a través de una empresa nacional “fantasma” y que nunca ha querido hacer pública el gabinete responsable de gestionar y coordinar la crisis, y que tuvieron que ser devueltos todos porque su sensibilidad para la detección del virus apenas alcanzaba el 30% , lo que provocó una ralentización en el diagnóstico de nuevos contagios e impidió usarlos de manera efectiva entre la población…Unas veces, por boca de Simón, y otras, por boca del ministro Illa, el eco siempre nos trae la misma evasiva cantinela : “Por esos cerros, señor, por esos cerros…”
* Ante la gravísima y preocupante crisis económica en la que España se encuentra inmersa y colapsada por la pandemia y por las medidas de confinamiento para evitar que se extienda el contagio…El ejecutivo de Sánchez y su abanderado Iglesias, en vez de buscar soluciones y aplicar las medidas necesarias, se afana en responder como lo hizo Álvar Fáñez al rey: “Por esos cerros, señor, por esos cerros…”.
* Ante el espectáculo dantesco de las cadenas de suministros rotas, las campañas anuladas, los pedidos cancelados, los despidos masivos, los ERTEs, la caída de la economía española en torno al 9,7%, la subida del déficit público al 10% y un PIB que puede caer hasta el 10%...El duunvirato de Sánchez e Iglesias --no sabiendo ni teniendo nada mejor a mano que ofrecer-- vuelve a responder: “Por esos cerros, señor, por esos cerros…”.
*Ante el enlentecimiento en la producción de muchísimas fábricas españolas y europeas por falta de los componentes y materias primas que remató paralizando la actividad empresarial y dejando a la economía española en pleno estado de congelación…Una vez más los “Ramonets” del gobierno -sin tartamudear ni avergonzarse de las inveraces, estúpidas y populistas respuestas dadas- vuelven a dar la misma escurridiza contestación que el capitán castellano: “Por esos cerros, señor, por esos cerros…”.
* Ante las dudas fundamentadas sobre si se podrán recuperar el turismo, la hostelería o las pymes en un futuro muy próximo y de mucho menor demanda de estos servicios…O si los mercados empezarán a presionar ante la falta de una respuesta conjunta, solidaria y coherente de la Unión Europea… De nuevo retorna la manida frase del “Mozo”, por boca del vicepresidente segundo Iglesias, iterando una vez más lo de: “Por esos cerros, señor, por esos cerros…”.
Nunca se imaginaron los protagonistas del famoso diálogo -y que, según los cronistas apócrifos de la época, tuvo lugar en el año 1194 entre el rey Alfonso VIII de Castilla, llamado “el de Las Navas” o “el Noble”, y el capitán Álvar Fáñez, apodado “el Mozo” y, casi con toda seguridad, descendiente del otro noble capitán del rey Alfonso VI de León, Álvar Fáñez, conocido como “Minaya” y primo carnal por parte de madre, del de “Vivar- que en pleno siglo XXI, la histórica respuesta por la que el pícaro capitán se salvó de las iras y reprimendas reales durante el asedio y la conquista de Úbeda, iba a servir para “salvarles el culo”, de la quema y de momento, al gobierno de Sánchez mientras las múltiples querellas y demandas -interpuestas por 3.000 familias afectadas ante la ineficacia y la nefasta gestión de la crisis sanitaria de la viral pandemia- siguen su curso por la vía judicial. Espero y deseo vehemente que el Ministerio de Justicia, en esta ocasión, haga honor a su nombre, de “Justicia”, y no nos responda como Sánchez y sus ministeriales mesnadas, con la inesperada evasiva y sorpresiva “álvarada”: “Por esos cerros, señor, por esos cerros…”
Pedro Manuel Hernández es licenciado en Medicina, en Periodismo y ex Senador Autonómico del PP por Murcia