MURCIA. Cuatro son cuatro, y en este caso nada bien avenidos. Se trata de los concejales de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Murcia, encabezados -que no liderados- por Mario Gómez. Alguno (algunos) comentan a quien le quiere escuchar que están subyugados por Gómez, a quien sin piedad y poca discreción tratan de “reyezuelo” o aspirante a ello.
No obstante, aspirar, aspirar, a lo que aspira es a ocupar la alcaldía de Murcia. Dicen, pero evidentemente él no lo confirma, que no descarta en la recta final de la candidatura entregarse a los brazos del PSOE con la condición de tener el bastón de mando en su poder aunque fuera solo unos meses.
El ‘balduinazo’ que ha practicado Mario Gómez, como lo ha bautizado Ángel Montiel, no ha dejado sino de echar leña al fuego y encender aún más los ánimos de sus propios compañeros de banco. ('Balduinazo' de Mario Gómez: entiéndase renuncia por unos días de su alta de concejal para tomar posesión como ingeniero en el SMS y, con la plaza en la mano, solicitar su excedencia especial para volver al Ayuntamiento).
Calentito se ha vuelto el ambiente en el grupo municipal y desde fuera -las minibases que le quedan a la formación naranja- les invitan a dar un golpe de estado (23-F) y quitar a Gómez todas o casi todas sus atribuciones. Se lo han pensado, pero no están por la labor, pues creen que sería el fin de su vida política.
En fin: que desean librarse del ‘yugo’ de Mario, pero no se atreven a ello, aunque lo han valorado.