hecho a mano / OPINIÓN

El despropósito del propósito del nuevo año

3/01/2021 - 

MURCIA. Bienvenidos a este manido tema que todos los informativos se empeñan en tratar en la primera emisión del Año Nuevo. Por mi parte, siendo mi primer escrito del 2021, no voy a ser menos ahora que formo parte de esta selecta tribu de los articulistas de opinión.

"Hace años que decidí no apuntarme a un gimnasio nunca más y a día de hoy puedo decirles con orgullo que he llevado mi propósito a cabo"

Los propósitos son aquellas determinaciones firmes de hacer algo, ese objetivo que pretendemos alcanzar. En esto soy la reina, usted deme un bote de Pringles y ya verá cómo no paro hasta terminar con la última, de un tirón y sin anestesia. Lo mismo con los gimnasios. Hace años que decidí no apuntarme a uno nunca más y a día de hoy puedo decirles con orgullo que he llevado mi propósito a cabo, todo a golpe de fuerza de voluntad. Y miren que me cuesta… Cuando paso por delante de alguno y veo esas ofertas irresistibles… ¡Ja, ja, ja, ja! … Pagas de golpe el gimnasio y Netflix mensual, cuando te pasas el año entero en el bucle del "capitulo siguiente, omitir introducción".

El problema es que nos planteamos todos los objetivos juntos. Ejemplo de propósito para el nuevo año:

Levantarme todos los días, domingos y festivos incluidos, a las cinco de la mañana para ir al gimnasio. Empezar con el ayuno de dieciséis horas para mayor efectividad. Dejar preparado la noche anterior un túper de piña que es la más diurética. Para cuadrar la piña de las once, cenar a las siete de la tarde, preferentemente verduras a la plancha en plato de postre o en su defecto un yogurt cero cero. ¡Ah no, eso es la Coca Cola! Tomar té de Jazmín tres veces al día como los centenarios de Okinawa. Recuperar la lectura; leer un libro a la semana para cultivar la mente, preferentemente los clásicos. Perder cinco kilos. Ver todas las películas en versión original para mejorar el inglés. Dejar de oír radiofórmula cuando voy al trabajo y escuchar podcast de desarrollo personal y liderazgo interior. Empezar un journal bullet, (para los profanos en la materia, les digo que es una libretita de planificación de objetivos anuales, trimestrales, mensuales, semanales y diarios a base de listas… Lo último en castración de la creatividad y la espontaneidad). Realizar cada noche media hora de meditación guiada y escribir en otra libretita tres motivos por los que dar las gracias del día de hoy... ¡Ah! y sonreír todo el tiempo como la Pantoja (dientes, dientes que es lo que les jode) para que las neuronas espejo crean que soy feliz llevando a cabo todos estos propósitos.

Pero ¡alma de cántaro!, ¿para qué quiere la libreta de agradecimiento? No creo que encuentre nada que agradecer en ese propósito de mierda. Mejor una pistola. ¿Meditación guiada? ¡Si se va a dormir antes de empezar! Y de lo del túper ni te cuento, el día que te acuerdas de hacerlo, te das cuenta de que te has olvidado comprar la piña. Del podcast ni hablamos… ¡Si estás en teletrabajo! Quizá lo único que veo factible es lo de levantarse a las cinco, porque con un yogurt desde las siete, le aseguro que el Alien que lleva dentro le va a hablar y no va a ser precisamente de liderazgo personal… ¡Y me juzgaba a mí por las Pringles!

Para el año nuevo le recomiendo la sabiduría murciana; olívica comía, huesecico al suelo. Por eso mi primer objetivo para el 2021 es dejar de ver los informativos y después ya hablaremos.

 Gracias por su lectura.


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