Fotos: MP
MURCIA. El Mercado de Verónicas es uno de los más importantes y antiguos de Murcia con más de un siglo de historia. Un símbolo de la ciudad que además de reunir a compradores también abre sus puertas los fines de semanas para ofrecer el conocido 'tapeo' a murcianos y visitantes. Este es precisamente el mayor atractivo de la plaza para jóvenes y turistas, pero los comerciantes piden una renovación de la plaza y más campañas de promoción que los acerquen a las nuevas generaciones.
"Entre semana solo vienen personas mayores y jubilados. El horario no es compatible con los jóvenes, por eso hemos intentado que también se abra por las tardes en alguna ocasión. El problema es que no se informa a la gente joven de estos cambios, apenas hay promoción de la plaza y solo vienen los que nos conocen de toda la vida", explica Antonio, dueño de una carnicería. Como él, muchos son los placeros que conservan a sus clientes de toda la vida, y aunque sea una clientela fiel, también necesitan atraer a nuevos compradores.
"Es cierto que vienen muchos turistas a visitarnos, pero la mayoría no compran nada. Como símbolo turístico puede estar bien, pero este lugar solo puede mantenerse si los comercios van bien. Yo tengo mis clientes habituales, pero algunos ya están mayores y pronto no podrán venir a hacer la compra. Lo ideal sería acercar esta costumbre de comprar en la plaza a sus hijos y nietos, pero es difícil hacerlo de boca a boca. Tendría que promocionarse más", cuenta Ana, dueña de la pescadería, en conversaciones con Murcia Plaza.
"Muchos creen que el producto aquí es más caro que en los grandes supermercados, pero la realidad es que si comparas la calidad ahorras mucho más en el mercado, pero volvemos a lo mismo: falta mas información", se lamenta Ana. Esta realidad es indiscutible, ya que muchos prefieren comprar en las grandes superficies tanto por comodidad por la creencia -no siempre correcta-de que es más barato que los mercados tradicionales.
Detrás de estos comercios, en la mayoría de casos, esta el trabajo de personas que cuidan con esmero los productos que venden: "Yo mismo elijo la carne que voy a vender, voy personalmente al matadero y me encaro de coger siempre lo mejor. Incluso algunos productos tienen recetas caseras que hemos heredado de mi abuelo. No es algo que te puedan ofrecer en los supermercados, porque a veces ni siquiera sabes el origen de la carne", explica Fernando.