MURCIA. Embarcados la sociedad occidental en esta transición ecológica mundial en la que nos encontramos, el sector empresarial es uno de los primeros que empieza a moverse en esta dirección. No es sencillo estos pasos, más por una cuestión de mentalidad que de coste económico. Para ayudar a las empresas a hacer más sostenibles su actividad, surge una plataforma de FinTech que permite que los ciudadanos puedan invertir en proyectos de energías renovables que no son aceptados por las vías tradicionales de financiación como las entidades bancarias. Fundeen ha irrumpido en la Región de Murcia con dos proyectos, Cartagena y Santomera, y un tercero en Totana que aún se encuentra en la fase de búsqueda de los inversores que completen los 96.500 € de inversión que necesita el proyecto para echar a andar. La plataforma no tiene trampa ni cartón. Se llevan entre un 5 y un 7% de los beneficios en caso de éxito del proyecto y el 1% anual de todos los fondos como gastos de gestión ( mantenimiento de la plataforma).
Fundeen ha puesto sus ojos en la Región por las grandes condiciones climatológicas que posee la zona para usar energías renovables como la solar. “Nuestra idea es montar proyectos de diversas energías renovables, pero la solar ahora mismo se adecúa nuestra dimensión por coste y por viabilidad. Un molino eólico cuesta por encima del millón de euros. Por ello nos hemos fijado en la Región y el Levante, donde hay muchas horas de sol al año”, señala Nacho Bautista, CEO de la compañía junto a su hermano Adrián.
La idea de la plataforma empezó a rondarle la cabeza a Nacho, la de buscar una empresa que se dedicara a las energías renovables, cuando trabajaba en un fondo de inversión dentro de una división que se dedicaba a las energías renovables. Comenzó a conocer los sistemas de financiación de crowfunding y, junto a su hermano, fue dando forma a la idea de que podría tener éxito una plataforma que ayudará a la implantación de sistemas de energías renovables a partir de inversores particulares.
Un alma emprendedora que le nace desde pequeño. "Con 12 años ya ‘montamos’ un negocio, muy cutre, de limpieza de palos de golf. Robábamos el agua del campo en el que jugábamos y limpiábamos los palos de golf a un precio más barato al que lo hacía el propio centro. Todo eran beneficios", se ríe Nacho.
"Para seleccionar un proyecto tenemos en cuenta tres criterios. El técnico, que hace falta a nivel de equipos, producción y puesta en marcha; una valoración financiera, cuanto dinero necesita de financiación y los beneficios que puede llegar a tener; y una valoración legal, en cuanto a que el proyecto sea viable en términos legales y cuente con todos los permisos necesarios”, señala Nacho, CEO de Fundeen. Para ser inversor, la cantidad mínima es de 500 euros. “No es por una cuestión económica. Somos totalmente transparentes, es una de nuestras obsesiones, y queremos que la inversión sea lo suficientemente seria como para que ‘duela’ un poquito a aquel que deposita su dinero. No puede ser una elección entre tomarte una caña o invertir en energías renovables. La seriedad que ponemos nosotros en el proyecto también lo queremos por parte de aquel que se decide a participar”, afirma el CEO de Fundeen.
No esconde Bautista que esto es un negocio y se pretenden obtener beneficios, pero en ese proceso la idea fundamental es crear un mundo más sostenible, empezando por el mundo empresarial. En el proyecto mencionado de Cartagena, Sun Energy Renovables, un promotor asiduo de la plataforma, instaló en la cubierta de la empresa Sinergia Racing Group, empresa dedicada a la ingeniería nautica, unos módulos fotovoltaicos para autoabastecerse con energía solar. Un ejemplo de como las empresas, con pequeños detalles, pueden virar hacia un modelo de producción más sostenible y respetuoso con el medioambiente. “No es tan complicado como puede parecer. Una medida sencilla es cambiar los hábitos energéticos. Aplicar medidas de eficiencia energética. Para eso surge Fundeen. Se ahorra dinero con modelos de producción más sostenibles. Es más una cuestión de querer que de índole económica”, afirma Bautista.
Más comprensible se muestra con el ciudadano de a pie a la hora de cambiar sus hábitos energéticos. “Es más complicado, porque el coste para una persona con un determinados sueldo es mayor. No puedes pedirle a una familia que piense en el futuro del planeta cuando no tiene que pensar en llegar a fin de mes”, asegura Nacho. Por el momento, seis proyectos alumbran este sueño de un mundo mejor. "Esperamos llegar al doble el próximo año", concluye Nacho.