El Cristo de Lepanto de Cartagena en el interior de la iglesia de Santa María de Gracia. Foto: AYTO CARTAGENA.CARTAGENA (EP). OLa talla de marfil del Cristo de Lepanto de Cartagena, que data del siglo XVI, podría convertirse en Bien de Interés Cultural (BIC) dentro de poco, pues la Dirección General de Patrimonio Cultural, dependiente de la Consejería de Cultura, ha incoado el procedimiento para su declaración.
La imagen, que presenta unas dimensiones de 151,5 por 85 centímetros incluyendo la cruz, que no es original, se encuentra en la iglesia parroquial de Santa María de Gracia de la ciudad portuaria, y es de autor anónimo.
La solicitud de incoación del expediente fue presentada por la Asociación Cartaginense el 6 de junio de 2022, atendiendo tanto a la excepcionalidad de la pieza, como a la tradición que relaciona la entrega de la misma a Cartagena por don Juan de Austria y que ha pervivido durante siglos en la memoria colectiva.
Según la tradición, al regreso de la batalla de Lepanto la flota española arribó al puerto de Cartagena, al mando de don Juan de Austria, quien habría organizado una procesión triunfal y de acción de gracias hasta la Catedral Antigua.
En ese templo dejaría la imagen del Crucificado tallada en marfil, que habría portado en su cámara de galera. Estos hechos aparecen corroborados, según información aportada por el solicitante, en las actas capitulares del Ayuntamiento.
Junto al valor histórico de la pieza, vinculando a la ciudad de Cartagena con un hecho de particular relevancia en la historia de España, la Dirección General destaca los valores propiamente artísticos que concurren en la talla.
Así, se trata de una de las escasas muestras de eboraria -arte específico de tallar el marfil--existentes en la Región. En concreto, en cuanto a sus dimensiones, solo sería comparable al crucificado de la colección del Real Monasterio de la Encarnación de Monjas Clarisas de Mula, catalogado como BIC como elemento mueble vinculado al monumento.
Asimismo, existe otra imagen denominada Cristo de Lepanto en el Monasterio de Santa Ana de Jumilla, aunque de dimensiones más modestas.
La talla fue sometida en 2022 a un proceso de restauración que duró seis meses. Los trabajos consistieron en la limpieza de la pieza, la unión de los brazos, la reestructuración de la imagen y el cambio de clavos, ya que los anteriores estaban estropeados.
