MURCIA. El coste laboral varía un 0,8% en tasa anual en el primer trimestre de 2020 y se sitúa en 2.570,32 euros por trabajador y mes, según los datos aportados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta moderación en su crecimiento respecto a los cuatro últimos trimestres se debe, fundamentalmente, a la situación sobrevenida con la declaración del estado de alarma que suspendió de forma temporal diversas actividades económicas en la segunda quincena de marzo.
En cuanto a la Región de Murcia, el coste laboral ha escalado hasta el 1,9%, por lo que está entre las cinco comunidades autónomas que experimentan la mayor subida. En este caso es de 1,9% para llegar hasta los 2.249 euros. Atendiendo al crecimiento anual del coste, Castilla-La Mancha, Comunidad Foral de Navarra y Andalucía presentan los mayores incrementos. Por el contrario, Cataluña, Canarias yAragón registran las tasas más negativas.
Los trabajadores afectados por este cierre temporal acogidos a ERTE continúan perteneciendo a la plantilla de sus empresas, pero no son remunerados con salarios sino con prestaciones aportadas directamente por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y en algunos casos, complementadas por las propias empresas. Además, las cotizaciones sociales a cargo de los empleadores de estos trabajadores están exoneradas en su mayor parte.
Del coste total por trabajador y mes en el que incurre un empleador por la utilización del factor trabajo, 1.889,78 euros corresponden a salarios y 623,82 euros, a cotizaciones obligatorias ala Seguridad Social. El resto corresponde a indemnizaciones, prestaciones sociales...
El coste salarial, que comprende salario base, complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados, medidos en términos brutos, sube un 0,7% en tasa anual, pasando de 1.876,19 a 1.889,78 euros por trabajador y mes. Si se excluye el factor variable de los salarios (pagos extraordinarios y atrasados), se obtiene el coste salarial ordinario, que varía un 0,9%.Los otros costes (no salariales) aumentan un 1,0%. Su principal componente, las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, crece un 1,3%.
En la variación de las percepciones no salariales destaca la disminución de las indemnizaciones por despido y de las otras percepciones no salariales (indemnizaciones por fin de contrato, pagos compensatorios,pequeño utillaje, ropa de trabajo, selección de personal, etc.).
El coste laboral por hora crece un 4,8%. Este incremento, superior al del coste por trabajador,se debe a la bajada del 3,8% en el número de horas efectivas de trabajo debido,fundamentalmente, a la pandemia provocada por el COVID-19 y la declaración del estado de alarma que afectó a las dos últimas semanas del mes de marzo. Si se elimina el efecto estacional y el de calendario, el crecimiento estimado del coste hora es del 4,2%.