MURCIA. Sin paños calientes: la pobreza de la Región de Murcia "es muy alarmante". Así lo considera el Consejo Económico y Social (CES), que en su Memoria Socioeconómica y Laboral de 2019, publicada este martes, hace referencia a la "elevada incidencia" de la pobreza y la exclusión social de la Comunidad, que "ocupa la cuarta posición entre las autonomías con un mayor porcentaje de población en esa situación". La pobreza requiere una especial consideración para el CES porque con la crisis del coronavirus se puede agravar: "Sucedió durante la Gran Recesión y previsiblemente volverá a ocurrir en la crisis actual: el aumento de los niveles de pobreza y exclusión social".
creen que la recuperación de los niveles económicos previos a la pandemia no llegará antes de 2022
La memoria del Consejo analiza el año 2019 pero no ignora el gran elemento clave de este 2020: la pandemia de la covid-19. "La sociedad murciana se ha enfrentado a una crisis sanitaria sin precedentes solventada en gran parte por la entrega, la profesionalidad y el esfuerzo del personal sanitario, y el de otras actividades que han estado a su vez en primera línea atendiendo a los ciudadanos", señala el texto. Sin embargo, lo peor está por venir: "Todos los estudios que para este 2020 estiman su impacto en la economía regional coinciden en que su gravedad será excepcional, de una magnitud inédita desde la Guerra Civil". Y aduce que traerá consigo "un profundo desplome del PIB, un enorme aumento del número dedesempleados y un gran crecimiento del déficit público y del endeudamiento". Hasta el punto de que no tales estudios no auguran "la recuperación de los niveles económicos previos a la pandemia antes de 2022".
Ante tales circunstancias, el Consejo exige un "gran acuerdo de concertación" para la recuperación que fije las bases para acelerar "la vuelta a la senda de crecimiento económico". El organismo solicita, por tanto, que se logre un pacto que sea suscrito por los partidos políticos y los agentes sociales y que refuerce al recientemente acordado por el Gobierno regional con los empresarios y los sindicatos.
En su capítulo dedicado a las consideraciones, el CES reclama igualmente que la reducción de la precariedad laboral, además del incremento del gasto educativo y en I+D+i, deberían ser "metas preferentes de la políticas públicas de la Comunidad", también, añaden, "por su efecto en la salud". Este documento ha sido presentado en la sede del CES por su propio presidente, José Antonio Cobacho, acompañado por varios miembros del Consejo junto con los líderes sindicales de UGT y CCOO, así como la presidenta de la Federación Murciana de Asociaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios ThaderConsumo.
Este organismo también expresa su preocupación por el ínfimo nivel de estudios de la población adulta. Según sus apreciaciones, en el año 2017 el 48,3% de los murcianos con edades entre 25 y 64 años posee un bajo nivel de estudios, casi ocho puntos por encima del promedio nacional. Estos registros murcianos son, según sus palabras, muy preocupantes, dada "la estrecha correlación que existe entre el nivel educativo y el estado de salud".
El texto también aborda el problema del Mar Menor. "Es imprescindible su recuperación ambiental", sostiene. "Por su impacto en el turismo" y por su "valor excepcional para el medio natural de la Región". La recuperación de la laguna es un objetivo estratégico para el futuro de la Región. También lo es por su trascendencia económica, "en particular para la agricultura y el turismo". El CES remarca que se debe procurar "el uso compatible de ambas actividades productivas en el entorno del Mar Menor, pero anteponiendo siempre la imprescindible necesidad de preservar la laguna".
Para la entidad, el principal activo de la Región de Murcia sigue siendo el turismo de 'sol y playa' y aboga por hacer hincapié en este modelo: "Se debe preservar" y "expandir con relevancia en un marco de sostenibilidad medioambiental". El CES esgrime que una estrategia regional para el desarrollo económico tiene que pasar "necesariamente por potenciar las actividades turísticas". Y lamenta que la presencia del turismo en la economía regional "es inferior a la que alcanza en España y distanciada con respecto a otras provincias con recursos parecidos, no sólo en el litoral mediterráneo".
La memoria recoge asimismo que se requiere una oferta hotelera más amplia y de mayor calidad, elevar la cualificación de los recursos humanos y procurar un entorno laboral con mayor estabilidad y menos precariedad. Igualmente menciona la necesidad de "mejorar los equipamentos y accesos a las localidades turísticas", así como "establecer estrategias para complementar ese tipo de turismo con recursos adicionales que permitan ampliar la campaña de verano".
El CES valora "el esfuerzo significativo" de la Comunidad por contener el gasto sanitario, que alcanzó un importe nominal en 2018 sólo dos puntos por encima del más elevado de su serie histórica (2011). "Esta magnitud de gasto indica un esfuerzo financiero notable, habida cuenta de la posición relativa que ocupa la Región en términos de renta por habitante en el conjunto de las comunidades", indica.
No obstante, la institución reprocha que se ha perpetuado en el tiempo "una mala práctica presupuestaria consistente en la infradotación de las partidas inicialmente dedicadas a sanidad, originando a posteriori una desviación acusada del gasto ejecutado respecto de esas previsiones iniciales". Así, la desviación promedio de la Región en los últimos cinco años "es del 27,4% por un 8,9% para el conjunto de las comunidades". Esta mala praxis, concluyen, "debería corregirse en lo sucesivo".