MURCIA. Cuando una obra tiene calidad suficiente nunca pasa de moda. Bajo este axioma muchos artistas han decidido adaptar los grandes libros de la historia a otros formatos para redescubrirlos y facilitar el acceso a nuevas generaciones. Tal es así que, de las diez películas más premiadas en los Oscar, seis basan su historia en una novela, por lo que la popularidad de las adaptaciones ha motivado a la Academia a crear dos categorías para los premios al mejor guion, original y adaptado.
No obstante, el cine no es el único receptáculo posible para las novelas y cada vez son más frecuentes las series creadas a partir de libros de renombre, como es el caso de la arrasadora Juego de Tronos. Al fin y al cabo, las productoras buscan estabilidad en sus trabajos y qué mejor manera de asegurar el tiro que apostar por una serie basada en una obra que ya ha sido recompensada con una gran popularidad y unas ventas acordes. El riesgo es mínimo y el beneficio se encuentra al alcance de la mano.
Uno, dos, tres y así hasta nueve
La irrupción de las plataformas de streaming en España es uno de los factores que ha fomentado la aparición de nuevas series que apuestan por la literatura. De esta forma, hemos sido testigos de la aparición en los últimos meses de series como Veneno, Patria y Los favoritos de Midas en Atresmedia, HBO y Netflix respectivamente.
Aunque no resulta sencillo seguir la popularidad en los formatos online, pues las empresas se niegan a ofrecer los datos, estas tres producciones han resultado un éxito de crítica y han gozado desde el primer momento de una gran popularidad en redes sociales. No obstante, esta repercusión también ha estado salpicada por la polémica, con la actuación de Willy Toledo en Netflix, las torturas de la Guardia Civil a etarras en Patria o la representación del colectivo trans en Veneno.
Especial mención merece la popularidad que ha conseguido esta última, Veneno, pues no solo ha cautivado al público español, sino que la crítica americana y las principales estrellas LGTB de Hollywood se han rendido ante el trabajo de los Javis.
Por otro lado, también han existido casos de adaptaciones que han pasado sin pena ni gloria por la pantalla o que directamente han llegado a ser considerados un fracaso. En este sentido, Inés del alma mía aterrizó en TVE a principios de octubre con una cuota de pantalla respetable en su primer capítulo (10,3%) que luego no supo mantener en sus siguientes entregas con la pérdida de 500.000 espectadores tras los tres primeros capítulos. Asimismo, Netflix tampoco cosechó el éxito con la serie animada de Memorias de Idhún, que solo destacó en redes sociales por las críticas al doblaje.
La misma plataforma sí que ha conseguido una nueva campeona para liderar la lista de 'Los 10 más populares en España hoy' con su nuevo estreno, El desorden que dejas. Carlos Montero, uno de los creadores de Élite, ha sido el encargado de dirigir esta miniserie basada en un libro que él mismo escribió en 2016, por lo que todo queda en casa, en Galicia.
Para seguir compitiendo tras la popularidad de Antidisturbios, Movistar siguió los pasos de sus rivales al estrenar el 4 de diciembre el primer capítulo de Dime quién soy, basado en la novela de Julia Navarro, con una crítica más que decente. No obstante, aún es pronto para juzgar esta serie que solo ha emitido sus cuatro primeras entregas.
Y como no podía quedar ninguna plataforma sin su pedazo de pastel, Prime Video acaba de estrenar la nueva adaptación de El Cid con el murciano Jaime Lorente como el Campeador. Con este proyecto de producción propia Amazon pretendía irrumpir con fuerza en el mercado español junto al resto de competidoras que ya se habían hecho un hueco, lástima que los cinco capítulos de la serie apenas se sientan como una introducción que deja mucho que desear fuera de las escenas de batalla.
Sin embargo, esta no es la única serie basada en un libro que introduce este servicio de streaming en 2020, pues el 30 de octubre incluyeron en su catálogo el documental episódico El desafío: ETA, basado en la obra de Manuel Sánchez Corbí y Manuela Simón.
Un camino ya andado
Pero no creamos que el filón de las adaptaciones españolas ha comenzado en 2020, pues ya en 2018 Fariña lideró a Antena 3 durante la noche del miércoles mientras estuvo en emisión con una audiencia superior a los dos millones y medio en todos sus capítulos y una cuota de pantalla del 21,5% en su episodio final, según publicaba la propia cadena.
Pocos años antes, en 2014, la novela de María Dueñas El tiempo entre costuras fue la que realmente marcó el paso a las producciones venideras en la pequeña pantalla cuando destrozó los índices de audiencia al superar los cinco millones de espectadores en varios de sus capítulos y acaparar una cuota de pantalla superior al 25%. De nuevo, Antena 3 fue la cadena que pudo sacar pecho con orgullo al anunciar los números que consiguió esta adaptación.
Tampoco debemos dejar de mirar a aquellas producciones que realmente sentaron las bases de las adaptaciones de novelas en nuestro país durante un tiempo ya olvidado, cuando no existían las cadenas privadas. Así pues, RTVE ya impulsó en 1980 la serie animada de Don Quijote de la Mancha, así como Fortunata y Jacinta en el mismo año, con gran éxito en ambas creaciones. 15 años más tarde, ya con la competencia dentro del mercado, la Televisión Española introdujo en su programación una miniserie de La Regenta, con la que alcanzó los bien merecidos seis millones de audiencia media.
Si no se emplea el mimo necesario, los elementos discordantes saldrán a la luz para ensombrecer la obra
Una buena base no es lo único que necesita una serie para funcionar. Bien sea a base de grandes errores o de la suma de pequeños fallos, el proceso de adaptar una obra es tan complejo que si no se emplea el mimo necesario los elementos discordantes saldrán a la luz para ensombrecer cualquier atisbo de calidad que tenga la obra.
Como funesto ejemplo de estos errores encontramos a Víctor Ros (2016) en Telecinco, que vio como la audiencia descendía con cada capítulo hasta bajar al 7,3% de cuota de pantalla en su última emisión. Aún más destacable resultó otro error de la cadena que apostó en ese mismo año por la adaptación de Las aventuras del Capitán Alatriste que, con un 6,9% de share en su tercer capítulo, provocó la furia en redes sociales del escritor de las novelas, Arturo Pérez-Reverte.
A pesar de estos fallos, las productoras siguen confiando en el potencial de una historia ya consumada para sus siguientes creaciones, pues 9 creaciones en 12 meses avalan el éxito de este modelo. Aún más si tenemos en cuenta qué meses.
Lo que es innegable es que este filón está en todo su esplendor y aún podemos esperar más adaptaciones a la pequeña pantalla, pues la competencia entre las cadenas tradicionales y las plataformas de streaming promete una guerra de audiencias en la que el auténtico ganador es el que se encuentra frente a la pantalla.