CARTAGENA. Miembros de Ecologistas en Acción Región Murciana han hallado, durante una inmersión en el Mar Menor enmarcada en el programa LIFE Pinnarca, diversos aparejos de pesca calados y enredados sobre un grupo de nacras adultas ('Pinna nobilis'), una especie en peligro crítico de extinción.
En un comunicado, la organización lamenta que, a pesar de las protección que ampara la laguna y la Estrategia para la Conservación de la Nacra publicada en fechas recientes en el Boletín Oficial del Estado, se den casos de esta naturaleza que ha achacado a "falta de vigilancia e información a los profesionales del sector".
Las nacras del Mar Menor "resultarán dañadas cuando se recojan esas artes de pesca cercanas", advierten desde Ecologistas en Acción, que ha puesto este hecho en conocimiento de los organismos de la Comunidad con competencias sobre la laguna en materia de protección y vigilancia, así como de regulación de la actividad pesquera.
La nacra es un gran molusco bivalvo que era común en numerosas bahías semicerradas y lagunas costeras mediterráneas. Sin embargo, no llegó al Mar Menor hasta la década de los 80. El proceso de colonización y asentamiento duró más de 30 años y dio lugar a una de las poblaciones más importantes del Mediterráneo occidental, con más de un millón de ejemplares.
"Hasta que la gran mortalidad de 2016, provocada por el colapso ambiental del Mar Menor y las sucesivas crisis de eutrofización sufridas, y no por el protozoo que venía asolando sus poblaciones en todo el Mediterráneo, ha reducido su número drásticamente, a apenas un millar en la actualidad", indican desde Ecologistas en Acción.
La organización apunta que la mayor salinidad del Mar Menor "es lo que está protegiendo frente al protozoo patógeno a los pocos ejemplares que quedan".
Sin embargo, alerta de que "el resto de las amenazas", entre las que ha citado presiones como la pesca recreativa y comercial, la recolección por parte de buceadores y bañistas como elemento ornamental, la muerte accidental asociada a la pesca de arrastre y, especialmente, el fondeo de embarcaciones de recreo, "parecen seguir afectando y mermando continuamente a las poblaciones de nacra".
Desde que la nacra sufriera el impacto del protozoo 'Haplosporidium pinnae', detectado en 2016, la muerte masiva de individuos en todo el Mediterráneo occidental hizo saltar las alarmas y provocó un cambio en su estatus de protección.
En la actualidad, la nacra está incluida en la Directiva Hábitats y el Convenio de Barcelona. Fue recogida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA), en la categoría de 'En Peligro de Extinción', y desde 2019 está incluida en la lista roja de las especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) por hallarse en 'En Peligro Crítico de Extinción'.
En fechas recientes se ha aprobado la Estrategia para la Conservación de la Nacra en España, que identifica las presiones más importantes que amenazan esta espacie en el Mar Menor, destacando la interacción con la pesca profesional, actividad que se lleva a cabo en toda la laguna. También señala el fondeo de embarcaciones, en particular los cercanos a las islas Perdiguera y el Barón, zonas donde aún existen nacras vivas.
Ecologistas en Acción lamenta que "no se consigue proteger eficazmente las especies y hábitats de la laguna, ni siquiera a las más amenazadas" y considera que este hecho es "particularmente grave, teniendo en cuenta que en 2016 el Gobierno regional puso en marcha el Servicio de Vigilancia Marítima Integral, entre cuyas funciones figura el control de la pesca furtiva, y que se dota además con fondos FEDER y FEMP".
La asociación ecologista insta a la Administración regional a "redoblar esfuerzos" en la conservación de la nacra, cumpliendo el Plan de gestión integral de los espacios protegidos del Mar Menor y la franja litoral mediterránea de la Región de Murcia, "en vigor y escasamente aplicado", agregan las mismas fuentes.