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Dos de cada cien lesiones oculares se producen durante la práctica deportiva

13/04/2021 - 

MADRID (EP). Actualmente, dos de cada cien lesiones oculares que reciben en sus consultas los profesionales de la visión se producen durante la práctica deportiva, y el 90 por ciento de las mismas podría haberse evitado si la persona se hubiese asesorado previamente y hubiese utilizado las gafas correctas, según datos de la asociación de utilidad pública Visión y Vida, por lo que recuerdan que en los deportes de exterior es imprescindible el uso de gafas de sol para protegerse de la radiación UV y del impacto de partículas.

Así, afirman que las lesiones más frecuentes por el no uso de gafas de sol y de protección son el desprendimiento de retina, traumatismos, hemorragias y lesiones en la córnea por sobreexposición solar. En este sentido, recuerdan que los deportes acuáticos generan muchos problemas visuales, siendo la pesca la responsable del 16% de los traumatismos y del 44% de las perforaciones oculares.

"Una visita al óptico-optometrista anualmente o antes de iniciarnos en la práctica deportiva nos sirve para evaluar la actividad a realizar, prevenir o entender los riesgos asociados a ella, detectar anomalías en la visión del paciente y asesorar sobre el uso de gafas de sol y de protección que puedan ayudar y proteger al usuario", explica el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina.

Por ello, el sector óptico vuelve a unirse para recordar al usuario que existen innumerables gafas deportivas y de protección específicas para cada deporte, que estas pueden graduarse o usarse en combinación con lentes de contacto y que es imprescindible asesorarse con el profesional de la visión para encontrar las gafas ideales para cada caso.

"Es importante recordar que no basta con usar las gafas de sol que usamos a diario, dado que estas no están fabricadas con los estándares de protección y seguridad que se necesitan para la práctica deportiva, por ello se pueden romper si hay un impacto y causar una lesión ocular grave", recuerda Alsina.

Así, Visión y Vida recuerda que hay diferentes tipos de gafas de sol acorde con el deporte que se quiere practicar. Concretamente, las gafas ideales para deportes marítimos son las polarizadas para evitar el brillo del sol sobre el agua y deben ser resistentes a golpes. Por otro lado, las óptimas para natación deben ser con una montura de silicona y ajustables con correa. Si son para natación en el exterior, es mejor que sean oscuras o de lente polarizada para proteger el ojo de los rayos UV.

Asimismo, las mejores para ciclismo son aquellas que tengan curvatura sin distorsiones para conseguir protección lateral de los rayos UV sin perder calidad visual y con el puente nasal regulable para evitar el empañamiento de la lente. Son fundamentales en ciclismo de montaña por los impactos de piedras y las ramas de los árboles. El tratamiento antirreflejante y que la lente sea polarizada ayuda a la visión y mejora la capacidad de reacción, algo que también se recomienda para la práctica de atletismo o 'running'.

Concretamente, para atletismo y 'running' se recomienda el uso de lentes fotocromáticas que cambian de color según la intensidad de la luz y el de las lentes polarizadas ayudan a ver más claro y mejoran la capacidad de reacción. Uniendo un recubrimiento antirreflejante a la lente polarizada, se elimina la luz que entra por la parte posterior de la lente. Son gafas específicas para este deporte que permiten un ajuste perfecto a la cara y no se mueven durante su práctica.

Las gafas ideales para deportes de pelota (tenis, pádel, bádminton) son unas lentes amarillas, ya que ayudan a aumentar el color y contraste de la pelota frente al cielo o las paredes, incrementando su visibilidad. También se aconseja utilizar una lente fotocromática, pero se desaconsejan las polarizadas. Se deben ajustar bien a la forma de la cara y estar fabricadas en plástico resistente a los golpes.

Para el golf, se aconsejan gafas con monturas amplias y tratamiento antivaho. Las lentes color cobre mejoran el contraste de la pelota contra el cielo y las calles o el césped. Si son fotocromáticas mejoran la calidad de la visión al adaptarse a la intensidad de la luz ambiente y el tratamiento antirreflejante impide la entrada de reflejos por la parte posterior de la lente. Además, deben ser resistentes a los impactos.

Por otro lado, las indicadas para esquí o snowboard son de formato pantalla o máscara y, como necesitan proteger de la radiación solar intensa, deben ser de filtro 4 (prohibidas para conducir); así se evitan problemas frecuentes como la fotoqueratitis (quemaduras por UV en la córnea). El uso de lentes rosadas o ámbar realzan los grises y mejoran la visibilidad de las pendientes. Es importante que la máscara sea envolvente y cuente con puntos de ventilación para evitar el vaho.

En cuanto a los deportes de contacto, como el hockey, rugby u otros deportes que mezclan objetos a gran velocidad y contacto, estos requieren protectores de policarbonato e, idealmente, lentes color ámbar para filtrar la luz azul y mejorar la visibilidad de la pelota, además de evitar el deslumbramiento. Deben tener varillas de goma moldeable para conseguir un mejor agarre.

Para senderismo o escalada, lo principal en este caso es que protejan de la radiación UV, "que es más fuerte a cuanta más altura nos encontremos", según indica Alsina. Asimismo, estas deben ser cómodas, duraderas y resistentes. Se recomienda un filtro tipo 4 y las lentes fotocromáticas son ideales, al igual que las polarizadas.

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