MURCIA (EFE). La Universitat Politècnica de València participa, junto a otras ocho universidades, en un proyecto europeo que diseñará drones autónomos para optimizar la recolección de frutos silvestres en Finlandia y evitar así que se pierda más del 90 % de la producción.
El equipo de investigadores del Instituto de Automática e Informática Industrial (Instituto ai2) y del Centro de Investigación en Gestión e Ingeniería de Producción (CIGIP) de la UPV colaboran en el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial que, incorporadas a drones autónomos, ayudarán a gestionar las cosechas.
Actualmente, en los bosques finlandeses crecen cada año aproximadamente 500 millones de kilogramos de frutos de forma natural, pero apenas se recolecta un 10 % de la producción, ya que esta se realiza de forma manual y la temporada de recogida es muy corta.
El proyecto Ferox (https://ferox.fbk.eu) nace ahora con el propósito de ayudar al trabajo de los recolectores y mejorar la eficiencia del proceso de recolección, han explicado desde la Universitat Politècnica.
Así, este proyecto, de tres años de duración y financiado por la Unión Europea, empleará drones autónomos equipados con diversos sensores que adquirirán los datos necesarios para construir modelos 3D de los bosques.
Estos esfuerzos permitirán predecir con precisión la localización, cantidad y tipos de frutos silvestres y, usando los datos recogidos, crear modelos de Inteligencia Artificial (IA) capaces de ayudar a los trabajadores a encontrar frutos y optimizar sus operaciones.
Además, Ferox proporcionará a los recolectores de frutos servicios de navegación y localización, así como asistencia física para mejorar sus condiciones de trabajo.
La solución holística de Ferox contribuirá a la seguridad de los trabajadores mediante la monitorización automática de los recolectores y la provisión de asistencia cuando sea necesaria, han destacado las mismas fuentes.
El equipo de investigadores de la Univesitat Politècnica de València, coordinado por Francisco Blanes, se centrará tanto en la gestión técnica del proyecto como en el desarrollo de tecnologías principales.
En concreto, según comenta la investigadora del ai2 Laura Smith, "las principales tareas que llevaremos a cabo desde la UPV a nivel tecnológico consisten en la definición de la arquitectura del sistema para cumplir con los requisitos de la solución propuesta en el proyecto".
También se encargarán de la adaptación e implementación de un sistema de gestión de flotas desarrollado previamente en otros proyectos con robots móviles de la UPV para que trabaje con una flota de drones.
Adicionalmente, colaborarán en tareas como el desarrollo de algoritmos para modelos de IA, o la selección del hardware y software necesario para los sistemas de comunicaciones.
Este último aspecto es especialmente relevante en el proyecto debido a los retos que presenta trabajar con drones en los bosques del norte de Finlandia, como son la dificultad para estos vehículos de navegar y transmitir datos bajo la densa cubierta de las copas de los árboles u otras limitaciones tecnológicas como la baja cobertura móvil en algunas zonas o el alcance de la telemetría de los drones.
El proyecto está liderado por la Fondazione Bruno Kessler (FBK) de Italia, y en él participan, además de la UPV, Deep Forestry (Suecia); Sparkd AI (Irlanda); el National Land Survey of Finland, Arctic Flavours Association (AFA) y la Universidad de Tampere (TAU), todos ellos de Finlandia; INGENIARIUS (Portugal) y la Universidad de Cranfield (CU), de Reino Unido.
La solución desarrollada en el marco de FEROX permitirá a estas organizaciones socias desarrollar y reutilizar las tecnologías del proyecto para el cultivo industrial y para dar apoyo a la sostenibilidad global.
Paul Chippendale, coordinador del proyecto, ha comentado sobre su potencial que Ferox "abre una puerta de posibilidades" y, en este sentido, ha afirmado que han "identificado tres áreas principales de impacto".
La primera es un área científica, donde el proyecto explora los beneficios de la IA y los drones en aplicaciones en la naturaleza, y la segunda es el área social, ya que se pretende infundir confianza en las tecnologías que conforman el proyecto.
Finalmente, la tercera es el área económica, pues auguran "nuevas oportunidades de negocio para los ciudadanos y para pequeñas y medianas empresas", según Chippendale.