Díez Guijarro, director de Estudios de Bankia: "Esta crisis supondrá el fin de la era analógica"

MURCIA. “Esta crisis supondrá el fin de la era analógica”. Así se manifestó José Ramón Díez Guijarro, director de Estudios de Bankia, en la Webinar organizada por el Círculo de Economía de Murcia que trató los principales retos a los que se enfrenta la economía española ante la pandemia originada por el coronavirus. Una crisis que, admite Díez Guijarro, es la más global y la más profunda desde la Segunda Guerra Mundial. “La digitalización ha llegado para quedarse”, añadía Díez Guijarro. Respecto a las entidades bancarias, cree que su papel será muy distinto en esta recuperación. “Si en 2008 fuimos una parte importante del problema, ahora creo que somos una parte considerable de la solución”, refiriéndose a los recursos que esta vez disponen para ayudar a sus clientes y la economía en general para paliar en parte un desplome total.

Tras la vuelta a la actividad, el director de Estudios de Bankia afirmó que aún existe mucha incertidumbre sobre la salida a esta crisis. Los recientes rebrotes obligan a ser muy cautos sobre el devenir de la economía en un futuro cercano. Díez Guijarro estima, no obstante, que los niveles previos a la crisis originada por la covid-19 no se alcanzarían hasta finales de 2022. Y es que las consecuencias de esta crisis, un llamado Cisne negro ( teoría que, en el ámbito económico, describe aquellos sucesos que ocurren por sorpresa, que ningún analista había previsto ni tenido en cuenta porque, a priori, eran improbables) , ha provocado pérdidas de producción en Europa de 12,5 billones, provocando que los niveles de deuda se sitúen en niveles similares a los soportados tras la Segunda Guerra Mundial.

El director de Estudios de la entidad que preside Goirigolzarri cree que la recuperación vendrá en forma de ‘V’ asimétrica, aunque de forma desigual según los sectores, ya que no todos han tenido el mismo impacto. Tampoco los países de Europa han sufrido el mismo impacto de la crisis, siendo los más afectados los cercanos a España, como Francia o Italia, con caídas del PIB cercanas al 25% para este año. Un impacto que ha sido más suave debido a las medidas que tomaron para frenar la expansión del virus. Mientras que en los países del sur el confinamiento fue más prolongado, en los del norte de Europa la actividad no se frenó tanto. Un factor que puede generar la tentación en países como Alemania, Holanda o Suecia de ser menos ‘generosos’ a la hora de conformar un paquete de medidas para la recuperación global del mercado europeo.

Centrando el foco en España, Díez Guijarro afirma que algunas de los factores que han provocado un impacto tan sonado en la economía son la alta temporalidad del mercado laboral, el elevado peso de las Pymes y una estructura sectorial muy enfocada al sector servicios, con una alta dependencia del turismo. Pese a que la crisis tardará en desaparecer, algunos indicadores como el consumo eléctrico reflejan que lo peor ha quedado atrás. También el consumo vuelve a activarse, con un incremento notable de las compras con tarjetas.

En opinión de Díez Guijarro, pese a que la crisis de 2008 está muy reciente en la mente de los actuales dirigentes políticos, cree que se ha aprendido de la gestión de aquel momento crítico en toda Europa. Mientras que entonces los estímulos fiscales fueron muy tibios para la magnitud del shock económico, en esta ocasión países como Alemania, siempre cautos a la hora de elevar sus niveles de deuda, han realizado importantes estímulos fiscales. “La cumbre europea de este fin de semana será muy importante”.

Mirando al futuro, Díez Guijarro manifestó que uno de los principales problemas de España será el mercado laboral, que alcanzará niveles del 20-21% de la población activa. Será a finales de 2022, según los estudios que ha realizado desde su departamento, cuando volverá al 14%. “El problema de España es que el nivel de paro estructural es muy alto, entorno al 12%”, manifestó Díez Guijarro. Por último, para terminar, no quiso asegurar el número de empresas que desaparecerán. “Aún es muy pronto, pero en mi opinión serán entre el 3 y el 4% las que desaparecerán”.