Deseos del ego, deseos del alma

MURCIA. No hay nada tan eficiente como tu intuición. Sí, TÚ, tu intuición. Esa sensación de que sabes algo con una claridad tan meridiana que podrías dibujar perfectamente las escenas, que las tienes en tu cabeza, pero te han enseñado que tu obligación es dudar de ti misma por no poder demostrarlo con hechos. Y si lo puedo demostrar con mis emociones, sensaciones y sentimientos, ¿no te sirve?

Cuando te preguntan: ¿Cómo te gustaría que fuera tu pareja ideal? Y decimos sin dudar: Buena persona, amable, fiel, estable, que me apoye… ¿Y un empleado ideal? Buena persona, amable, fiel, estable, que me apoye … ¿Tu jefe ideal? Buena persona, amable, fiel, estable, que me apoye… No puedes ser buena pareja ni buen trabajador (ocupes el puesto que ocupes), si no tienes estas características, como mínimo. Y más cuando debes tener presente que cada vez que subas un escalón de triunfo, debes subir dos de humildad.

*Memento Mori... En la antigua Roma, cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, iba tras él un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre. Lo hacía pronunciando esta frase, aunque según el testimonio de Tertuliano el escritor, probablemente la frase empleada era: Respice post te! Hominem te ese memento (¡Mira tras de tí! Recuerda que eres un hombre) [*Wikipedia]

Tan importante es que una célula del corazón haga bien su función como que lo haga una célula de la piel o del colon. De hecho, que una célula de la piel o del colon mute de forma descontrolada tiene un nombre que no pronunciaré en este foro. Sin embargo, una célula del corazón no puede desarrollar lo mismo, simplemente esa dolencia no existe para el corazón, pero sí que puede aparecer en un órgano "menos importante", y ya la hemos liado.

Como traducción a la metáfora: si te toca ser el corazón y estar al frente de una empresa de un millón de personas tendrás que hacer bien tu trabajo y dar ejemplo a quien te sigue, responsabilizándote de tus obligaciones adquiridas libremente, que no son ni más ni menos importantes que las de una persona que le toca barrer la puerta de la sucursal de la empresa, como puede hacer un riñón en tu cuerpo. Tu trabajo debe ser siempre impecable, estés en el puesto que estés.

No es que yo me crea más que nadie (ni menos tampoco), sino que pienso que todo lo que nos pasa nos quiere enseñar una lección de vida y ser humilde es una virtud que debemos ejercitar todos (yo la primera) en forma de sana costumbre. Me lo dice el psicólogo Jordi Pons -búscalo en YouTube- en su análisis del eneatipo 2 cuando se halla en su modo descentrado.

Existen los deseos del ego y los deseos del alma. Quizá en tu caso tienes el deseo egoico y descentrado de ser admirado y envidiado, de ser imprescindible, de que te tengan en un pedestal y esto lo consigas seduciendo o manipulando a quien haga falta, empleando las artimañas que creas necesarias, que para tu modo de pensar no serán crueles ni abusivas, sino perfectamente válidas para justificar el medio que quieres conseguir que es beneficiar a tu ego individual e intransferible.

No le dices a nadie (aunque el ojo experto lo nota, no lo dudes), que en realidad tu deseo del alma es que te quieran, es recibir amor que confundes con atención, porque en el fondo de tu ser no te sientes digno, ni siquiera de tu amor propio, así que buscas desesperadamente reconocimientos en el exterior, y la admiración o atención, muchas veces interesada, de otras personas. Date cuenta de esto, y reconócelo en cuanto se te presente delante, y actúa con madurez y autocontrol, que luego hay que recoger los trozos del desastre emocional que has organizado.

Como consejo gratis del día cito a los chinos que saben mucho: Una semilla crece en silencio, sin embargo, cuando un árbol cae lo hace estrepitosamente. Esto se traduce en: Trabaja, crea y crece en silencio.... mantente firme y calmado, y espera. Haz tu trabajo exquisita y diligentemente, y no esperes la estrellita al final del día cuando entregues los deberes. Da todo, con la mejor de las actitudes y sin esperar recibir, y la vida te recompensará a su debido tiempo, porque no lo olvides… el señor y los reyes magos lo ven todo y si no te has portado bien tendrás carbón. Sin embargo, si tu trabajo es noble, tu recompensa también lo será.

Nunca te arrepientas de hacer un buen trabajo, cambiar orgullo por humildad y tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti. Y piensa que el karma del universo es: “Lo que desees para mí, el doble para ti” Y él ya se encargará de ajustar las cuentas.

Buen camino ;)

#JuntasSomosMasFuertes

Laura García Sánchez

Ingeniera en Telemática. Docente de Formación Profesional

Especialista en Comunicación y Marketing Digital

@LauraGarcia_I