CIENTÍFICOS DE AUSTRALIA

Descubren nuevos biomarcadores epigenéticos para predecir formas más agresivas del cáncer de próstata

4/10/2022 - 

MADRID (EUROPA PRESS). Científicos del Instituto Garvan de Investigación Médica, en Sídney (Australia), han descubierto nuevos biomarcadores epigenéticos para predecir las formas más agresivas del cáncer de próstata.

Los biomarcadores pueden utilizarse en combinación con las herramientas clínicas tradicionales para predecir si un hombre desarrollará una forma más metastásica y letal de la enfermedad y podrían ayudar a los médicos a desarrollar un mejor plan de tratamiento.

"Es necesario que los hombres con cáncer de próstata reciban tratamientos más personalizados, guiados por la naturaleza de sus tumores, y eso no se puede conseguir sin nuevos biomarcadores que puedan predecir mejor el riesgo de desarrollar la forma letal de la enfermedad", afirma la profesora Susan Clark, jefa del laboratorio de Investigación Epigenética de Garvan y principal investigadora del estudio.

El cáncer de próstata es, a nivel mundial, el segundo cáncer más frecuente que se diagnostica en los hombres. Tras el diagnóstico, alrededor del 50 por ciento de los hombres desarrollará un cáncer metastásico a lo largo de su vida. Por lo general, la metástasis tarda 15 años o más en desarrollarse, pero un pequeño porcentaje de hombres desarrolla una forma metastásica fatal mucho antes después del diagnóstico.

Al identificar a los pacientes que podrían desarrollar esta forma de cáncer de próstata en las primeras fases, los médicos podrían empezar antes los tratamientos más agresivos. El nuevo estudio se publica en la revista 'Clinical and Translational Medicine'.

Se trata de uno de los estudios moleculares más exhaustivos y a largo plazo sobre la progresión del cáncer de próstata, ya que la lenta progresión de la enfermedad dificulta el estudio de su biología.

El banco de biopsias mantenido durante los últimos 20 años en el Hospital Garvan y St Vincent permitió a los investigadores analizar muestras de 185 hombres a los que se les extirpó la próstata debido a un diagnóstico de cáncer de próstata en las décadas de 1990 y 2000. A continuación, el equipo realizó un seguimiento del número de hombres que sobrevivieron y de los que murieron a causa de la enfermedad, algunos más de 15 años después.

Los investigadores examinaron sus genomas e identificaron 1.420 regiones específicas del cáncer de próstata en las que pudieron observar cambios epigenéticos, es decir, marcas en el ADN, conocidas como metilación del ADN. El proceso de metilación puede aumentar o disminuir la actividad de un gen sin alterar su secuencia de ADN como hace una mutación. De esas regiones, se estudiaron más a fondo 18 genes, de los que uno destacó como biomarcador clave, el gen CACNA2D4, implicado en la regulación de los canales de calcio.

"Se sabe muy poco sobre este gen y no se suele perfilar, por lo que realmente necesitamos entender cómo el proceso de metilación puede suprimir la actividad del gen", afirma la doctora Ruth Pidsley, primera autora del estudio.

El equipo ha puesto los datos completos de la secuenciación del epigenoma a disposición de otros investigadores para que los utilicen en futuras investigaciones sobre el cáncer de próstata.

Los resultados del análisis del epigenoma no solo mostraron diferencias en los hombres que padecían las formas letales y no letales del cáncer de próstata, sino que los biomarcadores también mejoraron las herramientas clínicas existentes para el pronóstico. Los nuevos hallazgos ofrecen la esperanza de un camino hacia un tratamiento del cáncer más personalizado.

"Lo que realmente se quiere saber el día en que se diagnostica a un paciente es quién tiene posibilidades de padecer un cáncer de próstata letal y quién no, porque eso cambiará la forma de tratar el cáncer", afirma la profesora Lisa Horvath, oncóloga e investigadora de Garvan, que fue la directora clínica del estudio. "Estos biomarcadores epigenéticos tienen el potencial de ayudarnos a determinar de antemano quién tiene un cáncer de próstata letal y quién no", afirma.

Los próximos pasos son ampliar el estudio y determinar si los biomarcadores pueden detectarse en muestras de sangre en primera instancia.

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