XEITO I ESPENTA / OPINIÓN

Desconcierto

Estamos en pleno caos jurídico. Los ciudadanos están desconcertados y sienten que se juega con su salud. La judicialización y politización de la pandemia del coronavirus supone una batalla inexplicable cuando se deberían volcar todos los esfuerzos en atajar los contagios y en contener en la medida de lo posible la grave crisis económica

9/10/2020 - 

Discrepancias incomprensibles. No se sabe si hay confinamiento, si cierre de Madrid, si Estado de Alarma o vuelta a la fase 1 de la desescalada o como se quiera llamarLa lucha entre administraciones públicas que subyace tras la imposición vía BOE de las nuevas medidas restrictivas de movilidad en la Comunidad de Madrid, nos tememos que no va a parar la evolución de la pandemia. Cerrar la economía en Madrid es un asunto de gran calado. Tendría que haber un punto de equilibrio entre salud y economía. El desconcierto para el ciudadano es mayúsculo. Las restricciones ni cortan la movilidad ni evitarán contagios. Se acudirá al trabajo, al colegio y algo casi etéreo e indefinido como es aquello de las “necesidades y motivos de urgencia sanitarios o de otra índole”. Da la sensación que todo es una batalla política. Se juega con la salud y la paciencia del ciudadano que no entiende tanto galimatías y admonición. Hubo una desenfrenada carrera para la desescalada y llegar a la “ansiada” nueva normalidad. Criterios políticos y no sanitarios y además se ha perdido un tiempo precioso en los meses del verano que ahora se han vuelto en contra. Ahora empieza la batalla jurídica que al fin y a la postre va a ser un ir y venir de abogacías del Estado, de la Comunidad, de declaraciones y enfrentamientos políticos y el común de los mortales lo contemplará atónito y sobre todo muy preocupado porque a la hora de la verdad lo importante es la salud

Ni “v”, ni “u”. Lo de la recuperación económica va para largo. Muchas cuentas se hicieron para pronosticar que superada la famosa curva de la pandemia en la primera ola habría rebote económico. Y es que metidos de lleno en la desatada segunda ola de contagios, resulta que el FMI ya nos advierte que se va a agravar la crisis en nuestro país con un incremento de la pobreza. Nos las prometíamos muy felices el año pasado con los indicadores económicos y ahora estamos hablando de pobreza y nos tenemos que centrar en la prioridad que no es otra que la salud. Ocurre que en nuestro país las decisiones de las distintas administraciones públicas en vez de ayudar a superar ese momento la están entorpeciendo. Al menos esa es la sensación del ciudadano que no entiende ni los enfrentamientos ni las decisiones contradictorias. Ni hay colaboración, ni mucho menos consenso. Así que aquello de la recuperación en “v” o en “u”,-menos buena que la anterior-, es una quimera. Y eso que se han llegado a acuerdos de protección de empleo como es el caso de las prórrogas de los ERTE entre Gobierno, patronal y sindicatos. Aunque en estos pactos siempre haya letra pequeña. Lo dicho desconcierto para todos y la salud y la economía que no terminan de entenderse.

El Tablero

PSOE: Pedro Sánchez y los conejos de la chistera. La imaginación  en la fontanería “monclovita”es inconmensurable. Ahora Sánchez se trae a la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen para asistir a una nueva Conferencia de Presidentes Autonómicos.¡ Como para pegar un respingo crítico! Así que estaremos ante una nueva foto. Por otra parte la denominada ya  como“batalla de Madrid” sigue cosechando capítulos. Las imposiciones en el Consejo Interterritorial de Salud con el voto en contra de las CCAA gobernadas por el PP y nacionalistas, más parecen un enfrentamiento político que una solución terapéutica de la situación sanitaria. Este juego puede ser peligroso a futuro porque los ciudadanos se debaten entre la incertidumbre, el desconcierto y el hastío. No se entienden los diferentes criterios a la hora de valorar los indicadores numéricos sanitarios. Cada Comunidad Autonómica es un mundo por sus características de población y movilidadSe utilizan a conveniencia por unos y otros sin una explicación homogénea. Mientras, que nadie se olvide, en Cataluña volvemos a una situación incierta con Quim Torra inhabilitado y con un president provisional de ERC. Pronto habrá elecciones que tampoco resolverán la cuestión catalana.

PP: Pablo Casado y los molinos de Don Quijote. La batalla es desigual. Hemos escrito que Madrid es su garantía. Así que la confrontación está servida. Con cuitas jurídicas por medio y episodios políticos entramos en un camino no se sabe si tiene retorno. Desde el PP tendrán que ser creativos en la exposición de posiciones y en las medidas que se tomen en las comunidades que gobiernan y siempre mirando de reojo a su socio Ciudadanos del que no se fían mucho. La maquinaria del Gobierno central está en marcha y les queda poco resquicio para la flexibilidad y la colaboración. Casado no se puede permitir ninguna discrepancia interna, debe demostrar, cómo dice que lo hace, que es alguien que en algún momento pueda gobernar el país. Ahora su momento es al menos comprometido. Y fiar todo a las intervenciones más o menos ruidosas en el Parlamento solo consigue algún titular mediático, no efectivo. 

Vox: Santiago Abascal a lo suyo. Y mira que insiste en que está preocupado por lo que ocurre en este país y todo le parece poco o nulo.  En plena vorágine para su moción de censura que se debatirá en breve en el Parlamento se enganchan a todo lo que se mueve. Se llame Rey, justicia, economía y pandemia. Lo de ocupar el espacio, táctica muy utilizado por sus antagonistas de Podemos,son todo un clásico en política. Ocurre que no estamos para muchas frivolidades cuando tenemos encima una grave crisis sanitaria, social y económica.

Unidas Podemos: Pablo Iglesias liado con su dialéctica. Se le reconoce en muchas ocasiones su verbo ágil, su preparación y su ingenio. Pero no es momento de muchas florituras. Es sabido que por momentos su posición es precaria. Necesita de Sánchez pero la realidad es tan torticera que el presidente del Gobierno también le necesita por simple sortilegio numérico. Esta relación casi tóxica supone desencuentros en asuntos de trascendencia para el Estado,-la batalla por la república y las críticas al Rey-; los desmentidos son continuos. Esa complacencia profesoral que muestra en ocasiones es reflejo de su debilidad nerviosa. La cercanía con postulados independentistas no se sabe si es más una postura o una creencia. Es casi una broma recordar la escasez de sueño de Sánchez con estas idas y venidas “podemitas”.

Ciudadanos: Inés Arrimadas desconcertada. Está como todos. Quiere pactar con el Gobierno los PGE y otras medidas pero la búsqueda de equilibrio es difícil. No se puede estar en misa y repicando. Sánchez le deja poco espacio aunque les utiliza continuamente sobre todo para atacar al PP con el que gobierna en unas cuantas CCAA. Le ocurre como a Iglesias y Abascal, su posición queda reducida a unos cuantos titulares en el atril del Congreso y mira que ha intentado rentabilizar sus escasos diez diputados.

Las frases de la semana

Meritxell Batet, presidenta del Congreso: “Les pido, por favor, respeto. Les pido, por favor, contención. Les pido, por favor, saber escuchar al discrepante, al que piensa distinto a nosotros. Les pido, en definitiva, por favor, educación” ¡A estas alturas con estas admoniciones. Todos participan del juego, hay que salir en los medios. Se olvidan de que los ciudadanos se pueden cansar de unos y otros!

Pablo Casado, presidente del PP a Sánchez: “Pese a sus vetos, la justicia se administra en nombre del Rey. El problema es usted, que está degenerando las instituciones y arruinando a los españoles por un puñado de votos” ¡En asuntos de tribunales y corrupción se hablaba de la “pena del telediario”, ahora habrá que hablar de la “pena del atril parlamentario” y ya!

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno a Casado: “¿Qué está haciendo usted, además de insultar, en esta época tan negra que vive España y el Mundo? Usted se inventa amenazas ficticias. Se erige en defensor de la Corona, de la Casa Real. Vaya con cuidado porque antes se erigieron en defensores de la unidad de España frente al independentismo catalán y a ver cómo acabamos” ¡Se olvida de que el que gobierna es él. Es su trabajo y es quien debe decidir sobre los asuntos del Estado, no acordarse del pasado!

Gabriel Rufián, portavoz de ERC: “Vox tiene aquí 52 diputados. Pero en realidad tiene 53, porque tiene uno en la Zarzuela” ¡Otro que juega en el atril. No estamos para según qué cosas!

Pablo Iglesias, vicepresidente social del Gobierno al PP: “Están haciendo muchísimo daño a la Monarquía parlamentaria cuando tratan de escudarse y de politizar el Poder Judicial y cuando identifican a la Monarquía con la derecha. No nos hagan el trabajo, señorías” ¡Curioso, el adalid defensor del Rey. La ironía a veces no es tan efectiva!

Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos a Pablo Iglesias: “Aprovechan el dolor y la debilidad del país para imponer su agenda sectaria, atacar al Rey y convertir el país en una república bananera controlada por ustedes” ¡El monarca reducido a ser el pim, pam, pum de todos. Flaco favor al Estado. Alguno lo ha perdido de vista!

Juan Carlos Campo, ministro de Justicia: “La justicia se imparte, en nombre del rey, por jueces independientes. Y en eso creo, y defenderé hasta la última gota de mi sangre a la monarquía, al Estado constitucional y a la justicia” ¡Pues lo disimula muy bien. Lo de la utilización de la justicia como vendetta contra el monarca no lo ha hecho la oposición, ha llegado desde el Gobierno!

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