el pasico del aparecido / OPINIÓN

¿Deconstruirán España los españoles?

24/12/2022 - 

CARTAGENA. La deconstrucción de España avanza a buen ritmo. Las señales son inequívocas. En las Baleares no solo es imposible estudiar en español, sino que te expulsan de las escuelas si pones una bandera española en el tablón de anuncios. Además, pierdes tu puesto docente y te impiden ejercer de médico si no sabes catalán. Una situación similar se perfila en la Comunidad Valenciana. Es proverbial que los sucesivos gobiernos catalanes se niegan a aplicar las resoluciones judiciales que obligan a enseñar en español y te pueden denunciar si contestas en español a un enfermo que te hable en catalán. No mucho mejor es el escenario en el País Vasco. Insistiendo en el criterio de la exministra socialista de Educación, la vasca Celaá, la ley de universidades pergeñada por el podemita catalán Subirats considera que el idioma español es impropio en todos los territorios donde haya una lengua cooficial e impone que las universidades impartan la docencia en las llamadas lenguas propias y las promocionen incluso en los programas Erasmus. 

El escándalo mayor se da en el País Vasco, una región que recibe fondos de la Hacienda española a pesar de gozar de una renta per cápita muy superior a la media nacional. En perjuicio de Andalucía, Extremadura y Murcia, los vascos disfrutan del doble de renta media pública gracias a ese paradójico sistema de transferir riqueza a una región opulenta.

Varios partidos socialistas regionales son cómplices, cuando no impulsores, de esas agresiones a la nación española y a su idioma. El portavoz socialista, el vasco López, que fue elegido presidente del País Vasco por el apoyo que le prestó el PP, no tardó en prescindir de los que le habían encumbrado para pactar con el PNV. La socialista Chivite gobierna en Navarra por su alianza con Reunirse (en vasco, Bildu) y la UPN ha dado indicios de intentar sumarse a ese acuerdo. En la Comunidad Valenciana gobierna el socialista Puig por el apoyo de los separatistas de Compromiso. En las Baleares manda la socialista Armengol merced a su consorcio con los pancatalanistas isleños.

Hace años tuvo lugar una masiva manifestación en Barcelona bajo la pancarta “Somos nación. Nosotros decidimos”. A la vanguardia figuraba el socialista Iceta, ahora ministro de Cultura. Fue el que exigió acortar la aplicación del artículo 155 a los sediciosos y que TV3, una máquina de propaganda separatista, no se viese afectada. También fue el primero en pedir el indulto a los sediciosos, la derogación del delito de sedición y, junto con el podemita Assens, el abaratamiento del de malversación si se hacía para delinquir contra la Constitución. De hecho, Montilla, el expresidente socialista de Cataluña, se negó a votar a favor de aplicar el 155. Y fueron socialistas catalanes los que diseñaron y aprobaron un Estatuto de Autonomía con varios artículos inconstitucionales de aroma separatista, como disponer de sus propios sistemas fiscal y judicial. En realidad, una escisión encubierta de España.

Derrotada Susana Díaz, arrinconado Page, fallecidos Rubalcaba y Miguel Navarro, los dirigentes del PSC, con Iceta a la cabeza, han logrado imponer al conjunto del PSOE su proyecto de disolver España en una confederación de repúblicas. De ahí el cambio del presidente Sánchez. ¿Recuerdan su programa en 2016? Combatir la corrupción, tipificar como delito los referenda ilegales, reforzar el delito de sedición, prohibir los indultos a los malversadores, exigir el cumplimiento íntegro de las penas a los sediciosos, y elegir para todos los órganos, como el Tribunal Constitucional, la Fiscalía General y el Consejo de Seguridad Nuclear, a personas sin adscripción partidista y suficientes méritos. Un programa estupendo, pero, en manos del PSC, ha decidido indultar a los sediciosos y derogarles o aminorarles las tipificaciones de los delitos que cometieron. Y en el horizonte, la repetición de un referéndum catalán, que llamarán consulta como si no supiésemos que, en España, todos los referenda son consultivos.

"Derrotada Susana Díaz, arrinconado Page, fallecidos Rubalcaba y Miguel Navarro, los dirigentes del PSC, con Iceta a la cabeza, han logrado imponer al conjunto del PSOE su proyecto de disolver España en una confederación de repúblicas"

Ahora el PNV y los separatistas catalanes han dado un paso más al pedir ciertas modificaciones cruciales de la Constitución Española. Al socaire de cambiar la denominación de disminuidos por la de personas con discapacidad, ha planteado reconocer el derecho a la autodeterminación de lo que ellos llaman el pueblo vasco, suprimir el artículo 155 (el que permite al gobierno español intervenir en una comunidad autónoma si atenta reiterada y gravemente con la ordenación legal) y quitar la encomienda constitucional de que las Fuerzas Armadas defiendan la integridad territorial de España. Nos quieren débiles, impotentes y desarmados.  No va a la zaga Juntos por Cataluña, que pide privar al Tribunal de Cuentas de su facultad de reclamar los dineros malversados con fines políticos, prohibir que el Tribunal Constitucional pueda impedir actuaciones de los parlamentos claramente inconstitucionales, y aprobar una Ley de Amnistía para los condenados por atentar contra la Constitución.

Ese es el horizonte que vislumbran los aliados separatistas del presidente socialista Sánchez: una España fragmentada, con enormes desigualdades territoriales, sin un idioma común, y con sus Fuerzas Armadas, Tribunal Constitucional y Tribunal de Cuentas inutilizados para defender su Constitución, su integridad territorial y, en breve, su continuidad como nación.

En el pueblo portugués de Viseu hay una tumba con una placa que dice “Aquí yace Don Rodrigo, último rey de los godos”. En efecto, traicionado por el conde Don Julián, que tenía la responsabilidad de defender el Estrecho de Gibraltar en colaboración con el gobernador español de Ceuta, fue derrotado por los musulmanes, que dominarían durante los siguientes siete siglos. Vistas las luchas constantes entre las élites godas, ¿pensaría Don Julián que estaba contribuyendo a desinflamar España? ¿Dónde yacerá el rey Juan Carlos, que tanto hizo por la democracia española al morir Franco y al dar su golpe de Estado el coronel Tejero? ¿Y el rey Felipe VI, cuyo discurso tras el golpe sedicioso fue fundamental? Igual que las huestes de Don Rodrigo desmayaban y huían cuando en la octava batalla sus enemigos vencían, ¿decaerán los papeles de nuestras Fuerzas Armadas en defensa de España?  En la mano de los patriotas españoles está asegurar la continuidad de su nación y promover la igualdad territorial, como defendían los socialistas andaluces que lograron que su región accediese a la autonomía por la misma vía que Cataluña.

JR Medina Precioso

jrmedinaprecioso@gmail.com

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