MURCIA. ¿Cementerio o camposanto? Normalmente usamos estos términos, e incluso necrópolis, para referirnos estos días a visitar a nuestros familiares ya fallecidos. Los utilizamos como si su significado fuese el mismo cuando desde luego no lo es. Veamos por qué.
Necrópolis significa literalmente "ciudad de muertos", un lugar en donde residen y se encuentra habitado por seres ya fallecidos, los cuales no pueden salir del perímetro de esa "ciudad" salvo en momentos puntuales del año, como en el que nos encontramos hoy. Por ese motivo los vivos hemos de ir a visitarlos para honrar y recordar su memoria, evitando así que se olviden de quienes son y pudiesen regresar como almas en pena. Cronológicamente hablando nos situamos en la época grecorromana y tardo romana, en donde era habitual pasar al menos un día a la semana comiendo con tus difuntos, llevando comida y cubiertos para ellos también. Es el caso de la necrópolis del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena, de los siglo V-VI dC.
Cementerio es una palabra que procede del griego 'koimetérion' que significa "habitación de los muertos" desde un punto de vista funerario, pues literalmente su significado es "cuarto donde guardar algo o dormitorio". Posteriormente en época romana fue acuñado como caja o aglutinante, llamado caementum, alejándose de su principial significado. Como podemos ver, el origen etimológico es muy anterior al cristianismo y no poseía connotación alguna religiosa desde el punto de vista católico. En el interior de un cementerio sólo se encuentran los cuerpos sin vida, sin esperanza de existencia en ningún lugar, la más absoluta muerte. Es el caso de cualquier cementerio laico y no adscrito a alguna religión o creencia en cocreto.
Por su parte camposanto hacía referencia a los terrenos adyacentes a una iglesia, convento o monasterio en donde dar cristiana sepultura a los fieles. Aquellos que tenían una mayor riqueza solían enterrarse en el interior de los recintos eclesiásticos o en las paredes de los mismos. O lo que es lo mismo, para llamar camposanto a un lugar de enterramiento debe existir una iglesia, ermita o lugar sacralizado, como sucede en el caso del Cementerio de Nuestro Padre Jesús de Espinardo (Murcia) en donde se crea en origen en torno a la ermita de San Cristóbal.
Y siguiendo con la tradición cristiana y de difuntos en este día tan especial hagámonos una pregunta: ¿Por qué vamos nosotros a los cementerios en esta fecha si nuestras creencias nos indican que son nuestros seres fallecidos quienes vienen a nuestras casas?
Querido lector, ¿eres más de cementerios o de camposantos?
*Santi García es responsable de 'Rutas Misteriosas' y autor del libro 'Murcia, Región Sobrenatural'