MURCIA. El Real Murcia sólo logró un triunfo en los diez partidos de la Liga en la Primera RFEF que disputó en su estadio desde que se disparó la afluencia de espectadores al mismo y los 168.454 que acudieron a ver esos encuentros en el Enrique Roca, según la cifra aportada por el club contabilizando las entradas de todos esos choques, acumularon decepción tras decepción.
El incremento de personas que acuden a ver al Real Murcia en su campo -una media de 16.845 por jornada desde el pasado mes de marzo- va inversamente proporcional al rendimiento del equipo que ahora entrena Gustavo Munúa y en la pasada campaña era guiado desde el banquillo por Mario Simón.
Los datos son desalentadores para un conjunto que hace unos meses fracasó en su pelea por el ascenso a Segunda División y que en este curso tampoco inició bien para alcanzar el objetivo de, al menos, disputar la promoción para dar el salto de categoría. No en vano, es el decimoquinto clasificado con cinco puntos sumados en cinco partidos disputados. Con uno pendiente, el que se aplazó en Ibiza, está rondando la zona de descenso a la Segunda RFEF, a siete de los puestos de promoción y ya a 11 del Club Deportivo Castellón, que a día de hoy sería el que ascendería como campeón del grupo 2.
Contar con el aliento masivo de su afición no es ni mucho menos sinónimo de éxito y, aunque la parroquia grana cumple con su parte, los que pisan el césped y el que los dirige no están a la altura.
Desde que Felipe Moreno, actual presidente y dueño del Murcia, entró en la entidad con mucho brío y despertando gran expectación e ilusión y activó promociones especiales para los abonados y el público en general para ver al equipo en sus partidos de casa los resultados no acompañan.
En el primero de esos choques promocionados el Murcia empató a uno frente al Fútbol Club Barcelona con nada menos que 27.831 espectadores en las gradas el 5 de marzo.
Posteriormente los granas, jugando con la hinchada a su favor, empataron a cero frente al Club de Fútbol La Nucía con 15.769 personas en el Enrique Roca, ganón por 4-0 a la Unió Esportiva Cornellà con 12.445, perdieron por 0-1 tanto frente al Atlético Baleares con 19.912 como ante el Club de Fútbol Intecity con 14.953 y cerraron el curso en casa con un 1-1 contra el Castellón con 16.878 y con una derrota por 1-2 ante el Club Deportivo Eldense con 25.932 personas acudiendo al estadio murcianista.
Esta temporada la dinámica en casa sigue siendo negativa para el grupo que ahora comanda el uruguayo Munúa. Así, se dieron las derrotas por 1-3 ante el Córdoba Club de Fútbol con 11.750 espectadores presentes y por 2-3 frente al Atlético Sanluqueño con 10.511, resultados a los que se sumó el 0-0 de este último domingo contra el Club Deportivo Alcoyano con 12.473 aficionados viéndolo.
Así pues, el bagaje de los murcianistas en estos diez partidos es de una sola victoria, cuatro empates y cinco derrotas -10 goles marcados y 12 encajados-, es decir únicamente siete puntos sumados de 30 posibles.
Antes de la llegada de Felipe Moreno el equipo venía reuniendo a entre 5000 y 6.000 personas habitualmente -en el partido ganado por 2-0 al Nástic de Tarragona fueron 5.826 el último antes de las referidas promociones- pero el equipo sí era ganador delante de su público.
No en vano, en sus 12 primeros encuentros como local del curso 2022/2023 logró seis triunfos y cinco empates y sólo perdió un encuentro para sumar 23 puntos de 36 posibles en un estadio Enrique Roca al que iba mucho menos gente pero salía de él bastante más contenta.