MURCIA. Comenzar una carrera desde lo alto no es sencillo. Dani Fernández (Alcázar de San Juan, 30 años) formó parte del fenómeno Auryn cuando comenzaba en el mundo de la música. El fenómeno fan le hizo tocar el éxito muy pronto. Tras la disolución de la banda, le tocó empezar de cero y encontrar el camino que quería tomar en su vida. Tenía claro lo que no quería hacer. Ahora, con su segundo disco recién salido al mercado, visita Murcia con dos conciertos en la Sala REM, para celebrar su gran momento, con más de un millón de oyentes mensuales en las plataformas de streaming.
Con dos discos de estudio, ¿Estás satisfecho con lo vivido hasta ahora? En alguna entrevista previa has comentado que te costó encontrar tu lugar tras la etapa de Auryn.
A todos cuando hemos vivido algo tan fuerte como lo vivido con mi grupo, lógicamente fue bastante duro. Sobre todo, a nivel anímico. Cuesta encontrar tu sitio. Para mí lo más importante era no volver a hacer algo que no me gustara. Encontrarme 100% a mí. Entonces empecé a componer, a juntarme con amigos que me ayudaran en ese momento tan complicado que es marcar tu camino. Poco a poco, con dos discos, ya tengo más claro lo que quiero. En ese momento, tras acabar la etapa de Auryn, lo más importante era saber lo que no queríamos hacer.
Has dicho alguna vez que intentas huir de la intensidad porque "la gente me va a llamar pesado". Sin embargo, tu forma de cantar es muy visceral. Como si fuera la última vez que vas a cantar.
Sí, es cierto. Para mí, transmitir mientras canto es lo más importante. Cuando tienes un proyecto en el que hablas tanto del amor y el desamor es normal que se diga eso. No me lo tomo a mal. Soy el primero que es consciente de como soy. Me considero bastante visceral a la hora de cantar. Porque es lo que más me gusta hacer. Si acabo un concierto y no lo he dejado todo, siento que no me he divertido.
No sé como lo ves, pero este segundo disco tiene el mensaje de "apuesta por mí que no te voy a fallar". No sé si más a una persona en concreto, sino a la vida.
Todos en nuestros trabajos intentamos seguir peleando, tener esa pizca de suerte de dedicarte a lo que te gusta. A la vez, necesitamos a esa gente cerca que apueste por nosotros, que no dude en llamarte cuando lo necesitas. Eso es muy importante. Yo me siento muy afortunado de tener este tipo de personas a mi lado. Ya sea en el escenario o en mi banda. Gente que apuesta por mi proyecto y por mí. Es tan importante que la gente te apoye como que te digan lo que no haces bien para ponerte los pies en el suelo.
Aunque sepas que no llevas razón, ¿te cabrea cuando alguien te dice 'esto no me gusta'?
No me cabrea. Sobre todo, si es una crítica constructiva. Me gusta que me digan las cosas de verdad y yo digo las cosas como las pienso. Las personas que siempre quieren quedar bien en mi vida no tienen sitio. Digo lo que pienso y a veces soy bastante seco o directo. Prefiero que la gente lo haga conmigo así. Si me dicen que tengo canciones ‘de mierda’, lo respeto perfectamente. Siempre y cuando no sea para hacer daño. Las críticas constructivas me ayudan a mejorar, aunque no estén en mi mano. Muchas veces son críticas a mi equipo que asumo yo también, porque para eso somos un equipo.
Has dicho que "has vivido muchas cosas negativas durante mucho tiempo". ¿Qué tipo de cosas?
No podría decirte en concreto. Por ejemplo, mis inicios fueron bastante agridulces cuando era un chaval. Con 14 años ya empezaba a cantar y tenía una apuesta por alguna discográfica. Luego te das cuenta de que eso es solo un juego y que tienes que seguir estudiando y trabajando para hacer lo que quieres. Eso es difícil de asimilar si no tienes a la gente adecuada y a una familia que te ponga los pies en el suelo.
Otro punto, por ejemplo, te diría que en mi etapa en Auryn no todo fue luz y color. Cuando llegas al fin y te ves solo, no sabes donde continuar. Gente que había apostado por ti, esa gente duda y te deja de hablar porque ya no eres tendencia y ‘no eres nadie’. Ese tipo de cosas son negativas, aunque a la vez te ayudan a mejorar.
Has dicho que "la fama" te hizo peor persona. ¿Te sientes de alguna manera culpable?
Más que nada por la gente que tienes a tu alrededor. Te dejas llevas, muchas cosas que tienes que cambiar…Llegué a Madrid con 18 años y, aunque te creas que eres mayor de edad, con esa edad haces muchas tonterías. Es verdad que muchas veces he hecho daño a alguien y me he equivocado. No me siento orgulloso, pero sigo creciendo y ahora con 30 años lo veo todo diferente. La fama y el dinero como tal no son cosas que haya querido. Si no lo gestionas bien te puedes equivocar demasiado.
¿La fama es una compañera más agradable?
Ahora la fama directamente es diferente. Antes nos conocían como grupo. Las canciones eran algo secundario. Mucha gente no te seguía por las canciones. Mi ‘fama’ ahora, por llamarlo de alguna forma, viene más por mis canciones que por mí mismo. Eso me gusta. Salgo a la calle tranquilamente y la gente me para para decirme que le gustan mis canciones, que le han ayudado a salir de una depresión…Eso es lo que me gusta de mi proyecto. Que lo más importante es mi música.
La industria musical es muy diferente a la que conociste al principio. ¿Cuesta adaptarse a la nueva forma de consumir música?
Me sigo adaptando así que imagínate. Es verdad que ha cambiado mucho todo. Cuando me empezaron a decir que ahora había que tirar por las plataformas digitales…Yo siempre he sido un poco romántico en cuanto a la música. He sido de comprarme mis discos. La adaptación, además de ser difícil, es lenta. Te tienes que adaptar a las nuevas generaciones. Es un poco en general. Como cuando hablas con tu padre de temas actuales y sientes que tu padre es más antiguo. Eso nos pasa también a la música. Todo ha cambiado.
Algunos artistas tienen cierto agobio por esa necesidad de sacar continuamente canciones. ¿Necesita un poco de freno esta situación?
Nosotros somos esclavos de lo que la gente consume. Solo podemos hacer música por la gente que nos escucha. Si la gente consume música tan rápido, nos vemos obligados a sacar música. Si un tema no funciona, pues sacamos otro…Estas cosas, en cualquier caso, nunca me han obsesionado. La gente que me sigue sabe que siempre trabajo con una lentitud respecto al mercado bastante notable. No tengo prisa en sacar las cosas. Es más la compañía la que me tiene que apretar. Lo que está bien hecho va con calma. Nunca me he visto obligado a sacar los temas rápido. He ido publicando conforme lo he necesitado. Yo mismo soy el que se mete prisa. He intentado enseñar a mi público que no somos una fábrica de tornillos. El arte no se puede controlar.
Tocas ahora dos días en Murcia. ¿Es más especial tocar en la Región? Me han chivado que tienes una relación muy estrecha con Cartagena.
¡Sí! (Risas). Tengo una casa en Cartagena. Para mí siempre ha sido muy especial la Región, incluso antes de tener una relación personal con alguien de allí. Antes de eso ya notaba que la Región era un sitio muy especial. Cuida mucho la música, escucha mucha música. Es la comunidad donde más entradas se compran y más música se consume. Se apoya mucho a la gente de allí. Tengo muchos amigos músicos de la Región, apoyados por las instituciones. Es algo de envidiar por otras regiones. Llenar dos días seguidos en Murcia me hace mucha ilusión. Viviendo prácticamente medio año en Cartagena, me considero un cartagenero más.
