(Fotos: Marcial guillén)
(Fotos: Marcial guillén)
(Fotos: Marcial guillén)
MURCIA. No existe una única forma de triunfar en el mundo empresarial. Aún cuando la incertidumbre asola la economía regional y las compañías deben enfrentar problemas nunca antes vistos, las principales claves del éxito aún residen en aspectos tan básicos como el potencial del directivo y la cultura de la organización.
Así lo ha explicado esta mañana el experto en liderazgo corporativo Plácido Fajardo en un acto organizado por Instituto de Fomento (Info), junto con el Círculo de Economía, dentro del Ciclo Desafíos. En su exposición, Fajardo no ha negado que los desafíos futuros ponen de manifiesto la necesidad de nuevas actitudes y aptitudes, aunque lejos de ofrecer soluciones mágicas ha puesto el foco en la importancia de desarrollar el talento directivo.
En un primer momento, ha buscado remarcar el valor de las "normas no escritas" dentro de cualquier corporación, esa manera tradicional de "pensar y hacer" que acaba por conformar la identidad de toda marca. Esta cultura compartida, penetrante, duradera en el tiempo e implícita destaca especialmente por crear orgullo de pertenencia a la asociación, lo que potencia el compromiso y mejora el rendimiento. De cualquier otra forma, resulta más difícil alcanzar el éxito.
En cualquier caso, la base de esta cultura empresarial reside en los directivos, que son los encargados de transmitirla a toda la pirámide, un factor que cobra especial relevancia en la empresa familiar. Al fin y al cabo, tanto el legado de la compañía como la estructura que sigue en el proceso de toma de decisiones afectan directamente a la hora de generar una identidad propia.
Consciente de la relevancia de la personalidad del líder, Fajardo ha continuado su disertación haciendo hincapié sobre la figura del jefe, ya que "el trabajador tiende a imitar sus actos". En específico, ha explicado que el talento directivo debe ser valorado de acuerdo con los criterios de inteligencia, habilidades específicas, conocimientos adquiridos, experiencia, valores e inteligencia emocional, siendo este último atributo muy superior en relevancia al resto: "El autoconocimiento y automotivación que llevan a una buena relación con los demás son dos de las principales claves del éxito", ha remarcado el experto.
En cuanto al talento emergente, también ha querido aludir a aquellas características que marcan el potencial directivo en las nuevas generaciones. En este caso, ha remarcado la capacidad de motivarse a sí mismo y mantener una percepción amplia como algunos de los factores clave junto con el compromiso y la determinación. Sin embargo, la curiosidad el indicador más importante a la hora de determinar el futuro éxito, pues el interés por conocer todo aquello que se ignora resulta clave para el buen desempeño de las carreras profesionales.