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proyecto de Laura ortín arquitectura

Cuando un piso 'retro' de Murcia se transforma en una casa mediterránea en la que bucear... y solo se puede decir: 'OH!'

Fotos: David Frutos

2/10/2022 - 

MURCIA. Un piso 'típico' de los años 70 y 80 situado en el centro de Murcia ha experimentado una auténtica metamorfosis y ha pasado de ser una vivienda oscura, fragmentada, jerarquizada y con un largo pasillo a una casa contemporánea, fresca y llena de luz, que traslada los ecos de lo que sería una luminosa residencia de verano a la vida en la ciudad. La arquitecta autora del proyecto, la murciana Laura Ortín, lo ha bautizado con una interjección que lo resume todo. Y es que Casa OH! no solo ha logrado satisfacer los deseos de unos clientes que buscaban que su hogar fuera un reflejo de cómo son ellos, sino también llamar la atención de un buen número de revistas especializadas en diseño y arquitectura como son Mi Casa, Plataforma de Arquitectura, ArchDaily, Archilovers, Houzz, Archello, Ente Urbano, Home Adore o ArchiDiaries.

Pero empecemos por el principio. Con lo que significa 'un piso típico' de la década de los 70 y 80, que es lo que se encontró la arquitecta cuando aceptó este proyecto. Se trata de "una tipología muy repetida pero que te cuesta identificar su período concreto, porque sabes que no es de hace un siglo y también que no es reciente". Así, si la vivienda es de un tamaño grande es probable que tenga dos entradas independientes: 'noble' y de 'servicio'. Además, la distribución es jerarquizada, con habitaciones múltiples de muchos tamaños distintos y "laaaargos" pasillos. A todo esto se suman elementos característicos como mármol rojo en suelos, azulejos de color en baños, gotelé, puertas de sapeli o ventanas de aluminio correderas, entre otros. Esta combinación, apreciada en otros tiempos, dan como resultado "oscuridad, recorridos intrincados, exceso de compartimentación y puertas, y en general una atmósfera lúgubre".

Pues bien, nada de eso queda en la Casa OH! tras la reforma integral que ha llevado a cabo Laura Ortín, quien recibió el encargo de vaciar y reestructurar la vivienda -tanto en su organización como en sus acabados- para transformala en "una casa fresca, agradable y confortable, desde nuestras raíces pero con organización de estancias, materiales y geometrías muy contemporáneas". 

La cuestión que se planteó Laura Ortín fue: "¿Puede el estilo 'mediterráneo' tener una nueva lectura? ¿Puede una casa urbana ofrecer una atmósfera estival sin caer en ciertos tópicos estéticos?". La respuesta fue afirmativa, convirtiéndose Casa OH! en lo que ha definido la arquitecta como una "vivienda urbana con memorias de verano".

La intervención

Cuenta Laura Ortín que, para empezar, se anuló la entrada 'noble' aprovechando la de servicio para acceder por la mitad de la casa y acortar recorridos. "Como una suerte de espiral (o caracola), la casa se organiza en torno a un centro curvo que te desliza hasta las habitaciones", señala. Este recorrido se realiza "por un espacio comprimido en tono verde aguamarina que provoca un efecto expansor cuando sales a las habitaciones anexas. Imagina que vas buceando por una sima (el paso) y sacas la cabeza en un espacio abierto (las habitaciones), esa es la sensación. Pero no por ello queremos que se vaya rápido, el camino también se disfruta".

El verde aguamarina se convirtió durante el proceso de diseño en el color fetiche de la casa y gustó tanto a los clientes que se extendió por todos los espacios, "salpicando ciertos puntos del mobiliario para conseguir un interiorismo conectado y en dialogo", apunta la arquitecta.

Otra pieza clave fue ampliar la terraza con una balconera corredera curva, "algo muy especial que crea un rincón exterior donde realmente apetece estar. Las plantas seleccionadas tienen un aire tropical y el techo en gresite irisado trae al recuerdo los reflejos del agua del mar", añade.

Por último, había que enriquece con un diseño especial, una pieza artística, la pared del comedor. "Sabíamos que en esa pared debía aparecer algún destello, un reflejo o punto de atracción de miradas para equilibrar el gran espacio de salón comedor. Otro punto de fuga especial". Para ello, Laura Ortín colaboró con Garra Studio que diseñó y fabricó una pieza 'site specific', la Lámpara OH!. "Esta pieza juega con la percepción del que la mira, desde una mariposa, un animal marino o un corazón abierto, los reflejos y texturas crean un ambiente embriagador en todo el salón", describe Ortín.

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