VALÈNCIA. Vale que la Inteligencia Artificial (IA) iba a servir para aligerar la carga de todos esos trabajos rutinarios y tediosos que nadie quiere hacer, o que se iba a pasar las 24 horas de los 7 días de la semana procesando una cantidad ingente de datos que ningún humano es capaz de interpretar. Sin embargo, había cosas, como la creatividad, la astucia o las emociones, que pensábamos privativas del ser humano pero que ya no parecen tan nuestras después de ver cómo la tecnología es capaz de emularlas con idénticos resultados.
OpenAI es la empresa que ha ido más lejos en este sentido. Fundada en 2015 por Elon Musk sin ánimo de lucro y con el propósito de investigar el uso de la inteligencia artificial y de promover el desarrollo de sistemas amigables que beneficien a los seres humanos y les ayudasen a hacer su trabajo, la organización ha dado ya interesantes frutos.
Uno de ellos fue el GPT-3, un modelo de IA que puede generar lenguaje escrito capaz ya de escribir poemas y hacer rimas. Corresponde al text-davinci-003, uno más dentro de la familia GPT-3 de modelos lingüísticos de gran tamaño. Le precedieron a la ficción el uso para la escritura de textos periodísticos y artículos científicos, con fuentes y referencias incluidos, en los que, supuestamente, ni un experto era capaz de encontrar diferencias con un texto original concebido por un humano.
Ahora ya la IA puede escribir novelas y toda clase de documentos mediante redes neuronales de aprendizaje automático donde el usuario introduce una secuencia de palabras para que se genere el texto a partir de ellas.
En este ecosistema abierto de OpenAI ha encontrado su oportunidad de negocio Jesús Rivas, el emprendedor salmantino Jesús Rivas, fundador de redacta.me. La presenta como la primera plataforma de inteligencia artificial entrenada para crear texto original en español. Orientado a community managers, copywriters, periodistas o cualquier otro profesional obligado a escribir a diario, señalan que el SaaS permite ahorrar hasta un 80% del su tiempo, además de aumentar la creatividad y productividad.
Aseguran que la plataforma de IA ha absorbido más de 175 billones de parámetros obtenidos en Internet y que ha sido entrenada específicamente por ellos para crear textos originales en español. Para utilizarla, basta seleccionar entre las 25 plantillas para distintos tipos de texto disponibles y decirle a la Inteligencia Artificial sobre qué se quiere escribir. El usuario solo tendrá que editar el texto y añadir alguna floritura antes de publicarlo si es que desea dejar su impronta personal. Los derechos de autor se mantienen.
El objetivo de la startup es convertirse en la plataforma de inteligencia artificial de referencia para crear texto original en castellano y poner el valor el idioma dentro de esta nueva revolución tecnológica. En esta línea, cabe recordar que el Consejo de Ministros aprobó hace unos meses un PERTE cuyo propósito principal es aprovechar el potencial del español y de las lenguas cooficiales como fuente de riqueza y aumentar su competitividad internacional en áreas como la inteligencia artificial, la traducción, el aprendizaje, la divulgación cultural, la producción audiovisual, la investigación y la ciencia.
El PERTE cuenta con un presupuesto de 1.100 millones de euros de los cuales, más de 330, se destinan a la puesta en marcha de proyectos como la creación de una Red de Excelencia en Inteligencia Artificial y los Programas de Lenguas accesibles.
“Podemos decir que llegamos en un momento ideal en el que, según el portal Statista, se prevé que los ingresos del mercado del Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN), campo de la inteligencia artificial en el que trabajamos, se dupliquen entre 2022 y 2025”, sostiene el fundador de redacta.me donde tienen previsto abrir una ronda seed (pre money de 2 M €). Desde su lanzamiento, en junio de 2022, la plataforma ha creado más de 5.000 textos con 750.000 palabras y cuenta con más de 1.000 usuarios registrados de los que el 35% son usuarios recurrentes.
Dentro de esta IA que algunos llaman ya generativa se incluye también la posibilidad de crear imágenes nuevas. A eso se dedica, por ejemplo, DALL-E, otra solución que sale de las entrañas de OpenAI que permite de crear imágenes y arte realistas en distintos estilos a partir de una descripción en lenguaje natural. La solución dispone ya de una API pública para que cualquier app puede aprovechar sus sistema de generación de imágenes.
Otra que se está ganando popularidad en este campo corresponde a MidJourney con la que se ha creado ya una serie de cómics. Inspirándose en DALL-E y Midjourney ha desarrollado el artista digital Refik Anadol su propia inteligencia artificial con la que creó la obra titulada Unsupervised, la primera obra artística generada con IA expuesta en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
Stable diffusion es otro motor de generación de imágenes que ha revolucionado el mercado aunque igual ha hecho menos ruido el nacimiento Unstable Diffusion, un canal de Discord que se vale de tecnología IA para crear imágenes pornográficas.
A partir de aquí solo queda sumar porque la posibilidades parecen ilimitadas. Según la consultora Gartner, la Inteligencia Artificial Generativa es una de las tendencias estratégicas más destacadas para los próximos años. Se estima que para el 2025 este tipo de IA representará el 10% de todos los datos producidos, frente a menos del 1% actual.